Opinión personal
Amo los libros y adoro leer. Y por eso he hecho mía una frase de Adolfo Bioy Casares: Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Porque amo los libros respeto a los escritores. Muchos me habréis visto decirles «gracias por escribir».
El problema surge cuando los escritores y las editoriales no me respetan a mí en la misma medida que yo a ellos y sucede lo que me ha pasado con este libro que os traigo hoy. Creo que nos han perdido completamente el respeto a los lectores y que les da igual vendernos un libro que no ha pasado por un control mínimo de calidad editorial a nivel de corrección ortotipográfica.
Por eso hoy no voy a hacer una reseña de Todos las familias felices. Hoy os voy a contar por qué voy a devolver este libro como producto defectuoso.
Todas las familias felices es el libro con la peor corrección editorial que he visto en mi vida: erratas, faltas de ortografía, errores ortotipográficos, fallos en las fechas/edades. Durante la lectura iba tuiteando con el hashtag que utilizan la autora y la editorial pidiendo explicaciones. ¿Me las habéis dado vosotros? Ellos tampoco. Es más, lo han cambiado para que mis quejas no aparezcan.
Iría contra mis principios si hoy os hablara de que la novela tiene una buena trama, unos buenos personajes y un buen desenlace (aunque a mí no me haya gustado). Todo eso queda deslucido por la ausencia de corrección y, sobre todo, por la dejadez, porque algunos errores los hubiera solucionado el corrector de Word. Como este, por ejemplo (aunque he perdido la cuenta de las fotos que he hecho de errores de este tipo):
Vamos con más pruebas (solo una mínima muestra, porque no voy a ser puta y, además, les voy a hacer la corrección del libro por la cara):
Como podéis ver, empezamos fuerte: una de las protagonistas, Rosa, da a luz a Teresa con cuarenta años, pero unos párrafos más abajo (ya podéis ver que está en la misma página) tiene cuarenta y dos. ¿Cómo se llama eso? Aquí y en cualquier sitio solo tiene un nombre: DEJADEZ y poco respeto a los lectores.
No es el único fallo de edades/fechas que aparece. Hay, por lo menos, una decena.
Continuamos para bingo. El otro día una bloguera me decía que esto que os voy a contar ahora no era tan importante. Sí, señores, lo es. Porque toda la investigación que necesita hacer un autor es poner en el buscador «Brigada de Homicidios y Desaparecidos» y sale que pertenece a la Policía Judicial, nunca a la Científica. Es de «primer curso de hacer una novela en la que aparecen policías».
Si me meto a valorar la categoría profesional que tenía el policía protagonista en el año 1970 nos podemos tirar aquí hasta la Semana Santa del 3045. Así que en ese tema no voy a entrar, porque no tengo ni tiempo ni ganas.
Continuamos, que estamos a punto de cantar el bingo ya. Como dije en Twitter, o aquí faltan «las manos» que aprietan o nos sobra una «n». Sería un error pasable (porque todos nos equivocamos) si en el libro solo apareciesen de ese tipo. Pero no. Los hay de todo tipo y condición.
Aquí tenemos una maravillosa «,» que, como podéis ver, le quita todo el sentido a la frase. De estas las hay a cientos (aquí solo voy a publicar lo que ya he tuiteado) y hay comas asesinas, sí, esas que separan el sujeto y el predicado. ¡Con un par, oigan! Y sin despeinarnos.
Creo que con esto ya he aportado bastantes pruebas. Pero no he acabado:
No se puede poner en una página el prefijo unido a la palabra que antecede, que es lo correcto, y en la siguiente separado. ¿Falta? Sí, y dejadez. Os dejo aquí un apunte.
Los demostrativos, por mucho que Reverte se empeñe en decir que él los acentúa, no llevan tilde desde hace un montón de años. Este libro los tiene todos acentuados.
Si se utiliza una adaptación al castellano de un anglicismo debe escribirse siempre igual (o la adaptación o el anglicismo, pero no ambos). Aquí voy a poner un ejemplo que no es el que aparece en el libro: no se puede poner «güisqui» en algunas ocasiones y en otras whisky (y sin ponerle cursiva). O se utiliza una o la otra, pero no se van alternando alegremente.
Ahora vamos con un error ortotipográfico (que es muy frecuente y en la mayoría de los libros lo paso por alto, aunque no debería) que también había que revisarlo. Casi prefiero que siempre se ponga mal, porque si hay momentos en los que se hace correctamente tengo la sensación de que se están cachondeando de mí. Aquí tenéis la explicación de cuál es la forma correcta de hacerlo.
