Opinión personal
Cada vez estoy más convencida de que son los libros los que nos buscan, no al contrario, que todo pasa por algo. Igual que cada libro tiene su momento, muchas veces son ellos los que se ponen delante de nosotros y nos piden que los leamos. Esto fue lo que me sucedió con Deje su mensaje después de la señal, de Arantza Portabales.
Esta novela se me había «despistado» cuando hice el post de las novedades pero tuve la inmensa fortuna de que Nubico la subiera el día de su publicación. Y me llamó la atención esa cara tapada por un papel. No necesité ni leer la sinopsis para descargármela. Siempre que bajo un libro lo primero que hago es comprobar que está perfectamente descargado y para eso tengo que leer las primeras páginas. Y con Deje su mensaje después de la señal me puse a leer y ya no paré.
Hoy mis impresiones sobre la novela serán más escuetas de lo habitual, por dos motivos: porque es una obra corta y, fundamentalmente, porque soy incapaz de expresar todos los sentimientos que me ha transmitido la novela. Ya os adelanto (lo sé, soy muy pesada, siempre tan categórica) que será una de mis mejores lecturas del año.
Deje su mensaje después de la señal nos cuenta la historia de cuatro mujeres, sin aparente relación entre sí, que se desahogan a través de mensajes en un contestador. Tenemos a Marina, una abogada matrimonialista que acaba de ser abandonada por su marido y le llama para decirle cómo se siente; conocemos a Carmela, una anciana a la que le acaban de detectar un cáncer en fase terminal y se desahoga contándoselo a su hijo Manuel, que trabaja como médico en el Sáhara; también está Sara, una chica «hiper-mega-súper-o-sea» que ha intentado suicidarse por la presión de su inminente boda y que le deja mensajes a su psicólogo; y a Viviana, una prostituta que habla con su padre (que piensa que trabaja en un IKEA).
Y con este planteamiento tan original vamos conociendo poco a poco la vida de las cuatro y cómo esas vidas que parecen tan distantes y tan distintas no lo son en absoluto, porque todas tienen algo en común: no se atreven a contar lo que les sucede en persona y tienen que hacerlo mediante una máquina. Algunas no se atreven porque sus interlocutores no las escuchan y no les prestan la atención suficiente; otras porque se avergüenzan de lo que están contando; otras porque lo que dicen no es cierto; y otras porque quieren proteger a las personas que quieren. Y ese «algunas» y ese «otras» sirve para las cuatro porque, en el fondo, aunque con problemas diferentes tienen varios en común: la incomunicación y la soledad, la necesidad de desahogarse y de sentirse escuchadas, comprendidas y queridas. Pero, además, como no tienen a nadie que las interrumpa en su discurso se atreven a hablar de lo que han ocultado siempre y empiezan a salir todos los «trapos sucios» que nunca se han atrevido a airear.
Las cuatro mujeres que protagonizan esta gran novela coral son cuatro grandes personajes, tan grandes como son las aristas, las facetas y los claroscuros de sus personalidades. Marina, la abogada matrimonialista, no ha sido abandonada sin motivos, como nos hace creer en un primer momento. Carmela, que intenta que su hijo no sufra al saber que su madre se está muriendo, mientras pone al corriente de su vida a Manuel deja al descubierto que no es la tierna ancianita que nosotros pensábamos. Sara no intentó suicidarse por su próxima boda y vemos cómo se va transformando ante nuestros ojos de una pija repelente sobreprotegida en una mujer que sufre. Y Viviana, mi personaje favorito junto con Carmela, que nos relata cómo acabó convertida en prostituta, y no sabemos si es más espeluznante su vida anterior o la actual.
Con estas cuatro voces narrativas y alternando capítulos protagonizados por cada una de ellas, en las que no hay ninguna confusión de quién es la protagonista que narra porque la diferencia del narrador es muy marcada pero, además, los capítulos están titulados, la autora teje una historia llena de sentimientos, emociones, soledad, dolor, culpa, secretos y confesiones, con una prosa directa y sencilla en la que la vida de Marina, Carmela, Sara y Viviana se va desgranando ante nosotros, sin ocultarnos nada, sin engaños ni artificios, hasta que las historias se van entremezclando para convertirse en una historia compartida.
Me ha parecido fabulosa la contraposición que hace entre las situaciones de los personajes y sus propias contradicciones: Marina, en su trabajo, anima a sus clientes diciéndoles que el matrimonio y el divorcio son solo una etapa, pero a ella, ahora que lo vive en sus propias carnes, eso no le sirve de consuelo. Carmela se va a morir y no quiere, Sara quiere morirse y no puede. Viviana ha tenido una vida difícil, Sara lo ha tenido todo porque su familia es muy rica. Carmela repitió los mismos patrones en su hijo Manuel que había sufrido ella. Nacemos sin manual de instrucciones y vivir es una pura contradicción. Y nos enseña que tenemos que relativizar nuestros problemas y valorarlos en su justa medida, porque lo que para nosotros es un mundo, si lo comparamos con lo que les sucede al resto, termina convirtiéndose en una nimiedad.
