Opinión personal

 

 

No tenía pensando hacer una reseña completa de la última novela de uno de mis escritores favoritos, pero no quiero morirme sin que aparezca una entrada dedicada a Michael Connelly en Escaparate Literario.

 

Y me lo han puesto como se las ponían a Felipe II, en bandeja de plata. Porque después de la gran decepción que supuso La noche de plata (y valga la redundancia) hoy os traigo Fuego nocturno, que sí tiene una «trama sólida e intrigante» y es una novela negra de las de verdad (aunque también tiene tintes de una procedimental y en algunos momentos el ritmo de un thriller). Vamos, que no se le puede pedir más a Connelly.

 

Los habituales de Escaparate Literario o los que me seguís en otras redes sociales, sabéis que tengo una trimurti literaria en esto de la negra y criminal (Ara Rufo, Gellida y Jurado), pero en cuanto a personajes protagonistas del género solo existe para mí un único dios verdadero: Harry Bosch.

 

Todas (y digo bien, todas) las novelas protagonizadas por este personaje me han vuelto loca. Lo he visto investigar y resolver casos, ascender, discutir con sus jefes, expedientado y jubilado; lo he conocido soltero, en pareja, casado, viudo, padre…; lo he visto triunfador y hundido, lo he visto caer y levantarse… y es ya una parte de mi vida. Eso sí, como todo lo que sucede en el mundo editorial de este país, que daría para escribir un par de docenas de enciclopedias, las primeras las leí en desorden, porque eso de publicar según las va escribiendo Mr Connelly, ¿para qué? Ahí te las apañes y te organices tú el esquema de la vida del señor Bosch.

 

Cuando Connelly escribió Sesión nocturna y creó a Ballard comprobé de inmediato que era idéntica a Harry pero en mujer y me temí lo peor. Me puse muy contenta cuando vi que los juntaba en una novela, aunque manteniendo el protagonismo de la titular de la serie.

 

Y en Fuego nocturno da un triple salto mortal con doble tirabuzón, riza el rizo y convierte en protagonistas en una misma novela a sus tres personajes estrella. A saber: Harry Bosch, Renée Ballard y Mickey Haller. Como no se puede ser más enorme que Connelly, consigue que cada uno destaque pero sin anular en ningún momento a ninguno de los otros dos.

 

No me quiero extender mucho con esta reseña, porque algunas veces me aburro de mí hasta yo, pero sí quiero daros unas breves pinceladas de por qué tenéis que leer esta novela sí, sí o sí.

 

Vamos al lío, que es a lo que hemos venido:

 

 

¿Qué me ha gustado?

 

• Aunque la inmensa mayoría de las novelas de Connelly pertenezcan a una de las series protagonizadas por Bosch, Ballard o Haller, todas son autoconclusivas. Así que si aún no te has estrenado con él (que el demonio te castigue por no haberlo hecho), puedes empezar perfectamente por esta.

 

 

• Que desde el principio haya cogido mi corazón, lo haya estrujado y pisoteado, y haya estado jugando con él hasta el final. Una cosita, querido Michael, te odio hasta el infinito y más allá. Mira, léeme los labios: NI SE TE OCURRA.

 

 

• Solo una persona con sus tablas y con su saber hacer es capaz de tocar tanto temas peliagudos sin necesidad de profundizar mucho en ellos y, con apenas unas pinceladas, removernos la conciencia: los sintecho, el acoso escolar, la mafia, las bandas, la homofobia, el racismo, la corrupción… Casi casi igualito que sucedía en Progenie (modo ironía on).

 

 

• Porque las tramas que componen Fuego nocturno  me han parecido mucho más armadas que en las dos entregas anteriores (donde eran muy cortas y se resolvían demasiado rápido); además, varias de ellas terminan convergiendo al final en un único caso. Solo un genio como Connelly es capaz de hacer esto y salir airoso.

 

 

• La alternancia de partes protagonizadas por Ballard o Bosch, en las que el narrador se focaliza en ese personaje concreto. En ningún momento el autor nos da información repetida, aunque algunas veces nosotros sabemos más que el otro.

 

 

• Los personajes son uno de los grandes aciertos de la novela, porque todos están maravillosamente caracterizados:
  • Os confieso que Mickey Haller (el abogado del Lincoln) no me termina de caer bien, pero he de reconocer que interactuando con Bosch componen un dúo explosivo y que es una gozada verlo actuar delante de un tribunal (lo de la ética ya lo trataremos en otra ocasión); posiblemente esa falta de feeling entre él y yo sea debida a que Matthew McConaughey es el actor que lo encarna en las películas, y es un tipo que me cae mal tirando a peor.
  • Por su parte, Ballard cada vez es más potente y tiene un mayor peso específico como investigadora.
  • Y luego está Harry, inconmensurable, con una inteligencia privilegiada que es capaz de ver un hilo del que tirar donde otros solo ven confusión.

