Dioses y monstruos

Amber V. Nicole

El libro de Azrael

 

 

Hace mil años, Dianna sacrificó su vida mortal en los desiertos de Eoria para salvar a su hermana. Rezó a cualquiera que la escuchase, sin saber que quien respondería a sus plegarias sería un monstruo peor que cualquier pesadilla.

Convertida ahora en villana, Dianna tiene que robar una reliquia de las criaturas que la han estado acechando.

Han cambiado muchas cosas desde que Liam se llamaba Samkiel, allá en el viejo mundo, pero algo sigue igual: es el Destructor de Mundos, un mito para sus enemigos, un rey y héroe para quienes le son leales.

Tras la Guerra de los Dioses, Liam abandonó su corona y sus responsabilidades, dejando a su suerte a quienes más lo necesitaban.

Pero cuando atacan a sus seres queridos, vuelve al reino al que nunca quiso regresar y a las zarpas del enemigo al que apresó hace milenios.

Trono de monstruos

 

 

Donde hay dioses, también hay monstruos…

Dianna solo piensa en una cosa: vengarse. Cuando le arrancan la poca humanidad que le queda, decide entregarse a su faceta más monstruosa y ver el mundo arder.

Samkiel, el único que se niega a aceptar que la chica a la que amó se ha convertido en el monstruo que todo el mundo dice ver en ella, está decidido a hacer lo que sea para salvarla de sí misma, aunque eso implique perderla.

Ahora que todos los reinos están sometidos al ejército de Kaden y que se avecinan nuevas amenazas, Samkiel no puede permitirse bajar la guardia.

Pero, a medida que Dianna se vuelve más sanguinaria, se da cuenta de que el tiempo se le está agotando y no sabe si será capaz de salvarla y sobrevivir…

La nota puede variar cuando lea la segunda parte.

Trono de dioses

 

 

Tras la muerte de su hermana, Dianna tiene un solo objetivo: la venganza. Pero superar el duelo no es fácil, y menos aún cuándo todo el mundo a su alrededor parece estar ocultándole algo.

Samkiel, en cambio, solo quiere salvar a Dianna, no importa si el precio por ello puede llegar a ser su propia vida.

Con Kaden y su ejército acechándoles, Samkiel, Dianna y el resto de la Mano no pueden permitirse ni un solo error.

Pero el tiempo se agota, y aún quedan muchos secretos por descubrir y muchas batallas por luchar

«Cuando reduzca a cenizas este mundo, cuando volváis a pintarme como la mala, recuerda que intenté ser buena».