Deje su mensaje después de la señal es una novela intimista tierna y dura a la vez, historias cotidianas llenas de sentimientos a flor de piel, la vida de cuatro mujeres que necesitan ser no solo oídas sino también escuchadas, con una prosa cuidada y envolvente, y un final conmovedor. Si todavía no la habéis leído, hacedlo.
Y hoy me despido con esta frase, que aparece muchas veces en la novela, porque es una de las frases favoritas de Elías. Al principio no entendía que eso sirviese de consuelo para nada, pero ya la he hecho mía.
Pero desde luego lo que sí creo es que todo pasa por algo.
¿La has leído? ¿Te ha gustado? Cuéntanos tus impresiones.
Autor
Arantza Portabales Santomé (San Sebastián, 1973) es licenciada en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela.
Se inició como escritora en 2013 a través de la microficción. Tras participar en obras colectivas como 40 plumas y pico, Las palabras contadas, Lecturas d’Espagne, Purorrelato de Casa África, Escribo 3, Microvuelos y Cincuentos, en 2015 publicó su primer libro de microrrelatos, A Celeste la compré en un rastrillo, así como su primera novela en lengua gallega, Sobrevivindo, ganadora del XV Premio de Novela por Entregas de La Voz de Galicia.
En 2017, su relato «Circular C1: Cuatro Caminos-Embajadores» obtuvo el Premio de Narración Breve de la UNED y su microrrelato «Las Musas» resultó ganador anual del Concurso de la Microbiblioteca de Barberà del Vallès.
Deje su mensaje después de la señal es la segunda novela, publicada inicialmente en gallego con gran éxito de crítica y de público. La noticia de la contratación en castellano por Lumen despertó el interés internacional y será traducida próximamente al italiano, al alemán y al hebreo.
Datos del libro
Título | Deje su mensaje después de la señal |
Autor | Arantza Portabales |
Editorial | Lumen |
Primera edición | 3 mayo 2018 |
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.
Hola bonita, ya sabes que la hice ayer mía nada mas leerte en Twiter. Leí pocas páginas porque quiero acabar los dos que tengo entre manos, pero será mi próxima lectura sin duda alguna. Yo disfruto mucho con estas lecturas de corte intimista. Gracias por el descubrimiento.
Besos
Hola, Noelia:
Gracias a ti por confiar en mi criterio.
Ya me irás contando.
Un beso.
Lo tengo que leer sí o sí. Me dejas con ganas de conocer a estos cuatro personajes, pero con muchas ganas. Otra novela que me descubres!
Besotes!!!
Hola, Margari:
Si leíste «Los días iguales de cuando fuimos malas» te lo recordará, se da un aire. Y ayer descubrí, por accidente, que son amigas las autoras.
Espero que lo disfrutes.
Un beso.
Hola Montse. Gracias por tu generosa reseña. Conocí a Inma López Silva cuando su novela ya estaba publicada y la mía en imprenta. Es cierto que a día de hoy nos une una bonita amistad, ambas hemos sido traducidas al castellano por la misma editorial, Lumen, y es también cierto que la admiro muchísimo, por lo que tu comparación me alegra mucho.
Te dejo el vídeo de la presentación del libro en gallego, aunque creo que lo entenderéis bastante bien. Inma me hizo el inmenso favor de acompañarnos a mí y mis mujeres en un día tan especial. Un saludo desde Compostela.
https://youtu.be/dDVR3tNoT9s
Hola, Arantza:
Gracias a ti por escribir, siempre.
Fíjate que de lo de Inma me di cuenta después de reseñarte y se lo comenté a una amiga para que lo pusiera en la suya. Luego descubrí que había una relación entre vosotras y me sorprendió mucho.
El vídeo una maravilla, gracias por dejar el enlace.
Un beso fuerte.
Qué buena pinta tiene. Me apetece un montón. Gracias por la recomendación
Hola, Marta:
Gracias a ti por fiarte de mi criterio.
Ya me contarás qué tal.
Besotes.
Hola guapísima, aunque se sale un poco de mi zona de confort lo leeré porque veo que te ha gustado muchísimo y eso es más que suficiente para mí.
¡Un besote!
Hola, Vane:
Salir de nuestra zona de confort a veces nos depara sorpresas muy agradables.
Estoy segura de que lo vas a disfrutar.
Besotes.
Totalmente recomendable la novela.
Llena de sentimientos.
Hola, Vicente:
Mucho. Te recomiendo, si no la has leído, «Los días iguales de cuando fuimos malas», de Inma López Silva, que tiene una estructura muy similar. De hecho, las autoras son amigas. Aunque este último es aún más duro.
Un beso.
La he leído de un tirón y me ha removido sensaciones, miedos y tabúes que continúan dentro sin enfrentarme a ellos. Me ha dolido el alma.
Hola, Ana:
Es una novela muy dura, durísima, que remueve todo.
Espero que ya te hayas recuperado.
Un beso.