Opinión personal
Después de seis semanas sin reseñar porque me había cogido unas merecidas vacaciones del blog aprovechando que en verano hay menos que contar, mi intención era volver con un combo de reseñas de los últimos libros que he leído (pocos, porque he estado, como la mayoría sabéis, treinta y ocho días con la cabeza perdida y emocionalmente mal): La colina del almendro, Hijas del castillo Deverill, Dime que soy yo y Olvídate de mí, a los que pensaba añadir este que hoy os traigo, 55 de James Delargy (porque daba por hecho que un thriller publicado por esta editorial sería, como poco, entretenido).
Pero nada más lejos de la realidad. Así que iré al grano y sin anestesia: 55 es el peor libro que he leído en los últimos años (y he leído muchísimos, ya os lo adelanto). Y, como he dicho en Twitter, no me preguntéis por qué no lo he abandonado, que es lo que acostumbro a hacer (y más teniendo en cuenta que el libro lo he descargado de una tarifa plana, mi «san N»); tonta de mí, tenía esperanzas de que el libro mejorara, porque pensaba que empeorar era imposible. ¡Inocente!
55 parte de una buena premisa: dos tipos se presentan en una comisaría de policía de un pueblo de Australia occidental y los dos cuentan la misma historia. Que el otro lo ha tenido retenido, que ha conseguido escapar, que lo ha perseguido, que han forcejeado y que ha visto unas tumbas. Solo uno puede decir la verdad (salvo que sean cómplices) y Chandler Jenkins será el encargado de averiguar cuál es el verdadero asesino.
Hasta aquí todo fenomenal, pero a las pocas páginas al señor Delargy (no sé si porque es su primera novela, porque está mal editado o porque realmente ha querido regalarnos este cúmulo de despropósitos) pierde completamente el norte y la historia se convierte en una tomadura de pelo pero de las grandes.
Mucha culpa de mis expectativas la tiene la editorial, que la ha subido a una de las plataformas digitales en el apartado de thriller y suspense, y ninguno de los dos aparece ni se le espera. Así que hoy inauguro el apartado 1 ⭐️ y porque si la dejo en 0 va a parecer que no la he puntuado. Os garantizo que si le pudiese poner negativos se los ponía. Os explico por qué:
¿Qué me ha gustado?
- Aquí también me estreno dejando este apartado en blanco. No se salva nada. Ni siquiera la portada.
¿Qué «me» ha fallado?
Me ha fallado todo, porque la novela en conjunto no hay por dónde cogerla. Es, como ya os he adelantado, un cúmulo de despropósitos. Os los desgloso para que podáis entenderme:
- La novela la publicitan como un thriller, pero no tiene el ritmo de este género, porque una tortuga a su lado es rápida. Es, para mi gusto, más una novela policiaca, pero llevada al extremo de la caricatura. La investigación va saliendo por «inspiraciones» divinas de Chandler al que, de vez en cuando, se le ilumina un bombilla y así va encontrando las pistas. La forma de trabajar es un completo sinsentido y la forma de relacionarse entre los personajes es de película de risa.
- Hay dos hilos temporales: el presente y uno que transcurre en el 2002. Respecto a esto, un par de puntualizaciones: cuando la parte presente se va agilizando, el autor nos corta con un capítulo pasado. Al principio piensas que nos está poniendo en antecedentes para que sepamos por qué se llevan mal los dos protagonistas, pero en cuanto llegué al tercer capítulo de ese período me di cuenta de por dónde iban los tiros. Predecible no, lo siguiente. He llegado a mi destino antes de subirme al tren. Mal, muy mal.
- La poca tensión que consigue crear el autor (porque no se le da bien manejar la intriga), la rompe con esos capítulos pertenecientes al pasado.
- En cuanto a la ambientación, no ha sabido aprovechar el juego que puede dar un bosque ni la sequedad y aridez de un desierto. Si no hay no se puede sacar, y aquí ha perdido una buena baza para crear una atmósfera asfixiante.
- Los personajes no pueden ser más planos y más maniqueos, es imposible. Tenemos a Chandler, el bueno buenísimo, el del buen rollo, el que cae bien, pero que tiene la misma personalidad que una ameba. Tenemos a Mitch, su amigo de la infancia con el que tiene una mala relación y que ahora es su jefe; el malo malísimo, un trepa de manual que cae regular tirando a peor desde que aparece, con menos empatía que un calamar. Y Gabriel y Heath, que son los «asesinos», pero a los que apenas caracteriza el autor. Aunque desde el principio he averiguado quién era el que decía la verdad, ni por esas he conseguido sentir un mínimo de pena por la injusticia que estaban cometiendo con él.
- Hablando de personajes: Chandler y Mitch se pasan toda la novela a la gresca, y al final, sin saber ni cómo ni por qué, Mitch se vuelve bueno y ayuda a Chandler. Pero ¿alguien se puede creer que el carácter de una persona cambia en un minuto del odio al amor sin motivo? Tal y como ha perfilado Delargy a Mitch no es que sea poco creíble, es que es peregrino.
- Y estaréis pensando, «pero en el desenlace seguro que lo soluciona todo». Ni desenlace ni hostias ni na de na. Un final abierto, para que cada uno interpretemos lo que nos dé la gana. Y fijaos que el último 20 % cualquier autor hubiera logrado que me hubiese mordido hasta el codo de los nervios, pero aquí me daba exactamente igual lo que pasase, solamente quería llegar al final. ¡Y qué final! Vamos, que no sé si quedarme con la opción buena o con la opción regular. Porque la mala sería que al señor Delargy le dé por hacer una segunda parte de este sinsentido, de una historia sin pies ni cabeza ni fundamento, y que nos vuelva a torturar con una ida de pinza como esta.
Resumiendo, que dice el Maestro: 55 es la peor novela que he leído en los últimos años, una trama que promete en sus inicios pero que se va desinflando hasta culminar en un final abierto (que no es que quede un cabo sin atar, es que no sabemos qué ha ocurrido; bueno, lo intuimos, pero el autor no lo confirma para que elijamos la opción que mejor se adapte a nuestras exigencias) que es un insulto para cualquier lector. Generalmente cuando hago una reseña negativa siempre hay algún aspecto que se salva; en este caso el libro es un despropósito desde el principio hasta el final. No lo recomiendo, y le doy 1 ⭐️ por lo que he dicho anteriormente, para que no parezca que se me ha olvidado puntuarla. Para olvidar.
Autor
James Delargy nació y creció en Irlanda, pero vivió en Sudáfrica, Australia y Escocia antes de recalar en un pueblo de Inglaterra, donde ahora vive.
55 es su primera novela, con la que ha conquistado público y crítica en Inglaterra.
Datos del libro
Título | 55 |
Autor | James Delargy |
Editorial | Roca |
Primera edición | 5 septiembre 2019 |
Puedes encontrar a Montse Martín en Lector Cero. Si quieres un informe literario o una corrección de tu novela, puedes contactar con ella aquí.
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.