Opinión personal

 

Buscando novedades para hacer las entradas del blog me topé con este libro, El último regalo de Paulina Hoffmann, y su portada y su sipnosis me atrajeron muchísimo. Pero cuando descubrí que era una de las apuestas editoriales del año me entraron los recelos. Al poco tiempo vi un tuit de Juan Gómez-Jurado recomendándola y  los temores desaparecieron de un plumazo.

Dice la autora, en algunas entrevistas que he leído, que la historia surgió tras el fallecimiento de su abuela hace cuatro años, una mujer que había vivido en la Alemania nazi. Y con ese punto de partida, Carmen Romero nos cuenta la historia de Paulina, que cuando empieza la novela acaba de morir. Y le ha dejado en herencia a su nieta un piso en Berlín, un piso del que sus dos hijos y Alicia ignoraban su existencia.

Paulina había ejercido como abuela y madre de Alicia, porque esta se había quedado huérfana cuando era muy pequeña. Y entre ambas existió siempre una conexión especial. Porque Paulina no era tan rígida como una madre ni tan consentidora como una abuela. Y eso creó un vínculo entre ambas que solo la muerte pudo truncar.

Era su amiga, su cómplice, su confidente…Y Alicia se siente huérfana y decide viajar a Berlín para saber por qué su abuela compró allí un piso y no se lo contó a nadie.

Y allí descubre un viejo álbum de fotos y un espejo, y gracias a ellos descubrirá sucesos de la vida de su abuela que Paulina había mantenido ocultos.

Ambientada en Berlín, Madrid y Málaga, durante un período que abarca desde 1938 hasta 2016, siguiendo un orden cronológico discontinuo (en la novela se van intercalando capítulos del presente con otros del pasado), la novela está estructurada en partes tituladas, subdivididas a su vez en capítulos.

Utilizando un narrador omnisciente, la autora nos va narrando la historia completa de la vida de Paulina, desde los horrores de la Alemania nazi hasta su muerte, con un especial hincapié en su relación con Alicia y en todas las desgracias que jalonaron su existencia. El ritmo es pausado, pero como la novela está llena de intrigas y misterios y, además, tiene una prosa que nos va envolviendo y que nos atrapa cual tela de araña, es una historia que no se lee, se devora.

Los personajes son poliédricos, con muchísimas aristas y matices. Paulina y Alicia son las protagonistas absolutas de la novela, cada una con sus luces y sus sombras. Paulina es una superviviente, una mujer que ha sabido reponerse a todos los «palos» que la vida le ha ido dando (y han sido muchos); una mujer que siempre encontró fuerzas para seguir luchando a pesar de haber tenido una vida nada fácil. Alicia es una mujer que tiene miedo a entregarse, hay algo que la retiene y le impide darse por completo. Los personajes masculinos son todos secundarios pero con un papel importante y un gran peso específico en la novela. Manuel, Carlos, Iván y Marcos son los hombres que acompañan a nuestras protagonistas en el peregrinaje de su existencia.

El final es sencillamente sublime.  Ni en mil vidas hubiese imaginado que el «regalo» que aparece en el título fuera algo tan simple y, a la vez, tan inmenso. Un broche de oro a una novela magistral que, como me atreví a decir en Twitter antes de terminarla, seguro que se encuentra entre mis mejores lecturas del año.

 

¿Qué me ha gustado?

 

• Que con una prosa sencilla pero muy elegante, llena de sensibilidad, se pueden desgranar muchos sentimientos, porque en este libro se mezclan el horror más absoluto y la esperanza, episodios angustiosos con otros felices. Porque es una novela muy emotiva, dura en algunos momentos, dulce en otros, pero que nos remueve y nos conmueve y nos provoca todo tipo de emociones encontradas.

 

• Que es  una novela protagonizada por dos mujeres fuertes, luchadoras, pero no es una novela para mujeres, ni muchísimo menos. Es un NOVELÓN sin género ni sexo, porque la vida no discrimina.

 

• Los temas tratados, sobre todo el de la maternidad y la forma en que cada uno la afronta, la dificultad de conciliar vida laboral y familiar, y la literatura, que está presente en toda  la novela. Además de las atrocidades cometidas por los nazis y los rusos (hubo miles de mujeres violadas por los soviéticos después de la toma de Berlín en 1945) y el amor como purificador de tanta barbarie. Y por encima de todo ese amor, los errores, la pérdida y la culpa.

 

• Hablando de literatura. Al principio de la historia aparece un libro de John Irving, después se menciona que Paulina se aficionó a la lectura gracias a El conde de Montecristo y se habla de que los libros nos pueden salvar de la locura. Pues bien. Irving es uno de mis escritores favoritos (no puedo morirme sin haberle visto recoger el Nobel), yo también me hice lectora compulsiva con el libro de Dumas y los que me conocen me han oído decir mil veces que un libro me salvó de la locura. ¿Queréis más coincidencias? Pues las hay. Pero esas me las guardo para mí.

 

• Jamás (y digo jamás) una barra de labios me erizó el vello como me ha sucedido en este caso. Las escena de Julia pintándose los labios es más dura implícitamente que si Carmen nos hubiera relatado con pelos y señales para qué lo estaba haciendo.

 

• Que intercala de una manera maravillosa el pasado y el presente. Y lo hace tan bien que el lector no se pierde, sabe perfectamente (además de porque los capítulos están fechados) qué personaje es en cada momento. En este caso, la historia pasada se «come» literalmente a la actual, porque la vida de Paulina es tan intensa que es imposible que la de Alicia esté a su altura. Pero esa descompensación no perjudica en absoluto a la estructura de la novela ni a la historia. Es más, si hubiese sido al contrario, que hubiese predominado la nieta sobre la abuela, habría sido un auténtico desacierto.

 

• Que cierra la novela con un final perfecto, a la altura de la novela, que es absolutamente  perfecta.

 

 

¿Qué «me» ha fallado?

 

• Nada. Es una historia escrita con mucha ternura y sensibilidad, a la que no le falta ni le sobra absolutamente nada, una novela excepcional que debes leer.

 

¿La has leído? ¿Te ha gustado? Cuéntanos tus impresiones.

Autor

 

Carmen Romero Dorr (Madrid, 1981) es licenciada en Periodismo. Ha trabajado siempre en el ámbito de los libros, primero como periodista cultural y después como jefa de prensa. Actualmente es editora. El último regalo de Paulina Hoffmann es su primera novela.

Datos del libro

 

Título	El último regalo de Paulina Hoffmann
Autor	Carmen Romero Dorr
Editorial	Editorial Planeta
Primera edición	18 enero 2018