 

 

• Este autor no necesita de grandes giros narrativos ni de golpes de efecto para desmontarnos todos los esquemas. Le basta y le sobra con todas las subtramas que conforman esta novela, que me han hecho preguntarme constantemente qué podrían tener en común el asesinato de un juez,  la muerte accidental de un sintecho y un caso antiguo que hereda Harry tras la muerte del que fue su mentor. Todas esas piezas, que en principio no tenían ninguna relación, se van imbricando poco a poco hasta construir una historia muy sólida.

 

 

• Cuando en el combo de reseñas exprés de diciembre de 2019 hablé de Noche sagrada os conté que «entiendo que Connelly tiene que «jubilar» a Bosch (que ya va teniendo una edad y ya nos ha dado muchísimas horas de entretenimiento) y que Ballard es su sucesora perfecta. Me encantaría que hubiese más novelas protagonizadas por ambos, pero creo que dos personajes tan potentes se anulan (lo de dos gallitos en el mismo corral no termino de verlo). Eso sí, juntos pueden llegar a formar uno de los mejores tándems, pero no veo cómo lo puede conseguir el padre de las criaturas, porque lo veo muy complicado».
  • Bravo por mí y mi bola de cristal, pero un aplauso aún mayor para Connelly por haberme cerrado esta bocaza que tengo y haberme dado mil puntitos en la boca. Pensaba que dos personalidades de este calibre iban a terminar anulándose o que podrían complementarse y se convertirían en una pareja perfecta. En  Fuego nocturno ha sucedido lo segundo y yo no puedo ser más feliz, porque el resultado es espectacular, tanto en trama como en la investigación policial.

 

 

• El desenlace es magnífico, para ponerse a aplaudir y no parar hasta que te sangren las manos por ese epílogo sublime. Pero no por cómo lo resuelve (que también, porque todos las tramas quedan cerradas), sino por cómo se conocen y se interpretan Bosch y Ballard, y lo bien compenetrados que están. Si un día Harry tiene que jubilarse (por favor, por favor, ojalá nos dure doscientos años más), Renée será una más que digna sucesora.

 

 

• Me gusta mucho que me adelante de qué va a tratar la próxima novela protagonizada por ambos, porque así estoy mordiéndome las muñones hasta el otoño del año que viene (últimamente está publicando una novela al año, así que no vamos mal).

 

 

Resumiendo, que dice el Maestro: con el único personaje que pierdo mi objetividad al hablar de él es Harry Bosch, pero eso no impide que valore Fuego nocturno con imparcialidad. Connelly lo ha vuelto a hacer (y ya van más de treinta veces): una trama inteligente y bien armada, unos personajes muy potentes que se complementan a la perfección, un ritmo rápido, y un adelanto de lo que nos espera que me lleva a preguntarme ¿para cuándo la continuación? Muchísimo más que recomendable: 4,5 ⭐️

Si aún no te has estrenado con Connelly ni conoces a Harry Bosch, ¿me puedes explicar a qué te dedicas? Vamos, que estás tardando.

 

 

 

Autor

 

Michael Connelly (Filadelfia, 1956) es uno de los escritores con más éxito del mundo. Es autor de una treintena de novelas, muchas de las cuales han ocupado el número 1 en la prestigiosa lista de bestsellers del New York Times.

Sus libros, entre los que se incluye la serie de Harry Bosch y la del Abogado del Lincoln, han vendido más de sesenta millones de ejemplares en todo el mundo, han sido traducidos a treinta y nueve idiomas, y el propio Connelly ha sido galardonado con algunos de los premios más prestigiosos del mundo de literatura negra.

Antiguo periodista también premiado por sus reportajes, Connelly es productor ejecutivo de la serie Bosch, protagonizada por Titus Welliver. Reside habitualmente en California y Florida.

Algunos de los últimos títulos de Michael Connelly son: Del otro lado, La habitación en llamas, El lado oscuro del adiós, Los dioses de la culpa, Sesión nocturna y Las dos caras de la verdad.

 

 

Datos del libro

 

 

 

 

 

 

Puedes encontrar a Montse Martín en Lector Cero. Si quieres un informe literario o una corrección de tu novela, puedes contactar con ella aquí.