Reseña: Los juegos de los dioses (Abigail Owen)

por Montse Martín
Publicada el 26 Mar, 2025

Suscríbete a nuestro boletín semanal

Recibirás cómodamente en tu correo nuestro boletín semanal con reseñas, novedades editoriales, recomendaciones, series literarias, sorteos y mucho más.

quiero suscribirme

 

Opinión personal

 

 

A mediados de mes estaba yo con una crisis  de identidad por tanta lluvia (sí, la oscuridad me deprime, tendría que llover con sol para que yo pueda hacer la fotosíntesis) y qué mejor para solucionarla que comprar libros a palés. Me acordé de que tenía pendiente el pedido semestral de la editorial Hidra, así que allí que me fui. Los juegos de los dioses de Abigail Owen se publicita como uno de los grandes lanzamientos del año, pero yo tenía mis dudas porque las competiciones mortales no son lo mío. Así que dudé durante un buen rato y al final me dije: «¿Qué vas a perder?». 

 

 

Bendita la hora en la que tomé la decisión de echarlo al carrito, porque Los juegos de los dioses va a ser (y lo digo en marzo, que quedan nueves meses de 2025 todavía), sin ninguna duda, la gran sorpresa del año. Posiblemente haya influido que empecé a leerlo con las expectativas en negativo, pensando solamente en lo bonito que era, pero su lectura me ha dejado dando volteretas de alegría porque lo he disfrutado como una enana, que es para lo que leo.

 

 

Tanto que me fui a N a descargarme dos libros de la autora de la saga Dominios, que está publicando TBR y cuyo desenlace tendremos en el mes de abril. Llevo ya un 33 % de Una corona de mentiras y he observado que a Abigail le gustan los protagonistas masculinos oscuros (que no malos, solo moralmente ambiguos) y las femeninas sin filtro y muy sarcásticas. Bien por ti, Abby.

 

 

Y os confesaré un secreto: ayer fui a hacerme las uñas y me puse los colores de los tacos del libro. Superadme eso, queridas. Además, como el martes me podré poner (¡por fin!) con Quicksilver, llevaré la manicura a juego también con ese libro (no me hagáis mucho caso, que ver de nuevo el sol me tiene un poquito peor que de costumbre).

 

 

En Los juegos de los dioses, primer libro de la saga El Crisol, Owen se adentra en el ámbito de la mitología griega, ofreciendo una reinterpretación moderna de los dioses y sus intrigas, con un enfoque marcado por la tensión y el misterio.

 

 

Cada cien años, los dioses olímpicos celebran el Crisol, una competición mortal donde cada deidad elige a un campeón humano para luchar en su nombre (olé vuestros huevos morenos), determinando así quién gobernará el Olimpo durante el próximo siglo. Lo que viene siendo que los dioses juegan al ajedrez con los humanos de peones. Hay que rejoderse, qué morro tienen.

 

 

Lyra Keres, una joven ladrona que trabaja para la Orden de Ladrones en San Francisco, ha vivido siempre bajo la sombra de una maldición impuesta por Zeus, que la condena a ser «olvidable« y a no ser amada por nadie. 

 

 

Su vida da un giro inesperado cuando Hades, el enigmático dios del inframundo, la selecciona como su campeona para el Crisol. 

 

 

A medida que Lyra se enfrenta a desafíos mortales y descubre secretos ocultos, debe decidir en quién confiar y cómo navegar en un juego donde los dioses manipulan a los mortales a su antojo.

 

Vamos al lío, que es a lo que hemos venido:

 

 

 

¿Qué me ha gustado?

 

 

  • Como la superficialidad personificada que soy (porque una cosa es ser lectora y otra compradora compulsiva y, aunque están relacionadas, no son lo mismo), he de reconocer que compré este libro por lo preciosísimo que era su exterior, pero me ha demostrado que la belleza que realmente importa (en los libros, obviamente) está en el interior.

 

 

  • Aquí voy a confesar una cosa: además de lo del torneo mortal, de este libro me echaba para atrás el traductor. Había leído su primer libro y me pareció que su labor dejaba mucho que desear. Pensé que en el tiempo que había transcurrido habría mejorado sus competencias y así ha sido. La traducción es muy buena. Además, para ser un libro de Hidra, una editorial que se pasa lo de las correcciones por el mismísimo arco de Cuchilleros, también está bastante bien corregido. A ver si esto se convierte en norma y no en excepción.

 

 

 

  • La estructura en partes tituladas (y con una frase lapidaria que nos invita a pensar) subdivididas a su vez en capítulos (los títulos de algunos me han volado la cabeza, qué puñetera maravilla).

