Reseña: Sangre en las manos (Arantxa Rufo)

por Montse Martín
Publicada el 13 Oct, 2020
Reseña Sangre en las manos 2

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Opinión personal

 

 

¡Pues ya estoy aquí otra vez! Espero que esta sea la definitiva, porque ni tengo vergüenza ni la conozco y os tengo completamente abandonados. ¡Más de un mes sin subir una reseña a la web es imperdonable! 

 

Pero, como la mayoría ya sabéis, a mí lo que me gusta es leer. Así que inspiro, espiro, inspiro, espiro… Eso o esta página termina definitivamente expirando.

 

Inspiro, espiro… ¿Qué mejor manera de volver que con una de mis autoras favoritas en negra y criminal? Sí, que a lo mejor alguno no se ha enterado de que Arantxa Rufo ha publicado la segunda parte de El Fantasma, la serie protagonizada por Kathleen Addams, que ya nos conquistó con En el punto de mira.

 

Inspiro… Espiro… Voy a hacer un inciso para adelantaros que esta es la mejor novela de negra y criminal que he leído en lo que va de año (y han pasado muchas por mis manos). Me he encontrado de todo: a la que no le sobran páginas tiene una trama deslavazada, un final peregrino o cogido con alfileres…

 

Inspiro… Espiro… Os juro por  mi vida que estoy hasta la mismísima punta del cuerno del unicornio de que las editoriales estén publicando auténtica basura (eso sí, con unas fajas kilométricas con frases grandilocuentes de autores que no se han leído la obra en cuestión) y que haya autopublicados con muchísima calidad que no pueden hacerse un hueco en el mercado y, por consiguiente, pasan desapercibidos para la mayoría (porque el mundo no se limita a los que estamos en redes sociales). 

 

Esta vez la Rufo nos traslada a Bismarck, un pueblo de Dakota del Norte. Kathleen Addams está allí tranquila, dedicándose a «cosas normales» y, de repente, alguien empieza a asesinar siguiendo su mismo modus operandi. Si ella no ha sido, alguien la quiere incriminar. ¿Y qué hace Daniel? Pues os lo podéis imaginar, porque yo no os lo voy a contar.

 

Como dije cuando reseñé Zed está muerto (y por si no ha quedado ya lo suficientemente claro) Sangre en las manos es para mí (Montse Martín) una novela tropecientos billones de veces mejor que muchas de las que llenan los escaparates de las librerías y de las grandes superficies, y os voy a explicar por qué: una trama bien armada, una caracterización de los personajes impecable, un estilo muy cuidado y un final escandalosamente bueno.

 

Vamos al lío:

 

 

¿Qué me ha gustado?

 

  • Esta novela es autoconclusiva y se puede leer independientemente de En el punto de mira. Pero mi consejo es que te las leas en orden: en primer lugar, para que veas la evolución de los dos personajes principales; y en segundo, porque tanto una como la otra son de lo mejorcito que hay en el mercado.

 

 

  • En relación con esto, la Rufo lo ha hecho muy bien porque no se autodestripa. Los que hemos leído la novela anterior sabemos de qué nos está hablando, pero dudo mucho de que alguien que empiece por Sangre en las manos se haga una idea completa del conjunto.

 

 

  • La portada y su relación con la anterior, que son como el positivo y el negativo de una fotografía. Y digo portada porque quiero, puedo y me da la real de la gana (esto va por una capulla que se dedica a ir por los blogs a contar que no se dice portada, que se dice sobrecubierta; mira, léeme los labios: eres una pelela).

 

 

  • El título, que tiene su razón de ser (no todos la tienen). La mayoría de los personajes que aparecen en Sangre en las manos tienen cadáveres en el armario; y la mayoría tienen también esa sangre en las manos que da título a la novela. Ninguno está libre de culpa.

 

 

 

  • La novela está estructurada en un prólogo, cuarenta capítulos fechados y localizados geográficamente, y dos epílogos. Los dos epílogos dejan todos los cabos cerrados (parafraseando a la propia Ara, «no se escapa ni un pelo de la trenza»).

 

 

  • El prólogo, como en sus dos libros anteriores, es una maravilla. Nadie (leed bien, nadie) maneja como ella el narrador en segunda persona. Nos deja completamente noqueados con el primer asesinato y, una vez que nos tiene en sus manos, ya juega con nosotros durante el resto del libro. Pero, además, como siempre digo, hacer un buen final es fácil; lo complicado es escribir un buen principio.

 

 

  • Nos pone ante un dilema moral y nos hace elegir. Con su anterior novela tuve claro de parte de quién estaba; con esta he tenido mis dudas. En la vida no todo es blanco o negro, hay cantidad de matices de gris.

 

 

  • Por el manejo magistral del cambio del foco de narrador, con esos cortes en lo más interesante; además, a ese corte añade algunos «adelantos» de lo que sucederá para dejarnos con la miel en los labios.

 

 

  • Los monólogos interiores de los protagonistas son excepcionales. Nos hacen conocerlos más y los humanizan, porque vemos que están luchando contra sus propios demonios.

 

 

  • Los juegos de palabras, como el «inspira» y «espira» o «estaba fuera» y «estaba dentro». Frases cortísimas muy potentes.

 

 

  • Cómo ha retratado el horror de la guerra con solo unas pinceladas: «Lo visitaban los fantasmas de la gente a la que había matado. Fantasmas sin rostro, con la cabeza reventada o una sombra gris en lugar de rasgos porque no había tenido el valor de mirarlos a la cara». También el tema de los malos tratos, con contundencia pero con exquisitez, sin recrearse.