Dejo lo mejor para el final, porque eso ya es de traca: todo el libro sigue un orden cronológico lineal (tanto en la parte del pasado como en la del presente). Bueno, pues hay un momento en que aparece «algo» que todavía no ha sido encontrado por «alguien». Vamos, que estoy convencida de que han cambiado de orden dos capítulos y como no han hecho una última revisión no se han dado cuenta. ¿Para qué la van a hacer? Alguien se lo dirá y ya lo arreglarán cuando tenga un rato (si es que lo tienen).
Porque eso sí: tienen más cara que espalda. La única vez que me he quejado directamente a una editorial en privado, la editora me dijo, con todos sus santos huevos, que (y cito literal): «si te apetece indicarme los errores que has encontrado te lo agradecería; si no es así, lo comprendo perfectamente». ¿Que lo comprendes perfectamente? Faltaría más que te haga tu trabajo, tú cobres por ello y yo pague por el libro.
Creo que ya está bien. Les exigimos a los autopublicados que suban sus libros a Amazon impecables, impolutos, perfectamente corregidos y maquetados. Y si vemos alguna falta los crujimos. ¿Cuándo vamos a hacer lo mismo con las grandes editoriales que son las que nos cobran un pastizal? Este libro exactamente 9,99 euros en el Apple Store. ¿Cuánto cuesta una corrección? ¿500 euros? ¿Esta editorial no se puede permitir invertir ese dinero en un libro para que el producto que nos vende esté perfecto? Pues parece que no. Aunque yo lo que pienso es que nos han tomado por el pito del sereno, porque como les consentimos todo pueden vendernos el libro sin una revisión.
Me despido como he empezado: Amo los libros y adoro leer. Y añado: si las editoriales los amarais como los lectores (y no fuesen solamente un negocio para vosotros) no tendríais la poca vergüenza de vendernos productos como este. ¡Haced el favor de respetarnos! Somos el eslabón final de la cadena, pero no el más débil.
Sin nosotros no existiríais. Pensadlo.
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Autor
Mercedes de Vega, socióloga y escritora, nació en Madrid en 1960 y ha residido y trabajado en Nueva York y Barcelona.
Cursó estudios de literatura en la Universidad Complutense de Madrid y ha participado en numerosos talleres de escritura creativa.
Ha publicado la novela El profesor de inglés, el libro de relatos Cuentos del sismógrafo, diversos relatos en antologías colectivas, y artículos y publicaciones.
Ha sido galardonada dos años consecutivos (2013 y 2014) en los Premio del Tren «Antonio Machado».
Su anterior novela, Cuando estábamos vivos (2015), fue un gran éxito de público y crítica.
Datos del libro
Título | Todas las familias felices |
Autor | Mercedes de Vega |
Editorial | Plaza & Janés |
Primera edición | 15 marzo 2018 |
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Me dejas sorprendida, mucho. Esto es demasiado habitual en autopublicados o editoriales que son saca cuartos, pero no esperaba esto tan exagerado de una grande. Flaco favor le han hecho a la autora. Una pena y te acompaño en tu cabreo.
Un abrazo
Hola, Mari:
Flaco favor le han hecho a la autora y a los posibles lectores.
Gracias por acompañarme en el cabreo, pero ni con ayuda se me pasa.
Y como digo en la reseña he sacado la décima parte de lo que tengo.
Es todo indecente.
Un beso.
He leído la entrada entera y he flipado en colores, pero el verdadero horror lo sentí cuando leí «Plaza & Janés», principalmente porque es una editorial que vende sus libros a precio de oro y te puedo asegurar que se venden muy bien, así que estoy segura que se ganan un pastón, dinero que al parece no se utiliza para hacer correcciones dignas y así sacar a la venta un libro en condiciones, que siendo honestos, tendrían que ser libros perfectos ya que yo misma he comprado sus libros por no menos de veintidós euros.
Queridos editores sin vocación, cambiad de profesión, por vosotros, por nosotros, por la literatura y por la educación. Gracias.
Hola, Vane:
No sé como se ponen los emojis aquí, pero me duelen las manos de aplaudirte.
Ya lo has dicho todo.
Un besote.
Me gustaría añadir como ginecóloga,me ha impactado mucho que escriban que un embarazo extrauterino llega a término y dió a luz.
Es incompatible con la vida.