 

 

  • En cuanto a los temas principales que Owen trata en El juego de los dioses, se pueden destacar:
    • Destino/libre albedrío: Lyra lucha constantemente contra la maldición impuesta por Zeus, preguntándose si su vida está predeterminada o si puede forjar su propio camino.
    • Identidad y autodescubrimiento: a lo largo de la competición, Lyra descubre facetas de sí misma que desconocía, enfrentándose a sus miedos y redefiniendo su identidad.
    • Poder y corrupción: la lucha por el trono del Olimpo refleja cómo el poder puede corromper incluso a los seres más divinos, y cómo los mortales son utilizados como peones en sus juegos de ambición.

 

 

  • Respecto a los tropos, los más destacables son:
    • Competición mortal: el Crisol está formado por una serie de pruebas letales donde los campeones deben demostrar su valía. 
    • Relación prohibida: la creciente atracción entre Lyra y Hades introduce el cliché del romance entre una mortal y una deidad, explorando las complejidades y desafíos de dicha relación.
    • Protagonista maldita: Lyra carga con una maldición que la aísla emocionalmente, un elemento común en historias donde el personaje principal debe superar obstáculos sobrenaturales para alcanzar la plenitud personal.

 

 

  • La novela está narrada en primera persona desde la perspectiva de Lyra, lo que nos permite conocerla a la perfección. Esta elección narrativa facilita una conexión íntima con la protagonista, comprendiendo sus motivaciones y dilemas internos. 

 

 

  • La tensión se construye progresivamente y el ritmo se acelera conforme avanza el Crisol, manteniendo el interés del lector con giros inesperados y decisiones difíciles.

 

 

 

  • La trama sigue un orden cronológico lineal, centrado en los eventos del Crisol. Aunque se incorporan recuerdos y referencias al pasado de Lyra para contextualizar su maldición y antecedentes, la narrativa principal avanza de manera secuencial, manteniendo un ritmo constante y envolvente.

 

 

 

  • El ritmo es ágil, gracias a los capítulos cortos y a que no dejan de pasar cosas. La pobre Lyra es como un saco de boxeo. Con casi todos los dioses en su contra (no por ella, por Hades) y con ellos haciendo trampas, el Cristol no es que sea un reto para Lyra, es que se está jugando literalmente la vida.

 

 

 

  • Abigail Owen emplea un lenguaje accesible y fusiona elementos modernos con referencias mitológicas. No quiero sonar pedante, pero yo estoy puestísima en el tema y todas las menciones que aparecen las conocía; entiendo que si no estás familiarizada con el panteón griego pueda resultarte ¿densa? 

 

 

 

  • La prosa es ágil, con diálogos dinámicos que reflejan la personalidad sarcástica y resiliente de Lyra (para mí, con diferencia, lo mejor de la novela, porque me han provocado más de una carcajada). Las descripciones son vívidas, transportando al lector a escenarios que combinan lo urbano con lo divino. El tono varía entre lo introspectivo y lo sarcástico, destacando los contrastes entre lo humano y lo divino.

 

 

 

  • En lo relativo al romance, pero ha parecido muuuuuuuuy tierno y me ha dejado el corazón calentito. Basándose en el cliché de la relación prohibida, se cuece a fuego lento y, como un buen guiso, nos sirve una de las historias de amor que más me ha conmovido últimamente (y creedme, que últimamente estoy a la ultimísima en fantasía romántica). 

 

 

  • Para las que valoran un romantasy por el picante (desde que lo descubrí eso me tiene con los ojos vueltos, de verdad os lo digo), en El Juego de los dioses no es, si buscas spicy este libro no es para ti. Hay muy poquito (incluso lo puedo concretar porque en las novelas que tienen mucho, cuando llega el tercer polvo leo en diagonal: tiene 9 páginas seguidas y ya).

 

 

