Impresiones de lectura
Eso
Hay libros de autores que nunca te abandonan una vez encontrados. Eso es lo que me ha ocurrido con la autora de la que hoy quiero hablarte. El día que descubrí a Inger Christensen casi caigo rendida ante sus palabras. Mi primer contacto con la poesía de esta mujer fueron unos pocos versos contundentes, precisos, justos, que leo y releo constantemente. Pertenecen a Lys (1962):
Si estoy de pie
sola en la nieve
es lógico
que yo sea un reloj
¿cómo iba si no la eternidad
a encontrar su camino?
Más tarde, encontré Eso, y Eso se convirtió en una compañía indispensable. Desde entonces, Eso vive conmigo, a mi lado, muy cerca, y cada vez que lo frecuento me ilumina y aprendo, me aprendo. Prendo.
Un libro puede ser muchos libros
Dante escribió La Divina Comedia, Balzac La Comedia humana, Inger Christensen ha escrito Eso, un Universo poético que comprende todo lo imaginable en todos los planos y niveles de pensamiento posibles. Alguien que quiera escribir, escribir poesía o simplemente escribir, tendrá que entrar en el territorio Eso de Inger Christensen para saber que, escriba lo que escriba, escriba sobre lo que escriba…, probablemente ya haya sido dicho aquí. Algo, por otro lado, muy saludable para relativizar ciertas pretensiones mal fundadas, mal fundamentadas.
Eso ha sido traducido al español por Francisco J. Uriz y presenta una estructura maravillosamente compleja y simple a la vez, una estructura clásica: tres partes. Una estructura, sobre todo, in-temporal. PROLOGOS (horizontalidad), EPILOGOS (verticalidad) y LOGOS, a su vez dividida en tres partes marcadas con el número ocho.
El libro-arquitectura
Este libro-arquitectura ha sido construido siguiendo un esquema matemático muy preciso. Es un poema total que nos lleva más allá de las palabras, a un lugar donde se encuentra todo: lo inexplicable y lo explicable, lo razonable y lo soñado, el miedo y el valor, la belleza, la imaginación, la existencia y la nada: eso.
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Esta es la estructura de Eso. Así de simple: en el centro, LOGOS (el logos); antes, PROLOGOS (pro-logos) y después, EPILOGOS (epi-logos). Así de compleja. Todo gira en torno al «logos», término proveniente del griego, que se refiere a la razón como capacidad humana.
Pro-logos, no es el prólogo, lo que precede, que también, sino aquello que viene en ayuda (en pro) de algo o de alguien:
Eso. Eso fue. Así empezó. Eso es. Continúa. Se mueve. Más allá. Nace. Deviene eso y eso y eso. Sigue más allá de eso. Deviene otra cosa. Deviene más. Combina otra cosa con más y sigue deviniendo otra cosa y más. Sigue más allá de eso. Deviene otra cosa diferente a otra cosa y más. Deviene algo. Algo nuevo. Algo incesantemente más nuevo…
Del mismo modo Epi-logos no es el epílogo, lo que sigue, que por supuesto, sino que este prefijo de origen griego (epi) viene a significar «sobre», aquí sobre el logos, sobre la razón:
Eso
Eso es
Eso es la totalidad
Eso es la totalidad en una masa
Eso es la totalidad en una masa diferente
Eso es la totalidad en una masa de diferentes gentes
Con miedo
Pero no es una totalidad…
Y en la parte central, el LOGOS:
1
Desierto sin que nadie haya estado nunca allí,
haya muerto y entonces ya no estuviese allí;
allí sin ser ni un lugar determinado
ni uno aleatorio,
sin ser aleatorio por
falta de ausencia de lugar,
sin ser determinado por su
ausencia de lugar,
sin determinación, aleatoria o no.
Como el puro ser donde no hay nada.
Fuera: todo lo sucio
la velocidad la muerte lo aniquilado las palabras
el jugo el comienzo la confusión: dentro.
Los términos utilizados para acompañar (envolver) a ese LOGOS central no responden por tanto a la definición que normalmente se les atribuye. Se trata aquí de dos apartados, poemas largos, que pueden ser considerados perfectamente «partes» del libro, construyendo así un tríptico que, en clave pictórica, nos recordaría al cuadro de El Bosco El jardín de las delicias, donde todo está presente aunque en su saturación no podamos verlo.
Tres partes, y en la parte central también tres partes: EL ESCENARIO, LA ACCIÓN, EL TEXTO, términos estrechamente relacionados con el Teatro, ese «Gran teatro del mundo» que dijera Calderón en el siglo XVII, ampliamente representado en la literatura ya desde la Antigüedad. Tres partes que reproducen siempre una misma estructura, marcada, como decíamos al principio, por el número ocho:
Simetrías
Transitividades
Continuidades
Conexidades
Variabilidades
Extensiones
Integridades
Universalidades
En la cuarta entrada de cada una de ellas, llamada conexidades, la autora introduce, a modo de cita, la voz de otros pensadores y poetas: siendo PROLOGOS de mayor diversidad porque más expositivo (Merleau-Ponty, Mallarmé, Bataille, Sade, Greimas, Lautréamont, Sollers), reservando la parte del LOGOS a William Blake y EPILOGOS a Novalis. (Confirmo así, algo en lo que creo firmemente: somos un palimpsesto. Somos aquello que leemos…). Tres partes con ocho apartados cada una, y cada apartado con 8 textos, con lo que cada parte contiene 64 textos: el mismo número que las casillas de un damero o los escaques de un tablero de ajedrez. Nadie podría negar que el 8 tiene gran importancia en la composición de este libro que podríamos calificar de libro total: el número 8, símbolo del equilibrio entre fuerzas antagónicas. Representación también del eterno movimiento cósmico. El 8, verticalidad de ese otro 8 recostado, horizontal (∞), que representaría al infinito.