Dejan a la autora fatal
Hola, Eva:
Muchísimas gracias por tu aportación.
Tendré que actualizar la entrada con todas las apreciaciones que me habéis hecho, tanto en privado como en público.
Un beso.
A mí me ha pasado lo mismo .. pero pensé que el embarazo extrauterino era previo .
Totalmente de acuerdo contigo, vale que se les pueda pasar algo, pero por lo que cuentas no es algo, es bastante. Solo por eso, no creo que lea el libro.
Besos
Hola, Aylavella:
A todos se les puede pasar algo porque son humanos, y equivocarse lo es.
Aquí se le ha ido de las manos totalmente. Es la peor corrección que he visto en mi vida.
Un beso.
…Y de cómo fallos de este tipo te arruinan una lectura…. Entiendo perfectamente tu enfado, porque a mi esto también me ha pasado alguna ve, y eso que segurírimo que más de la mitad de los fallos que has detectado tú, seguro que los hubiera pasado de alto.
Lo que más me apena, es que este problema es cada vez más frecuente y los lectores no nos quejamos la mayoría de veces, como debiéramos.
Un besote
Hola, Maribel:
Paso muchísimos fallos por alto siempre, pero esto ha sido lo peor con lo que me he topado en mi vida.
No nos quejamos y se aprovechan de eso. Si devolviéramos cada libro que está mal, otro gallo cantaría y se preocuparían más.
Un beso enorme, preciosa.
Totalmente de acuerdo. Una errata puede ser, a todos se nos salta, pero cuando es algo constante y repetitivo…. Leer es crear cultura. ¿Qué estamos haciendo entonces?
Hola, Clara:
Somos humanos y todos cometemos errores. Pero lo de este libro es un auténtico disparate.
Lo que estamos haciendo es consentirlo. Como no protestamos, los libros cada vez están peor corregidos.
No creo que les importe la cultura, les importa el dinero.
Un beso.
Algo parecido me ha ocurrido a mí, también he aprovechado para mandarles un correo a la editorial y a la autora.
A los errores que has mencionado sumemos, entre otros, los «jugos de azar», «acampar a sus anchas» o «prestar a tención»…. vergonzoso tratándose de una editorial como esa.
Hola, Elena:
Todos los que mencionas (y muchísimos más) los tengo fotografiados. Pero a mí no se me ocurre ya hablar con una editorial y hacerles su trabajo.
Nos han tomado por el pito del sereno y ya no nos respetan. Como no protestamos no se esmeran.
Un beso.
Un error vale, dos… Bueno, ya me cuesta pero puedo pasarlo… Pero, ¿tantos? Uff, y tengo el libro en la estantería, pero ya me va a costar ponerme… Gracias por tu sinceridad.
Besotes!!!
Hola, Margari:
Son demasiados errores, porque no he puesto todos los que he visto, que han sido muchos.
Gracias a ti, siempre. No es sinceridad (ni valentía, como me han dicho muchas personas) es lo que hay. Objetividad pura y dura.
Un besote.
Entiendo y comparto tu opinión. No entiendo que una editorial desoiga las críticas de una manera tan contundente en lugar de dar la cara y pedir disculpas. Por eso valoré la respuesta de la editorial dÉpoca el otro día, porque nunca antes una editorial me había contestado a este tema.
Creo que tienes toda la razón cuando hablas de respeto en tu texto. Para mí es la palabra clave.
Me ha gustado mucho la entrada.
Un beso,
Hola, Estefanía:
Muchísimas gracias.
Lo de la editorial d’Época fue un detalle. Ya te dije en Facebook que ninguna lo hace y están todas llenas de fallos. Lo de Plaza es para darle de comer aparte y las faltas en las traducciones de Destino son dignas de estudio urológico.
Un besote.
Lo que a mí me extraña mucho es el título de la novela, porque resulta que es exactemente el mismo que el de una novela publicada en 2006 por… Carlos Fuentes (y en 2016 en «Debolsillo»). No pensaba que dos novelas pudieran llegar a tener el mismo título. Por lo demás lo que acabo de leer no me da ninguna gana de leer esta novela (la de de la Vega).
Hola, Pascale:
No sabía que había otra novela con este título, pero yo sí he visto muchas novelas con el mismo (no sé si se podrá o no, pero hacerse se hace).
Esta historia no es mala, al contrario. Lo que más me enfadaba es que habían cargado un buen argumento por la pésima corrección, tanto ortográfica como editorial.
Un beso.