Impresiones de lectura
Entrar en un nuevo libro de la poeta Elsa López es siempre una fiesta. A Elsa la conocí en 2002, en el «VI Encuentro de mujeres poetas» que tuvo lugar en San Sebastián. Desde entonces, siempre me ha acompañado, ya sea a través de su escritura o con gestos inolvidables: allá por el año 2003, siendo directora (la primera) de la Fundación Gala, me abrió las puertas de la Fundación para presentar uno de mis primeros libros; más tarde, en 2006, me publicó, en la colección «Ministerio del aire» de Ediciones La Palma, uno de los poemarios por los que siento más apego: De eternidad en eternidad, y hace tan solo unos meses, por no detenerme demasiado, escribió el prólogo para mi libro Cómo salir del palimpsesto (retrato de un poeta).
¡Cómo no quererla!
*
El amor hecho libro
Hay libros que se leen en silencio, otros en voz alta…y luego está Últimos poemas de amor que abro con un nudo en la garganta y con los ojos húmedos. ¿La razón?: ¿tristeza, dolor, temor, añoranza, ternura…? ¡Hay tantas emociones al hilo de las palabras! ¿Quién no ha sentido esa punzada del amor? ¿Quién, de no ser así, no habría deseado sentirla?
Este libro de Elsa López, que hoy te recomiendo, es un guiño al Paul Eluard de Derniers poèmes d´amour, que reúne los poemas que el poeta escribió al amor durante los últimos diez años de su vida. En ellos hace una profunda reflexión sobre el amor desde poemas que hablan de la muerte y de la vida, de la felicidad y la desesperanza, de la belleza… Poemas que cantan a lo positivo y a lo negativo del amor, a lo que duele y a lo que reconforta:
Mes mains mes pieds étaient les siens
et mes désirs et mon poème étaient les siens
(mis manos y mis pies eran los suyos
y mis deseos y mi poema eran los suyos)
*
Je ne dors pas je suis tombé j’ai trébuché sur ton absence
(No duermo me he caído he tropezado con tu ausencia)
Paul Eluard es conocido como el poeta del amor, Elsa López es el amor a la poesía. Ella sabe, como él, que «se necesitan pocas palabras para expresar lo esencial». Y una de esas palabras podría ser, es, precisamente, «AMOR».
De este guiño nos da la pista la propia Elsa López con el paréntesis de la portada: «(A la memoria de Paul Éluard)».
*
Yo veo avanzar las nubes a través de los cristales
Este título (Últimos poemas de amor) tiene algo de despedida y eso estremece de entrada, pero pienso que algo más han de encerrar las palabras que Elsa ha reunido en este libro.
Inicio la lectura expectante. Y al abrir el libro lo primero que encuentro es la dedicatoria manuscrita, generosa y bella como siempre, que Elsa me regala. Aunque esto no tenga nada que ver con el libro (o tal vez sí), me ayuda y predispone. Y entro en los poemas con otro ánimo.
Luego, la cita a Paul Eluard con el poema perteneciente a su poemario Corps mémorables: una síntesis de lo que nuestra poeta desarrollará en su libro:
A veces cojo tus sandalias
y camino hacia ti
Me pongo a veces tu vestido
tengo tus senos y tu vientre
Me veo entonces bajo tu máscara
y me reconozco.
Una vez inmersa en los poemas de Elsa descubro, al final del primer poema, que el sujeto poético, la voz que me habla es masculina, que la poeta da voz, así lo ha explicado, a la persona que la ha amado durante más de 45 años. Ella se convierte en él, ese hombre que ha sido « mi sombra y mi guardaespaldas, mi compañero de vida y de viaje. »
Voy despacio por la larga avenida.
El médico me ha dicho que es bueno que camine.
El malecón me empuja hacia las aves
que comen su carroña diaria y gritan sin cesar.
Aún es de noche y yo miro las nubes
que se abren lentamente a un nuevo amanecer.
Ella duerme.
Y yo pienso en su cuerpo desnudo entre las sábanas.
Este es, pues, un poemario de agradecimiento para dar un lugar poético al ser amado, para transformarse en él, algo así como « la amada en el amado transformada » (Elsa dixit), aunque a veces el sujeto poético parezca ser otro, ser ella, la misma que pone en él sus palabras, la que dice por él lo que él no sabe decir con palabras.
Elsa cuenta en algún lugar que los tres primeros poemas aparecen tal y como fueron escritos y que surgieron en un avión mientras se alejaba de la isla en la que vive, La Palma, mientras se alejaba también de él. Y como la distancia permite visiones que la cercanía niega, en esos poemas aparece él.
Él, imaginado por ella, con la voz que ella crea para él:
El médico me ha dicho que es bueno que camine,
sus paseos:
Voy despacio por la larga avenida,
la añoranza
La miro. Así, de espaldas…Parece la muchacha que tanto deseé aquella vez.
