Opinión personal
Sin anestesia: Entre dos mundos de Olivier Norek no es una novela, ha sido un mazazo directo a mi conciencia. Creo que es la primera vez que leo una historia ambientada en su mayor parte en un campo de refugiados y la experiencia ha sido demoledora.
Me gustó mucho Efecto dominó (eso sí, espero que las editoriales en lugar de empezar por el tercer título de una serie un día empiecen por el principio, pero eso sería mucho pedir), así que cuando vi que el autor sacaba nuevo libro no lo dudé ni un instante. Y, arriesgando, sin leer la sinopsis. Menos mal, porque si la hubiese leído, posiblemente, Entre dos mundos hubiese quedado inmediatamente descartado. Porque yo leo, fundamentalmente, para pasármelo bien, no me gusta tener que estarme tragando nudos constantemente y tener el corazón completamente encogido mientras leo.
Porque, seamos sinceros, estamos tan saturados de ver siempre las mismas imágenes en las noticias que al final terminamos inmunizándonos contra las crisis humanitarias y contra el drama de los refugiados. La primera vez que lo vemos nos impresiona, la segunda ya no tanto, y cuando lo estamos viendo diariamente ya ni le prestamos atención. Por eso, leer este libro, ha sido para mí un puñetazo en el corazón.
Ambientada en Calais, Siria, Libia y Sudán, Entre dos mundos está estructurada en cinco partes tituladas (sí, los títulos también son mazazos: Huir, Esperar, Resistir, Sobrevivir y ¿Hundirse?, que bien podrían ser las etapas por las que pasa la vida de cualquier persona que tiene que huir de su país como un refugiado), subdivididas a su vez en 50 capítulos, además de un epílogo y dos capítulos iniciales titulados.
Usando un ordenamiento temporal in extrema res y con un hilo cronológico completamente roto, está escrita utilizando un narrador cuasi omnisciente en la mayor parte de la novela, excepto algunas escenas en las que tenemos un narrador protagonista, que es cuando Kilani nos cuenta la aterradora historia de su corta vida.
En Siria conocemos al capitán Adam Sarkis que, además de trabajar para el gobierno, se ha unido a una célula rebelde del Ejército Libre Sirio. Cuando un día descubre que han detenido a uno de sus compañeros y que el gobierno está exterminando a la oposición, se da cuenta de que ha llegado el momento de que su mujer y su hija huyan.
Así asistimos al periplo de Nora y Maya desde Siria y conocemos a los tratantes de personas.
Por otro lado vemos la llegada del teniente Bastien Miller a su nuevo destino en Calais.
Y vivimos el día a día en la Jungla, un campamento de refugiados en la localidad de Calais, donde viven alrededor de 10 000 personas, la mayoría afganos, sudaneses y sirios. Entre ellos está Kilani, un niño sudanés con una historia desgarradora a sus espaldas. Una «ciudad» centro de la verdadera ciudad, con sus leyes y sus normas, en la que la policía no hace acto de presencia.
¿Qué me ha gustado?
- Entender el porqué del título: todos los migrantes de la Jungla están en una especie de limbo, porque Francia no los puede devolver (por conciencia y por decencia) pero se les impide llegar a donde realmente quieren ir, que es a Gran Bretaña. Están bloqueados allí, en una especie de tierra de nadie, entre los dos mundos que dan título al libro.
- Que es una novela negra, negrísima, en la que se denuncia a los que cierran los ojos ante estos campos, a los que comercian con los sueños de los seres humanos, las guerras que se están eternizando en el tiempo (como la de Siria), a los gobiernos que no hacen nada por solucionar estos dramas humanitarios…
- Una trama compleja y bien hilada, con alternancia de capítulos pasados y presentes, en un hilo cronológico completamente roto. Y lo bien que ha sabido ir enlazando unos capítulos con otros, manteniendo el ritmo y la tensión.
- La forma de escribir el autor, que es como si hubiese «ficcionado» una crónica periodísitca. Con frases cortas, yendo a lo concreto, sin perderse en florituras ni en adornar la realidad.
- Vivir el sufrimiento de Adam buscando a su mujer y a su hija. Y nosotros sabiendo lo que ha pasado con ellas, pero no podemos decírselo. Eso me ha generado una angustia y una desazón difíciles de olvidar.
- La ambientación es magnífica, sobre todo el día a día en un campamento de refugiados. Porque aunque estoy harta de ver en la televisión y de escuchar en la radio campos de refugiados, guerra en Siria, trata de seres humanos, pateras, ahogamientos en el Mediterráneo y similares, es muchísimo más impactante leer lo que sufren estas personas para llegar a Europa huyendo de la guerra y del hambre que verlo. Porque en la televisión no dejan de ser un número, uno más, y aquí los conocemos por su nombre, sabemos sus circunstancias concretas y hacemos nuestras sus penurias.
