Opinión personal
Lo primero que quiero hacer antes de iniciar la reseña de Rey blanco, el libro que cierra la trilogía de Juan Gómez-Jurado protagonizada por Antonia y Jon, es pediros disculpas por no haber publicado la entrada el 5, que era el día que os había prometido.
Sí, yo pongo reseña porque quiero, puedo y me da la gana; que estoy hasta la mismísima punta del cuerno del unicornio de que algunos que se consideran «críticos literarios» tiren por tierra el trabajo que hacemos los blogueros. A vosotros os falla alguna conexión neuronal y tenéis un serio problema que se llama envidia. ¿Por qué no os preocupáis de vuestros asuntos y nos dejáis en paz al resto? Que ya está bien de estar todo el día con el monotema, que ya aburre. Sois muy cansinos.
Sigamos. He de decir en mi descargo que estaba malita y que no tenía fuerzas ni ganas de meterme en este berenjenal. ¿Que por qué berenjenal? Por dos razones fundamentales: la primera, que es muy difícil hablar de Rey blanco sin destripar (y no porque lo pida el autor, que eso a mí me da igual, sino porque es marca de Escaparate Literario y mía reseñar sin destripar, aunque sea en lo más mínimo); y la segunda, y tan importante o más que la primera, es que haciendo la reseña de La suerte del enano de Gellida notaba que me había secado, que lo había dado todo con el libro del «chico de Valladolid» y no me quedaban ideas nuevas (que sí, que ya sé que me puedo autoplagiar, que Rodrigo Cortés dijo un día en Todopoderosos que es bueno; si algunos me plagian o se inspiran en mis reseñas, ¿por qué no iban poder hacerlo yo si son mías).
Aquí quiero hacer un inciso para los que no estéis en redes sociales, que me consta que sois muchos: estoy flipando con el buen rollo que se traen entre manos Gellida y Jurado (y viceversa). El vídeo de Juan el día que se publicaron ambas novelas me pareció de una generosidad encomiable: dedicaba el mismo tiempo a hablar de Rey blanco y de La suerte del enano, cuando, en teoría, deberían estar compitiendo entre ellos, que es a lo que estamos acostumbrados, a puñaladas traperas y a malas artes.
Bueno, pues os decía que, como la mayoría de la gente ha comprado los dos libros, alguien ha creado una etiqueta que es #ReyEnano, que a mí me parece, simplemente, una genialidad.
Y como algunos dudareis de por cuál empezar, cada uno es especial a su manera. La de César es una novela independiente y Jurado nos dejó con la miel en los labios con Loba negra. No sé, haced lo que queráis que ya sois mayorcitos.
Y no es que hoy tenga más ideas que el jueves, pero vamos a hacer un esfuerzo titánico e intentaré contaros qué me ha parecido Rey blanco sin destripar (y, sobre todo, sin decir muchas tonterías, que para eso ya están otros).
En esta última entrega de la trilogía protagonizada por Antonia y Jon, retomamos la historia en el punto justo en el que la dejamos en Loba negra. ¿Que cuál era? Ay, colega, recuerda que aquí no se destripa, ni este libro ni ninguno, ni se dan pistas que puedan estropearte ninguna sorpresa.
Y, a partir de ese momento, es todo una auténtica locura para intentar derrotar al «malo».
¿Ha cumplido mis expectativas? Cuando empecé a leerlo tenía mucho miedo porque era muy difícil, después de Reina roja y Loba negra, estar a la altura de sus predecesoras. Aguardar un año el desenlace de una historia es mucho tiempo y puede defraudarte. Pues no. Jurado lo ha vuelto a hacer y nos brinda una historia que, me atrevería a decir, es mejor que las anteriores (y el listón estaba muy alto).
¿Qué me ha gustado?