A partir del cuarto poema entran en juego, además de aquel primer amor:
Parece la muchacha que tanto deseé aquella vez…,
también los miedos:
tienes miedo a perderla,
la ternura:
Son las nubes, mi amor, pareces tonta,
el paso de la juventud, la llegada de las pérdidas, las renuncias, la enfermedad:
Los hombres y el camino se hicieron de cristales
y el corazón, ya viejo y algo triste,
fue perdiendo su brillo y aquel suave aleteo
que me llevaba siempre a tus brazos.
La distancia, las separaciones y los reencuentros:
Los demás te recorren, abrazan y transforman.
Tú te dejas querer.
Y cuando vuelves yo te estoy esperando
como si llegaras, deslumbrante y hermosa,
igual que el primer día.
Las diferencias:
Tú eres solo una extraña.
Desconoces el viento que me llevó a tus brazos,
Ignoras hasta el nombre del mar que nos invade,
Tú no eres casi nada excepto esa leyenda
Del último jinete que cabalgó tus playas.
No. Yo no soy como tú.
Y esa es la diferencia.
La soledad, los hijos, la muerte y
a mis espaldas, Carmina Burana
y el coro que canta…los domingos.
Y
siempre la Sinfonía número 40 en Sol Menor de Mozart.
O esa
Sinfonía número 6 de Tchaikovsky que él escucha cuando apareces tú y sonríes en medio del vacío que se abre a mis pies
Tras los primeros poemas, nuestra poeta reúne, recupera poemas ya escritos para seguir dando cada vez más voz a ese otro yo, a él: a su amor, algo que ya el título deja muy claro. Pero también hay en él una gran presencia de la muerte. Elsa ha confesado en varios momentos su obsesión por la idea de la muerte y eso es, precisamente, lo que se intuye desde el título. Es como si la autora pensara que estos poemas podrían ser los últimos, la última oportunidad para decir, para dar esa voz a quien la ha amado y a quien ella ha amado tanto. Felizmente, esto no será así. Más allá de los miedos, Elsa López tiene aún muchas palabras que pronunciar:
Hay nubes de colores sobre mi cabeza.
Tengo miedo, me digo.
Tengo miedo de la sombra que prolongo.
Lloro sobre las huellas de unos pasos ajenos.
Lloro por las palabras que nunca he pronunciado.
Por ti lloro. Y por mí. Es bueno que lo sepas
y declares mi nombre antes de yo morirme.
Con este poema se cierra el libro. Poco más puedo decir, a mis espaldas, Carmina Burana.
*
Queridos lectores, hoy os invito a leer este libro (Últimos poemas de amor) y también otros libros de la poeta Elsa López, a la que admiro y quiero. Creedme, es una mujer grande no solo por ser una gran poeta, sobre todo por ser una gran persona.
Buen viaje a través del AMOR hecho POESÍA.
Autor
Elsa López Rodríguez nació en Fernando Poo, Guinea Ecuatorial, en 1943. En 1947 su familia se mudó a la Isla de La Palma (Canarias), donde vivió hasta 1955, año en que se trasladó a Madrid donde cursó bachillerato y la licenciatura en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Fue profesora de Literatura Española en Lausanne (Suiza), y en 1966 se incorporó como profesora en el liberal Colegio Estudio de Madrid, heredero de la ILE.
En 1980 obtuvo el doctorado en Filosofía y Letras, y en 1982 la cátedra de Filosofía en el Instituto Isabel La Católica de Madrid, donde imparte clase hasta 1993.
De 1987 a 1989 presidió la Sección de Literatura del Ateneo de Madrid y dirigió la editorial Siddharth Mehta. En 1989, fundó la editorial Ediciones La Palma. En 1993 recibió el I Premio de Investigación José Pérez Vidal y se trasladó a Canarias para dirigir y coordinar los proyectos El Papel de Canarias (1993) y Memoria de las islas (1994-2000) del Gobierno de Canarias.
Ese mismo año fundó en Santa Cruz de La Palma el Museo Etnográfico y Centro de Arte Popular La Casa de Jorós. De 2002 a 2006 dirigió la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores. Dirige Ediciones La Palma y Promoción Cero.
Ha publicado los poemarios: El viento y las adelfas (1973); Inevitable océano (1982); Penumbra (1985); Del amor imperfecto, Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 1987 (1987); La Casa Cabrera (1989); La fajana oscura, Premio Internacional de Poesía Rosa de Damasco 1989 (1990); Cementerio de elefantes (1992); Al final del agua (1993); Tránsito (1995); Magarzas (1997); Mar de amores, XII Premio Nacional de Poesía José Hierro (2002); Quince poemas (de amor adolescente) (2003); La pecera (2005); A mar abierto, poesía 1973-2003 (2006); Travesía, XIII Premio de Poesía Ciudad de Córdoba Ricardo Molina 2005 (2006); Viaje a la nada (2016).
Y las novelas: El corazón de los pájaros (2001); Las brujas de la isla del viento (2006) y Una gasa delante de mis ojos (2011).
Datos del libro
Título | Últimos poemas de amor |
Autor | Elsa López |
Editorial | Hiperión |
Primera edición | 12 octubre 2018 |
Poeta que busca expresar con palabras aquello que sucede entre un ahora y un tal vez nunca.
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