Opinión personal
Pues ya estoy aquí otra vez. Que le he cogido el gusto a esto de reseñar cada semana y a venir a contaros mis impresiones de lo que voy leyendo. Hoy es el turno de Quicksilver de Callie Hart, el primero libro de la saga Alquimia y Fae. Un libro que me llamó la atención no sé muy bien por qué, pero que me ha robado completamente el corazón. Esto de dejarme llevar por los libros virales se está convirtiendo en una costumbre…
Y, aunque parezca difícil de creer, hay veces que las expectativas no solo se cumplen, sino que la realidad las supera, como ha sido el caso. Así que bendita tú seas entre todas las escritoras de romantasy, Callie Hart. «Por los dioses y los putos mártires», qué librazo nos has regalado.
Antes de nada, un inciso: el libro no es físicamente tan bonito como he leído por ahí, ni muchísimo menos. Está a años luz de, por ejemplo, Los juegos de los dioses: tiene los tacos pintados de mala manera y ya. Y lo de la sobrecubierta reversible es una soberana gilipollez. Aunque me duele la vida al escribirlo, en este momento los libros de Hidra son los mejores.
Bueno, dos incisos: no voy a entrar en la polémica de las cajas que reciben las que solo quieren los libros para decorar sus estanterías y no se han leído un libro completo en su vida, pero sí que estoy del lado de las que dicen que las que gastamos un pastizal al mes (en mi caso, el mes que no paso de los doscientos euros es raro) deberíamos tener acceso a esas cajas. ¿Que si yo las compraría? Pues no, pero entiendo que haya lectoras a las que les apetezca tenerlas. Y no, no es envidia, como leí el otro día en TW a una tontaalastres, es sentido común. Además, ¿envidia de qué? Ya quisieras tú leer como lo hago yo y reseñar como se hace en Escaparate Literario. Ni en siete mil vidas.
En Quicksilver, Callie Hart se adentra con paso firme en la fantasía romántica adulta, sin abandonar sus señas de identidad: protagonistas heridos, emociones intensas, y una narrativa cargada de tensión. El resultado es una novela ambiciosa que mezcla alquimia, poder, deseo y redención, ambientada en un universo dividido entre desiertos abrasadores y reinos de hielo, con una protagonista que no busca salvar el mundo, sino sobrevivir a él.
La historia sigue a Saeris Fane, una joven de veinticuatro años que malvive en la ciudad desértica de Zilvaren, bajo el dominio férreo de la inmortal reina Madra, robando y ocultando sus habilidades.
Saeris ha aprendido a navegar este mundo hostil en las sombras, motivada sobre todo por su deseo de proteger a su hermano menor, Hayden.
Tras un hurto en el castillo de la reina, Saeris es capturada y sentenciada a muerte. Pero en un acto desesperado durante su ejecución, libera sin querer un portal mágico que la transporta al mundo de los fae, específicamente al helado y enigmático reino de Yvelia.
Allí descubre que posee la capacidad única de manipular el mercurio, una sustancia mágica esencial en la guerra entre los fae y los vampiros. Esta habilidad la convierte en un activo estratégico codiciado por ambos bandos.
El guerrero Fae Kingfisher es enviado para protegerla (o controlarla), y reclutarla para fabricar reliquias que podrían inclinar la balanza del conflicto.
Lo que sigue es una travesía marcada por la tensión política, el despertar del poder, y la construcción de vínculos donde antes solo había recelo.
Vamos al lío, que es a lo que hemos venido:
¿Qué me ha gustado?
- En primer lugar, no puedo dejar de hablar de la exquisita corrección de Jesús Cañadas (¿y ahora qué dices, colega? Seguro que en este momento que te estoy echando flores no piensas que me creo que tengo una columna en el New York Times, ¿verdad?).
- Los primeros capítulos me resultaron extraños, no veía hacia dónde quería llevarme la autora (recordad que no leo las sinopsis, que solo corto y pega cuando hago las entradas de novedades de EL). Pero una vez que lo analizas con perspectiva, te das cuenta de que quiere que entendamos bien los contrastes entre la ciudad en la que vive Saeris y el reino de los Fae: el desierto y el hielo, la escasez de agua y poder permitirte el lujo de darte un baño (no una ducha). ¿Os imagináis vivir con el agua racionada? Yo me muero solo de pensarlo.
- La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Saeris, con una estructura lineal, aunque se incluyen recuerdos y pasajes del pasado que aportan contexto emocional. El ritmo se mantiene ágil durante sus casi 700 páginas, equilibrando momentos de acción, desarrollo psicológico y exploración del mundo.
- Uno de los grandes logros de Quicksilver es su profundidad temática. Aunque se presenta como una fantasía de aventuras y romance, en el fondo es una novela sobre:
- Supervivencia y resiliencia: la lucha de Saeris por seguir viva, proteger a su hermano y no ceder ante las fuerzas que buscan utilizarla, es el eje emocional de toda la historia.
- Identidad y autodescubrimiento: la protagonista no sabe quién es ni de qué es capaz. A lo largo de la novela debe confrontar su pasado, su poder y su lugar en un mundo completamente nuevo.
- Amor y redención: la relación entre Saeris y Kingfisher explora la transformación del odio al amor, con una intensidad emocional que no edulcora ni idealiza. Ambos son personajes rotos que encuentran, en el otro, un reflejo incómodo pero necesario.
- También hay un fuerte componente de crítica social implícita en la representación de sistemas de poder, como el autoritarismo mágico de Zilvaren o el pragmatismo helado de Yvelia, que utilizan a los individuos como herramientas.
- Callie Hart utiliza muchos tropos conocidos del romantasy, pero los usa con inteligencia, madurez emocional y un respeto evidente por la evolución natural de sus personajes.
- El tropo de enemigos a amantes está presente, sí, pero lejos de la fórmula fácil. La relación entre Saeris y Kingfisher nace de la obligación, la hostilidad y el desprecio mutuo. Él la ve como una amenaza. Ella lo percibe como un carcelero. El vínculo se construye desde el conflicto y evoluciona de forma orgánica, con roces, errores, y momentos de sinceridad inesperada. El amor no aparece como redención, sino como reconocimiento del otro.
- La proximidad forzada es otro recurso clave. Ambos personajes se ven obligados a convivir, a depender uno del otro y a navegar juntos por escenarios cada vez más peligrosos. Esta cercanía constante, muchas veces incómoda, permite que afloren emociones contenidas y que surjan cambios sutiles pero fundamentales.
- También destaca el arquetipo de la mujer fuerte e independiente, aunque aquí no se limita a una etiqueta. Saeris no es invencible ni infalible: su fuerza radica en su capacidad para seguir adelante pese al miedo, en su lealtad hacia su hermano y en su negativa a dejar que la definan como un arma.
- Kingfisher, por su parte, representa el clásico Shadow Daddy: un guerrero silencioso, letal y emocionalmente bloqueado. Pero lo interesante es que Hart no lo convierte en un cliché. A medida que avanza la historia, Kingfisher revela capas de humanidad, vulnerabilidad y deseo que no invalidan su dureza, sino que la contextualizan (y con cada capa que iba descubriendo, a mí me iba robando un trocito de mi pobre corazón, hasta que me lo ha dejado hecho trizas).
- Por último, la figura de la heroína convertida en arma recorre toda la trama. Saeris es valiosa no por lo que es, sino por lo que puede hacer. Su lucha es, en buena parte, contra esa mirada instrumental que todos los demás proyectan sobre ella. