Reseña: Caída libre (Ali Hazelwood)

por Montse Martín
Publicada el 20 Mar, 2025

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Opinión personal

 

 

Hoy es el turno de Caída libre, un romance contemporáneo con ambientación deportiva universitaria, de Ali Hazelwood. 

 

 

La reina del romance STEM nos tiene acostumbrados a historias de amor con protagonistas brillantes, torpes y encantadoramente nerds en el mundo de la ciencia. Sin embargo, con Caída libre la autora se lanza a una piscina diferente: el ámbito deportivo universitario. 

 

 

Aunque mantiene su sello distintivo –una protagonista inteligente, un romance apasionado y una narrativa ágil y divertida–, esta historia introduce elementos nuevos y arriesgados, con un tono más maduro y sensual. La autora demuestra una evolución en su estilo, explorando nuevas dinámicas románticas a la vez que mantiene el tono cálido y divertido de novelas anteriores.

 

 

 

Scarlett Vandermeer, una destacada atleta de clavados en Stanford, está en su tercer año de universidad y se encuentra en una encrucijada: tras una lesión grave que casi la deja fuera de la competición, debe demostrar que sigue siendo una deportista de élite mientras se prepara para ingresar en la facultad de Medicina. Su vida gira en torno a la disciplina y la excelencia, sin espacio para distracciones.

 

 

Por otro lado, Lukas Blomqvist, capitán del equipo de natación y campeón mundial, es la personificación de la perfección deportiva. Conocido por su férrea disciplina y éxito en la piscina, Lukas parece inalcanzable… hasta que un secreto inesperado los une.

 

 

Lo que empieza como una relación de conveniencia –un acuerdo basado en la atracción mutua sin ataduras emocionales– se va transformando a medida que la tensión entre ambos se intensifica. 

 

 

Mientras el entrenamiento para las Olimpiadas se vuelve más exigente, Scarlett debe enfrentarse no solo a sus miedos y su recuperación, sino también a la posibilidad de que lo que comenzó como un juego tenga consecuencias reales.

 

 

Caída libre presenta una premisa donde el romance surge en medio de la presión competitiva y los secretos compartidos, llevando a los protagonistas a preguntarse si podrán tenerlo todo sin salir heridos.

 

 

Vamos al lío, que es a lo que hemos venido:

 

 

 

¿Qué me ha gustado?

 

 

  • Aunque Caída libre es, ante todo, una novela romántica, Ali Hazelwood aprovecha la historia para explorar temas más profundos:
    • Superación personal y resiliencia: Scarlett no solo debe recuperarse físicamente de su lesión, sino también superar sus miedos y la presión que conlleva ser una atleta de élite. La novela retrata con acierto la ansiedad del alto rendimiento y el temor al fracaso.
    • Autodescubrimiento y exploración de la sexualidad: a través de la relación con Lukas, Scarlett aprende a conocer y aceptar sus propios deseos. Hazelwood introduce elementos de BDSM ligero de manera respetuosa, enfatizando el consentimiento y la comunicación como pilares de cualquier relación.
    • El dilema moral del amor prohibido: Scarlett se debate entre su creciente atracción por Lukas y la lealtad hacia su mejor amiga, Pen, quien fue su pareja en el pasado. La historia profundiza en la culpa, la amistad y la dificultad de priorizar los propios sentimientos sin herir a los demás.
    • Equilibrio entre pasión y responsabilidad: la novela plantea la eterna lucha entre seguir el corazón o la razón, entre perseguir un romance inesperado o mantenerse fiel a los planes de vida trazados.

 

 

 

  • Hazelwood maneja con soltura algunos de los tropos más queridos del género:
    • Friends to lovers con un toque de forbidden romance.
    • Relación de conveniencia que evoluciona: Scarlett y Lukas inician su vínculo sin expectativas románticas, pero inevitablemente terminan involucrándose más de lo planeado.
    • Protagonistas con pasados traumáticos: tanto Scarlett como Lukas cargan con heridas del pasado que influyen en sus personalidades y en la manera en la que se relacionan con los demás.
    • Slow burn con alta tensión: la relación avanza poco a poco, con un desarrollo creíble que mantiene al lector atrapado en cada interacción.
    • Competencia y rivalidad: aunque no son rivales directos, la exigencia de sus respectivos deportes crea un entorno donde la presión y el sacrificio juegan un papel crucial.