- No puedo empezar sin mencionar el precio del libro en digital a menos de cinco euros. Un precio decente por el que Jurado lleva luchando desde que lo conozco (y ya son muchos años). He leído una discusión en Twitter sobre que él se lo podía permitir porque vendía mucho. Creo que las editoriales están haciendo demasiado dinero con los libros en formato electrónico a costa de los lectores, aprovechándose de que la mayoría somos compulsivos y no tenemos ya espacio en nuestras casas para almacenar tanto como compramos. Lo de desprendernos de ellos es peor que si nos amputaran los dos brazos y las dos piernas, y ellos lo saben y abusan de nuestra «enfermedad» (creo que ahora se ha puesto de moda el término tsundoku para referirse a ella). Editoriales, cinco euros es un precio justo; libros en digital a diez es un robo; a más de diez ya es para que os metan en la cárcel y tiren la llave.
- Este libro no es autoconclusivo porque, como he dicho unas líneas más arriba, continúa en el mismo punto en que terminó Loba negra. Mi consejo si no has empezado aún esta trilogía, es que, antes de ponerte con Reina roja, leas El paciente y Cicatriz. ¿Que por qué? Porque sí, coñoya, que mira que estás preguntón hoy. Vale, voy a ser buena: tienes que leértelos en ese orden porque lo digo yo. Punto.
- He leído por ahí a algunas cabezas pensantes, de esas que pontifican cada vez que hablan y dan mucha vergüencita ajena, que Rey blanco es una novela entretenida, para pasar un rato, y de las que te olvidas en cuanto las cierras. Obviamente, Jurado no ha escrito Cien años de soledad o El conde de Montecristo, pero sus novelas esconden mucho más de lo que se ve a simple vista. Esta, como las anteriores, tiene varias capas de lectura y cada lector, que es un mundo, profundiza hasta donde quiere. Y no hablo solamente de guiños.
- En relación con esto, hay muchas frases lapidarias, de esas que te dejan tiritando (tanto en esta como en las dos anteriores) y que hacen pensar. ¿Por qué muchos asocian entretenimiento con producto de «usar y tirar»? No sé, dadle una vuelta, que a lo mejor os estáis equivocando. ¿Qué más se le puede pedir a un libro? ¿Entretenimiento os parece poco? Ah, espera, que algunos aprendéis arte, historia y disciplinas similares en novelas #HayQueRejoderse.
- Una trama estudiada al milímetro, para que todo encaje en su lugar a la perfección; pero no solo en Rey blanco, también con las tramas de sus predecesoras. Pero, además, con El paciente y Cicatriz. Sí, queridos: las cinco novelas conforman un todo, una historia que, según el autor, empezó a gestarse en su cabeza hace doce años y que ¿termina? aquí. Como sucedió la semana pasada con Gellida, a mí no me preguntéis cómo se hace esto, pedidle explicaciones a él.
- Que maldita la gracia que le debe hacer a Jurado pasarse tantos años currándose una historia para que nosotros le digamos frases como: «me la he bebido», «la he devorado» o «me ha durado cinco horas». Que yo también soy así pero pienso que, por otra parte, debe sentirse muy orgulloso de que sus libros se nos peguen a las manos y no podamos separarnos de ellos hasta que los terminamos.
- El ritmo del libro es muy rápido desde el inicio (recordad cómo empieza). También por sus capítulos cortos y, sobre todo, porque hay muchas mediciones de tiempo en la novela. Y cuando el cronómetro corre en la historia, nuestro corazón se acelera, nuestro ritmo cardiaco aumenta y nuestras pulsaciones se disparan. Tened un desfibrilador a mano, que lo vais a necesitar.
- Y esto, señores, sí que es un THRILLER, que ahora a cualquier cosa le ponen esa etiqueta. Un thriller con mayúsculas, subrayado, en negrita y con tamaño de letra 18512. Y si Jurado decía en su vídeo que Gellida es el mejor autor español de novela negra (corto se ha quedado para mi gusto, pero eso ya lo discutiremos), Juan es el mejor (junto con la Rufo) escribiendo thrillers. Porque los de este tipo sí que lo son porque no nos dan ni un respiro. No os olvidéis que Gellida, Jurado y Ara Rufo conforman mi trimurti literaria en esto de la negra y criminal. Y, visto el panorama, no creo que nadie los desbanque en los próximos cien años.