 

 

  • La caracterización de todos los personajes es impecable, porque están construidos tanto a nivel físico como psicológico con mimo y esmero. No voy a deciros que son personas que podríamos encontrarnos por la calle (que ya me gustaría tomarme unas cervezas con Kat y Daniel), pero traspasan el papel porque son humanos (esté o no de acuerdo con su forma de actuar). Tendríamos a Kat como protagonista de la historia (y porque la serie está dedicada a ella) y a Daniel como coprotagonista/antagonista (ni él mismo sabe muy bien lo que es).
    • Kat es un personaje enorme. Ya era hora de que cambiaran las tornas y romper el género poniendo a una mujer como asesina y con una profesión en la que hay pocas. He visto una gran evolución desde En el punto de mira, con la vida más estable hasta que se la rompen en pedazos. Sigue teniendo los demonios interiores que la atormentan (pero no son los típicos clichés) y ahora vamos a conocer su vida al completo. Cuando piensa en Daniel se humaniza y deja de considerarse solo una «máquina de matar».
    • Daniel es, posiblemente, el más complejo de todos, porque es el que se enfrenta a más dilemas. No sabe si actuar como le pide su cabeza (como un policía) o como le pide su corazón (como un hombre). Y esa lucha interna hace que cada vez que ha aparecido en la novela me haya «enamorado» un poquito más de él.
    • Las mujeres, en esta novela, tienen un mayor peso específico que los hombres. Es una obra, además, muy feminista y el broche de oro es el pensamiento de uno de los personajes: «peldaños resbaladizos hasta la cúpula superior, sobre todo si se escalaba en tacones». Te aplaudo hasta sangrar.

 

 

  • El ritmo de la novela se va agilizando gracias a los cambios del foco del narrador y de escenarios. Además, nosotros conocemos detalles que ignoran los protagonistas y eso va convirtiendo el ritmo en vertiginoso. A esto hay que añadir que tiene unos giros narrativos espectaculares, de dejarnos con la boca abierta; no son muchos, pero los suficientes para darnos cuenta de que estamos ante una gran escritora que nos ha regalado una gran novela.

 

 

  • Si hay un aspecto con el que Ara juega en esta novela es con la tensión. No solo se mantiene durante toda la obra sino que va en aumento conforme avanza la historia. Pensar que todos mienten, dudar de que todos pueden estar diciendo la verdad, ir por delante de los investigadores, que haya varios personajes investigando y que apenas se comuniquen entre ellos… para morderse hasta los muñones. He sospechado de todos, pero Ara se ha quedado conmigo haciéndome dudar hasta de la duda.

 

 

  • La ambientación y cómo ha plasmado el trato al forastero en un pueblo en el que todos se conocen. Daniel sufre lo indecible para que le hagan caso; Kat ya lleva tiempo viviendo con ellos; él es el que que viene de fuera y todos se posicionan del lado de su vecina.

 

 

  • Por lo que me ha hecho sufrir y por el nudo que he tenido en el estómago leyendo algunas escenas. Porque aquí donde la veis, con esa cara tan dulce y tan rebonita, no le tiembla el pulso a la hora de ponernos el corazón en la garganta. Querida Ara: algún día tus lectores nos vengaremos. Avisada estás.

 

 

 

  • El desenlace son dos epílogos en los que quedan todos los cabos cerrados, sin que nada chirríe y con todas las piezas encajando en su lugar con una precisión milimétrica. Un final brutal y escandalosamente bueno, en el que… Si os lo cuento no sufriréis leyendo y tenéis que pasar por lo mismo que yo.

 

 

 

Resumiendo, que dice el Maestro: En el punto de mira fue una de mis novelas favoritas de 2016. Zed está muerto  de 2018.  Y Sangre en las manos las ha superado a ambas. Un prólogo que nos noquea y nos engancha desde el primer momento, un argumento fascinante, una trama sólida, compleja y diabólica, unos personajes bien caracterizados, un ritmo de thriller y un desenlace  que no he visto venir en ningún momento. Un imperdible. Será una de mis mejores lecturas de 2020.

 

Por si a alguien no le ha quedado claro: 5 estrellas del tamaño de la catedral de Bourges. Leedla ya, insensatos. ¿Qué hacéis perdiendo el tiempo aquí? 

 

 

 

 

Autor

 

Nací en Madrid en 1979, aunque mi familia se trasladó al año siguiente a Santa Cruz de Tenerife y vivo en la isla desde entonces, sin contar con el periodo de regreso en Madrid para estudiar el ciclo formativo en Técnico Superior en Sonido.

En la actualidad, y tras ocuparme en un sinfín de profesiones, me dedico a la informática y el diseño gráfico en una empresa dedicada al mundo de Internet, y reparto mi tiempo entre el trabajo, la lectura, mi blog arantxarufo.com y, por supuesto, la escritura.

Llevo escribiendo desde que puedo recordar, y en el año 2016 publiqué mi primera novela, En el punto de mira, un thriller policiaco de buenos no tan buenos y malos no tan malos localizado en Londres.

En octubre de 2018 salió a la venta mi segunda novela, Zed está muerto, otra obra de tinte criminal.

Sangre en las manos es su tercera novela, la segunda protagonizada por El Fantasma.

 

 

Datos del libro

 

 
Título Sangre en las manos
Autor Arantxa Rufo
Editorial Autopublicado
Primera edición 8 octubre 2020
Serie El Fantasma

 

 

 

 

Puedes encontrar a Montse Martín en Lector Cero. Si quieres un informe literario o una corrección de tu novela, puedes contactar con ella aquí.

 

 

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1 Comentario

  1. Margari

    Vale, me queda claro que este libro lo tengo que leer. Pero antes buscaré el anterior, que el orden es el orden.
    Besotes!!!

    Responder

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