- Tener conocimiento de lo que es la Jungla, un campo provisional en la ciudad de Calais, donde los refugiados esperan para poder pasar a Gran Bretaña (Yukéi, como lo llaman ellos). Recordaba que hubo una época que se hablaba mucho de Calais y de cómo los migrantes querían pasar la frontera con Gran Bretaña en camiones, pero nada más. Leyendo he convivido con ellos durante unas horas y la experiencia ha sido una sacudida brutal.
- Unos personajes poliédricos, con muchísimos matices y aristas, con los que es fácil empatizar y, aún más, sufrir por ellos. Un Adam inmenso, buscando desesperadamente a su mujer y a su hija, un Kilani con más vivencias que un adulto, y un Bastien que empieza siendo alguien bastante anodino para terminar convirtiéndose en un gran personaje.
- El final, que es sobrecogedor y nos desgarra por completo. Porque aunque el libro tiene un ordenamiento in extrema res, hasta que no he llegado a las últimas páginas no he visto qué relación tenía ese primer capítulo con lo que estaba sucediendo. Pero, también, es un canto a la esperanza, porque no todo podía ser dolor.
Resumiendo, que dice el Maestro: Entre dos mundos de Olivier Norek es un novela que es todo un mazazo a nuestras conciencias. Una trama muy compleja y muy bien hilvanada, con un ritmo muy dinámico y un desenlace sobrecogedor. Los personajes de esta novela y sus vivencias tardarán en irse de mi cabeza mucho tiempo, porque son de los que se quedan pegados a la piel y se van colando hasta pasar a formar parte de nosotros. Un libro de lectura imprescindible.
Autor
Olivier Norek (Toulouse, 1975) se marchó a los diecisiete años de Francia a una misión humanitaria. Tras conocer la Guayana así como los campos de refugiados y el frente de la antigua Yugoslavia, supo que quería ser policía. Durante quince años fue teniente en el departamento judicial de Sena-Saint-Denis, al noreste de París.
En 2011 participó en un concurso de relatos y decidió buscar tiempo para escribir su primera novela, Code 93 (2014), recibida calurosamente por la crítica y los lectores. Le siguieron Territoiresen (2015 )y Efecto dominó (2016).
Esta última se alzó con uno de los grandes premios otorgados en Francia, concedido en ediciones anteriores a autores de la talla de Pierre Lemaitre, Petros Markaris, Philip Kerr, Arnaldur Indridason y Víctor del Árbol: el de Mejor Novela Negra Europea en el marco del festival Quais du Polar.
Datos del libro
Título | Entre dos mundos |
Autor | Olivier Norek |
Editorial | Grijalbo |
Primera edición | 24 enero 2019 |
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Uffff. Qué duro, ¿no? Me lo apunto porque lo pones muy bien, pero creo que tardaré mucho en atreverme con una historia como esa. No tengo yo el corazón para estos dramas reales en este momento.
Aun así, como siempre, cuando un libro te llega, mi querida Montse, es imposible no acabar añadiéndolo a la lista 😉
Un beso
Hola, Ara:
Los dramas reales son los que vemos constantemente en la tele pero, cuando los hemos visto diez veces, ya no nos sacuden.
Besotes.
Uf, pues no sé, por un lado veo que te ha gustado, pero me dices que ha sido un mazazo para tu conciencia y que se pasa mal leyéndola, se me quitan un poco las ganas, coincido contigo en que leo para pasarlo bien y por eso no sé si disfrutaría de la lectura de esta novela.
Besos
Hola, Aylavella:
Se pasa mal porque Norek nos retrata la realidad con toda su crudeza.
Para disfrutarla (de pasarlo bien) no es, pero se puede disfrutar una novela de muchas maneras.
Besotes.
Como para decirte que no con tremenda reseña!
Besotes!!!
Hola, Margari:
Es un libro que me ha dejado con el corazón muy tocado.
Besotes.
Confieso: no estoy preparada para una lectura de estas características. Hace poco, a raiz de un reportaje de televisión sobre los supervivientes de Mauthaussen (no sé si lo habré escrito bien) decidí que tenía que leer algo ambientado en un campo de concentración….aun no he encontrado el momento.
Has sido muy valiente. Primero por empezar un libro sin leer la sinopsis (creo que no lo he hecho jamás!) y segundo, por la lectura. Felicidades!
Hola, Maribel:
Aunque son temas parecidos, no creo que nada comparable al holocausto nazi.
Deberías intentar darle una oportunidad, porque también es un canto a la esperanza.
Besotes.