Opinión personal
Cuando tropecé con Antes de que llegaras en las próximas novedades, supe inmediatamente que ese libro lo quería leer. Los que me conocen saben que el tema de los «bebés robados» me fascina y me repele a partes iguales. Que alguien pueda aprovecharse de unas víctimas por avaricia y para obtener beneficios económicos es algo que escapa a mi entendimiento (y al de cualquier persona que tenga un mínimo de sensibilidad).
En nuestro país ha habido redes de este tipo. Pero ignoraba que en Estados Unidos, entre 1920 y 1950, una «señora» se dedicó a buscar niños por todo el país y a arrebatárselos a sus padres biológicos, para luego ponerlos a la venta. Eran niños por catálogo. Porque en sus orfanatos no solo había niños abandonados, la mayoría eran niños con unas características físicas concretas, que eran las que exigían los padres «solicitantes», siempre familias pudientes, a los que les daba igual de dónde viniesen esos niños, siempre y cuando ellos pudiesen «completar su familia» con un hijo. En este entramado los niños eran tratados como simple mercancía. Esta «señora» les quitaba los niños a familias pobres y se los vendía a familias bien. Como tenía comprados a políticos y jueces (algunos de los cuales se encontraban entre sus clientes), actuaba con total impunidad, sabiéndose protegida por los mecanismos que debían haber protegido a esos niños.
Antes de que llegaras convierte en una novela de ficción lo que bien podría haber sido uno de estos casos: la historia de una niña (Rill) y sus cuatro hermanos, que fueron robados de su hogar mientras su madre daba a luz a gemelos. Ellos no son huérfanos, pero cumplen el perfil: cuatro de los cinco son rubios y con los ojos azules, las características más demandadas por los compradores. Porque no es solo que quisieran un niño, el niño tenía que reunir determinados requisitos físicos.
Y Rill, en primera persona, nos va relatando su infancia, primero en el barco en el que vivía con sus padres, lo que sucedió en el orfanato y qué fue de su vida después.
En paralelo, aunque separadas en el tiempo por casi ochenta años, Avery nos cuenta su día a día preparándose junto a su padre, un senador estadounidense, para entrar también en el Senado.
Hasta que en una visita a una residencia de ancianos una de las residentes la llama «Fern». A partir de ahí empieza a investigar y lo que va descubriendo hace que sus creencias empiecen a tambalearse. Pero para Avery la verdad está por encima de todo, aunque lo que descubra pueda hacer que su vida y la de sus familiares salte por los aires.
Ambientada en Memphis (Tennessee) en 1939 la trama del pasado y la de la época actual en Carolina del Sur, la novela está estructurada en un preluido y 26 capítulos, titulados cada uno con el nombre del personaje que nos cuenta su historia.
Utilizando un narrador protagonista en primera persona (Rill, Avery, May), la historia está formada por dos historias que se van alternando, una en el presente y otra hace casi ochenta años. Es difícil que en una novela con dos tramas paralelas ambas tengan el mismo interés. En este caso me ha sucedido que en unos momentos me atrapaba más una y en otros otra, pero las dos son igual de potentes, aunque es mucho más desgarradora la historia de Rill, sobre todo los capítulos ambientados en el orfanato, porque la autora no ahorra ni un detalle para que consigamos ponernos en la piel de los niños y entendamos todo lo que sufrieron allí.
Pero lo que más llama la atención es el contraste que se produce al pasar de una historia a otra: la vida de Rill llena de sufrimiento y de dolor desde que la separan de sus padres; la de Avery una vida de «color de rosa» desde su nacimiento, en el seno de una familia de políticos, en la que lo único que importa es cumplir las normas que dicta el protocolo y no salirse de la línea para que nadie pueda decir nada malo sobre ellos. La diferencia entre vivir y «actuar» (o vivir según lo que te impone la sociedad, de cara a la galería).
Los personajes bien dibujados, con una Rill fuerte y luchadora, una niña que apenas puede cuidar de ella misma y cuya única preocupación es proteger a sus hermanos; y una señorita Tann y una señora Murphy a las que he odiado con todas mis fuerzas. Avery en los primeros capítulos me ha parecido muy ñoña, muy sometida a los dictados de su madre, obedeciendo sin rechistar. Hasta que ha decidido hacer de su capa un sayo y se ha dado cuenta de que la vida que lleva no es la que quiere, que le ha venido impuesta y que debe tomar las riendas.
Antes de que llegaras ha cumplido con creces lo que esperaba de ella. No puedo decir que la he disfrutado porque lo he pasado mal en muchos momentos, pero es una novela que, sin ninguna duda, recomiendo. Me ha hecho maldecir y sufrir con una historia estremecedora y descarnada que nos sacude el corazón, ponerme en la piel de Rill y pensar que yo no hubiese sido tan valiente como ella, con la intriga de saber qué pasó y cómo han llegado hasta el presente, y con un desenlace que, aunque previsible, no por ello es menos emotivo.
¿La has leído? ¿Te ha gustado? Cuéntanos tus impresiones.
Autor
Lisa Wingate trabajó como periodista y actualmente es conferenciante y autora de más de veinte novelas de gran éxito en Estados Unidos.
Sus obras han ganado o han sido nominadas a numerosos premios, incluyendo el Pat Conroy Southern Book Prize, el Oklahoma Book Award, el Carol Award, el Christy Award y el RT Reviewers’ Choice Award. Wingate vive en las Montañas Ouachita del suroeste de Arkansas.
Datos del libro
Título | Antes de que llegaras |
Autor | Lisa Wingate |
Editorial | Suma |
Primera edición | 8 marzo 2018 |
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
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