  • En cuanto a los personajes, están muy bien caracterizados, tanto los principales como los secundarios. 
    • Lyra Keres: la protagonista (mi diosa, mi heroína) es una joven ladrona marcada por la maldición de Zeus. Su evolución a lo largo de la novela es notable, pasando de ser una figura solitaria y desconfiada a una mujer empoderada que desafía su destino. No tiene filtro, y algunas de sus interacciones con Hades y otros dioses olímpicos son para enmarcarlas.
    • Hades: dios del inframundo, retratado como un ser enigmático y poderoso. Su relación con Lyra es compleja, oscilando entre la manipulación y una genuina preocupación. Es uno de los personajes más carismáticos del libro, y su lealtad hacia sus allegados, como Cerbero y Caronte, lo humaniza y añade capas a su carácter.
    • Cerbero: el mítico perro de tres cabezas que guarda las puertas del inframundo.  A mí me ha puesto a sus pies, porque, en esta versión, Cerbero no es solo una bestia feroz, sino una criatura con conciencia, protectora y leal a Hades. Su relación con Lyra es sorprendentemente tierna y ofrece momentos de respiro emocional en medio de la tensión del Crisol.
    • Caronte: el barquero tradicionalmente conocido por guiar las almas a través del río Estigia. En Los juegos de los dioses, Caronte es un personaje de humor seco e inteligencia aguda, que actúa como una especie de figura tutelar sarcástica para Lyra. Su presencia aporta equilibrio entre lo sombrío y lo irónico, y a mí me ha enamorado.
    • Zeus: el gran antagonista. Es presentado como un niñato consentido y un hijo de los remilcabrones, una figura autoritaria y vengativa que utiliza su poder de forma abusiva. Su ego desmedido y su necesidad de control lo convierten en uno de los dioses más detestables del Olimpo.
    • Afrodita: después de Hades, es posiblemente la diosa que me ha resultado más interesante y menos «creída». En esta versión, Afrodita mantiene su sensualidad característica, pero también muestra inteligencia emocional, sentido estratégico y una inesperada complicidad con Lyra.
    • Resto de dioses olímpicos: figuras como Apolo, Hera, Ares, Atenea (pedazo de víbora) y otros aparecen con personalidades distintivas, reflejando sus atributos mitológicos pero adaptados a un contexto moderno. Algunos son antagonistas activos, mientras que otros sirven como obstáculos o aliados ambiguos.
    • Campeones: los otros mortales seleccionados por los dioses aportan diversidad al elenco, cada uno con sus propias motivaciones y trasfondos, enriqueciendo la narrativa y presentando diferentes perspectivas sobre el Crisol.

 

 

 

  • La historia se desarrolla fundamentalmente en un San Francisco contemporáneo, donde la presencia de los dioses es una realidad aceptada.
    • Esta fusión de lo moderno con lo mitológico crea un entorno único, donde templos antiguos coexisten con rascacielos y la tecnología se mezcla con la magia.
    • Respecto a la magia, no hay mucha, salvo la que utilizan los dioses, basada en los poderes que ya conocemos de la mitología.
    • La ambientación refleja una sociedad que ha integrado a las deidades en su vida cotidiana, generando una dinámica interesante entre mortales y dioses.
    • Los escenarios del Crisol, inspirados en los mitos griegos, combinan paisajes urbanos con espacios rituales, dimensiones mágicas y símbolos antiguos, logrando una ambientación rica en capas simbólicas y visuales.

 

 

 

  • El desenlace de esta primera parte de la saga El Crisol es tan apoteósico como disfrutable es el resto de la novela. Aunque se resuelve la trama principal, acaba con un cliffhanger que si tengo a la Owen delante le pongo el bidente de Hades en el cuello y me hago un collar con sus dientes. Esto no se nos puede hacer cuando el siguiente libro no está todavía publicado en español. ¿Cómo voy a seguir viendo así, sin saber qué le está pasando a Lyra en…? No, no voy a destripar nada. Tranquilidad, que estoy un poquito tocada de la cabeza pero sé en qué momento tengo que parar.

 

 

 

Resumiendo, que dice el Maestro: Los juegos de los dioses de Abigail Owen es una novela vibrante, original y cargada de tensión narrativa que juega con la mitología griega de una forma refrescante y contemporánea. 

 

 

La autora nos regala una historia con personalidad propia, alejada de las versiones edulcoradas de los dioses del Olimpo, con una protagonista fuerte, vulnerable y compleja. 

 

 

La relación entre Lyra y Hades, con un romance que se cuece a fuego lento, los dilemas morales a los que se enfrenta nuestra protagonista, una competición mortal bien ideada, una trama muy entretenida y muy disfrutable con unos buenos giros, unos personajes bien dibujados y un final de infarto me obligan a pediros que, por favor, lo leáis, porque no os vais a arrepentir. UN IMPERDIBLE.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor

 

 

Abigail Owen es una autora superventas que ha escrito más de treinta libros que van desde joven adulto, a romantasy épico, pasando por novelas new adult y romance paranormal para adultos. 

 

 

Adora los mundos mágicos con tramas ágiles y adictivas, las protagonistas luchadoras y con personalidad, los héroes con corazón, los diálogos chispeantes y los finales felices. 

 

 

También es madre, esposa, fan de Star Wars, exparacaidista profesional y chocohólica. 

 

 

En la actualidad, Abigail reside en Austin, Texas, con su propio héroe de ensueño, sus (casi siempre) angelicales adolescentes y un adorable peludito

Datos del libro

 

 

 
Título Los juegos de los dioses
Autor Abigail Owen
Editorial Hidra
Publicación 17 marzo 2025
Traducción Roberto Martínez
Serie El Crisol