Para que exista
«Relatar un mundo que no existe para que exista». Esta es una frase de Inger Christensen, esa mujer profesora de matemáticas, que en este libro nos ofrece todos los escenarios posibles para que lo que no existe sea. Con una fórmula exacta traza, al igual que un pintor o un músico, un mundo a golpe de alfabeto, con todas las letras de un idioma que le permiten crear a su manera el mundo, su particular creación del mundo:
El primer día inventaron la arena y la arena se acomodó a descansar en sí misma…
El segundo día inventaron la luz y la luz se extendió por sí misma…
El tercer día inventaron el agua…
El cuarto día inventaron la hierba…
El quinto día inventaron el calor estival…
El sexto día inventaron el papel…
El séptimo día inventaron la nieve. Y la nieve se acomodó a descansar en sí misma…
El octavo día inventaron la cama…
Donde aparecen elementos (arena, luz, agua, hierba, etc.) que se repetirán y que permitirán organizar, representar todo lo demás. Inger crea un universo en el que las esencias y las apariencias se frecuentan; un universo cargado de trampas para el ojo (trampantojos), de máscaras. Un teatro de marionetas donde cada uno de nosotros somos un títere, el títere de turno. Todo dentro de un orden que resulta aparentemente caótico y que las repeticiones ordenarán. Un todo que Inger Christensen desmenuza, des-compone hasta mostrar sus más ínfimas partículas para, después de escrutadas, analizadas, etc. ofrecerlas a los lectores. Todo, absolutamente todo, está comprendido en las palabras de esta mujer. Todas las palabras que el alfabeto permite componer (no en vano uno de sus libros lleva por título, precisamente, Alfabeto.)
Det. Det var det.
(Eso. Eso fue)
La repercusión de este libro cuando se publicó en Dinamarca en 1969 fue enorme. Sus versos fueron utilizados como protesta en las paredes de las ciudades, incluso los gobernantes los incorporaron en sus discursos. Algunos grupos de rock lo hicieron suyo y se compusieron, desde él, canciones… Todo el mundo lo ensalzó.
Además, Eso recoge el origen de la poesía, de toda una tradición occidental. Es una cosmogonía que, a medida que surge va creando el mundo, es un himno que celebra todas las cosas que existen sobre la tierra, es un tratado poético sobre el origen del lenguaje y del ser; es una reflexión sobre la sustancia misma de la que está forjada la realidad y sobre la percepción que tenemos de ella; es una crítica a las instituciones, a todas, no solo a las políticas. (Sexto Piso S.L.)
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Permíteme lector, lectora, que hoy no sea más expansiva, tampoco más explícita. No tengo las palabras que quisiera para poner ente ti lo que este libro grandioso supone y ha supuesto para mí. Siempre lo tengo cerca, pues como ocurre con otros grandes libros vuelvo con frecuencia a él para no olvidar lo pequeña que soy y lo importante que es leer, a fin de encontrar el propio camino con la ayuda de las piedras que quienes nos han precedido han ido dejando como señal.
Te deseo una fructífera estancia en Eso. Te quedan muchas puertas por abrir y muchos caminos por recorrer: el apartado conexidades, los autores citados en cada una de las partes, los entramados que oculta y muestra cada página, los lugares a los que remite, las denuncias de todo orden: todo lo que la palabra y su estar en el mundo, en el Libro, es capaz de revelarnos para rebelarnos.
Nadie debiera quedarse sin hacer un viaje al fondo de Eso, un libro del que no podrás alejarte mucho tiempo.
Hasta la vuelta.
Autor
Nació en Vejle, en 1935 y falleció en Copenhague en 2009. Fue matemática, poeta, dramaturga y ensayista. Escritora danesa, Inger Christensen fue la más conocida poeta vanguardista y experimental de toda su generación.
Comenzó a publicar poesía en distintas revistas en 1958 y fue profesora en el Colegio de Artes de Holbæk durante dos años antes de consagrarse a la escritura. A esa época pertenecen dos de sus obras más conocidas, Lys y Græs.
Las novelas de Christensen, de tipo histórico, lograron cierto eco fuera de Dinamarca siendo La habitación pintada, la única obra de esta autora publicada en español.
Alfabet es su obra más conocida y por la que más reconocimiento ha recibido, en la que Christensen juega con palabras y números junto con la secuencia matemática de Fibonacci.
Además, Christensen publicó numerosos ensayos, libros infantiles y hasta obras teatrales. Fue candidata al Nobel de Literatura en diversas ocasiones, así como ganadora de importantes distinciones como el Premio Europeo de Poesía de 1994 o el Nórdico en 2004.
Datos del libro
Título | Eso |
Autor | Inger Christensen |
Editorial | Sexto Piso |
Primera edición | Septiembre 2019 |
Poeta que busca expresar con palabras aquello que sucede entre un ahora y un tal vez nunca.
Incluso el diseño de la portada jugando con Enso japones. Muy acertado.