 

 

  • La historia sigue un desarrollo lineal sin saltos temporales. Hazelwood dosifica bien la evolución del romance, equilibrándolo con el crecimiento individual de Scarlett.

 

 

  • La tensión sexual es evidente desde el inicio, pero la construcción de la relación se toma su tiempo, lo que refuerza la credibilidad del vínculo entre los protagonistas.

 

 

 

  • Los diálogos son uno de los puntos fuertes de la novela: hay chispa, humor y momentos de vulnerabilidad que permiten conocer a fondo a los personajes. Sin embargo, algunos secundarios, como los compañeros de equipo o la terapeuta de Scarlett, quedan menos desarrollados de lo que podrían estar.

 

 

 

  • Ali Hazelwood mantiene su estilo fresco y accesible, con una prosa fluida y diálogos dinámicos que hacen que la lectura sea ágil. La narración en primera persona desde la perspectiva de Scarlett permite un acercamiento a sus pensamientos y emociones.

 

 

 

  • En comparación con novelas anteriores, Caída libre es más intensa y madura aunque, paradójicamente, sus protagonistas sean más jóvenes.
    • Se nota que Hazelwood ha ganado confianza como escritora y se atreve a explorar temas más adultos y a desarrollar escenas románticas con un nivel de detalle y sensualidad superior al de sus trabajos previos, sin perder el equilibrio entre emoción y contenido erótico.
    • Además, se atreve a profundizar en traumas personales y en sexualidad sin diluirlos con excesiva comedia. La manera en la que aborda el pasado familiar de Scarlett o la presión psicológica del deporte de élite añade peso dramático, recordando que la autora puede equilibrar humor con temas serios.
    • En novelas previas, los conflictos tendían a ser malentendidos románticos o rivalidades profesionales; en Caída libre el conflicto interno de la protagonista (superar su propio miedo) es igual de importante que el externo. Esta mezcla de romance y desarrollo personal refleja una progresión respecto a sus obras anteriores, que seguían más los cauces de la comedia romántica convencional.

 

 

 

  • Hazelwood maneja las escenas de sexo con lenguaje explícito pero elegante. Las descripciones no caen en lo vulgar gratuito, sino que equilibran pasión con ternura y, sobre todo, con comunicación constante entre Scarlett y Lukas sobre lo que sienten. Esta insistencia en dialogar y consensuar en medio de la pasión no le quita sensualidad, al contrario, muestra una relación sexual saludable .

 

 

 

  • Los personajes principales están muy bien desarrollados, aunque no se puede decir lo mismo de algunos secundarios:
    • Scarlett Vandermeer: es una protagonista fuerte y decidida, pero con un lado vulnerable que la hace humana. Su evolución a lo largo de la novela es convincente y coherente con sus experiencias.
    • Lukas Blomqvist: en un principio parece el clásico chico de oro perfecto, pero a medida que avanza la historia se revelan sus miedos e inseguridades. Es un personaje bien construido que va más allá del interés amoroso atractivo.
    • Penelope “Pen” Ross: mejor amiga de Scarlett y exnovia de Lukas, su rol en la historia es complejo. Aunque no es una antagonista per se, su influencia en la vida de Scarlett genera tensión constante. Si hubiese sido la villana de la historia, hubiese sido una secundaria redonda, pero para mí la ha perfilado como si fuese la gata Flora, y ese es el típico personaje que me enerva, no puedo con ellos.

 

 

 

  • La novela se desarrolla en el campus de Stanford y en escenarios deportivos como piscinas y gimnasios de alto rendimiento. Hazelwood hace un buen trabajo retratando la exigencia del deporte de élite, pero el entorno académico –que ha sido un punto fuerte en sus libros anteriores– queda en un segundo plano.