- Además, es una novela muy cinematográfica, muy visual, y podemos seguir la lectura como si estuviésemos viendo una película sentados en un cine.
- Y, como es habitual en Juan Gómez-Jurado, es una novela muy en la línea de las americanas que intentan vendernos cada semana como «la mejor novela del siglo». Señores editores, ¿para qué tenemos que irnos tan lejos si con Jurado nos sobra y nos basta para leer thrillers repletos de acción y aventuras que nos dejan fibrilando durante horas?
- Los personajes están bien trazados y los conocemos todavía en más profundidad. Sigo prefiriendo a Jon (estoy enamoradísima de él, qué lástima saber que nunca voy a ser correspondida), pero he descubierto facetas de la vida de la Scott que no conocía y eso ha provocado que me caiga un pelín mejor (pero no mucho, no vayamos a exagerar). Del resto de personajes, antogonista incluido, no puedo hablar por razones obvias, pero sí puedo deciros que están trabajados al detalle. Y Jon es tan inmenso como persona y como coprotagonista que Loureiro le hace un pedazo de guiño en La puerta que casi se me saltan las lágrimas de la emoción.
- El final es sorprendente y de infarto, como no podía ser menos habiéndolo escrito él, y todas las dudas que se nos han ido planteando a lo largo de Reina roja, Loba negra y Rey blanco quedan aclaradas. No lo he visto venir en ningún momento y he sufrido mucho porque no las tenía todas conmigo. No es que Jurado sea tan mala persona como César, pero tampoco es muy de fiar.
Resumiendo, que dice el Maestro: Rey blanco de Juan Gómez-Jurado, la novela que ¿finaliza? la ¿trilogía? protagonizada por Antonia y Jon, es un thriller de los de verdad, con una trama bien armada, un ritmo muy rápido que va en aumento hasta convertirse en frenético y no nos da un segundo de tregua, unos personajes bien perfilados y un final asombroso. Un broche perfecto para una historia única. ¿Que no conocéis a Jon y a Antonia? ¿Y me podéis explicar a qué estáis esperando? 5 ⭐️
Autor
Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) es periodista. Ha pasado por las redacciones de alguno de los principales medios españoles.
Sus novelas se publican en más de cuarenta países, se han convertido en bestsellers mundiales y han conquistado a millones de lectores.
En Hollywood hay planes para adaptar varias de ellas a la gran pantalla.
Es autor de Espía de Dios, Contrato con Dios, El emblema del traidor, La leyenda del ladrón, El paciente, Cicatriz, Reina roja, Loba negra y Rey blanco.
Datos del libro
Título | Rey blanco |
Autor | Juan Gómez-Jurado |
Editorial | Ediciones B |
Primera edición | 5 noviembre 2020 |
Serie | Antonia Scott |
Puedes encontrar a Montse Martín en Lector Cero. Si quieres un informe literario o una corrección de tu novela, puedes contactar con ella aquí.
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Debo decirte que aplaudo hasta con las orejas, si hace falta, cada una de tus reflexiones previas, desde el precio de los libros en digital, como el tema de los blogueros, las rajadas entre lo que se supone que son compañeros de profesión, y demás hierbas… Bravo!
Respecto a la novela, pues que gracias por no destriparla y que la leeré, sí o sí.
Me ha encantado lo de trimurti, por cierto.
Besos!!
Hola, Maribel:
Recibido el aplauso. Lo del precio de los libros en digital da para dos enciclopedias. Alguna editorial está poniéndolos a un precio aun más bajo en preventa. También es una buena opción.
Sobre los blogueros y las puñaladas traperas, algún día hablaré largo y tendido, pero hoy no me apetece ahondar en él.
Lee a Jurado, que sabes que tú me sacas de mi zona cómoda y yo soy tu recomendadora en la negra y criminal.
Un beso fuerte, preciosura.
A mí me ha decepcionado. Me faltan pocas páginas pero me erstá pareciendo «un rollo».