 

 

 

  • El desenlace, aunque predecible (obvio, es una novela romántica), me ha parecido muy bonito. Hazelwood cierra bien las tramas abiertas y ofrece una resolución coherente con el desarrollo de los personajes.

 

 

 

 

¿Qué «me» ha fallado?

 

 

  • No me he reído como en otras ocasiones. Bueno, a decir verdad no me reído nada en absoluto. Aunque los diálogos son chispeantes, esta vez no ha conseguido sacarme ninguna carcajada.

 

 

 

  • Lo del BDSM es un tema para echarle de comer aparte. A mí me molestan las escenas eróticas siempre, porque creo que con un par de ellas ya está bien para hacernos una día de lo bien que follan los personajes. Pero en este caso lo que me ha chirriado mucho es que haya sido un BDSM taaaaaaaan blandito que, llamadme rarita si queréis, para mí es sexo sin etiquetas. ¿Que hay dominio? Sí. ¿Que hay sumisión? También. Y poco más. Considero que algunas lectoras se pueden alejar de esta novela al ver esas cuatro letras; incluso yo llegué a pensar antes de leerla que la Hazelwood estaba arriesgando demasiado. Una vez leída, creo que, si ha pretendido escandalizarnos, se ha quedado cortísima.

 

 

 

  • Y ahora viene cuando la matan: estoy hasta el coñísimo de protagonistas masculinos con pollas kilométricas. ¿De verdad que las mujeres las necesitamos de metro y medio? ¿En serio? Y que me repitan lo del tamaño más de dos veces me saca totalmente de mis casillas. Muy mal, Ali, muy mal.

 

 

 

  • Como he dicho en su apartado correspondiente, el personaje de Pen se me ha quedado muy flojo. No es una villana, pero tampoco es una buena persona. La descripción perfecta es que es como la gata Flora, una tocapelotas de cojones: ni come ni deja comer. 

 

 

 

  • El epílogo me ha parecido tan malo como innecesario. Ali, ¿realmente la novela pedía que nos dieras toda esa información? Ya me respondo yo: no. Ya habías cerrado la trama del romance, podíamos vivir perfectamente sin saber qué pasó después.

 

 

 

Resumiendo, que dice el Maestro: Caída libre es una novela que combina romance, deporte y autodescubrimiento en una historia apasionante y bien estructurada. Ali Hazelwood mantiene su estilo característico de diálogos ingeniosos y personajes complejos, a la vez que introduce una exploración más profunda de las dinámicas de confianza y consentimiento dentro de las relaciones.

 

 

Sigue la fórmula que la ha hecho triunfar, pero con una ambientación deportiva que aporta frescura. Aunque no es su historia más innovadora, el romance está bien desarrollado y el conflicto interno de la protagonista añade profundidad.

 

 

Ali Hazelwood demuestra que puede expandir su repertorio más allá del romance STEM, y aunque Caída libre no rompe esquemas, es una historia envolvente, apasionada y con el sello de calidad que la autora ha sabido construir: gran química entre los protagonistas y una relación que crece de manera orgánica, buena representación de la ansiedad y la presión competitiva, tanto en el ámbito deportivo como en lo personal, y escenas románticas y eróticas bien desarrolladas, con un enfoque en el consentimiento y la confianza.

 

 

 

 

 

 

 

Autor

 

 

Ali Hazelwood es autora de múltiples publicaciones… por desgracia, de artículos sobre neurología revisados por pares, en los que nadie se da besos y en los que el para siempre no es siempre feliz.

 

 

Nacida en Italia, vivió en Alemania y Japón antes de trasladarse a Estados Unidos para doctorarse en neurociencia.

 

 

Cuando Ali no está trabajando, se dedica a correr, hacer ganchillo, comer cake pops y ver películas de ciencia ficción con sus dos jefes supremos felinos (y su algo menos felino marido).

 

 

Sus novelas La hipótesis del amor, La química del amor, La teoría del amor, Novia y Jaque mate al amor han sido éxitos de venta mundiales.

 

 

 

Datos del libro

 

 

 
Título Caída libre
Autor Ali Hazelwood
Editorial Contraluz
Publicación 13 marzo 2025
Traducción Patricia Sebastián
Serie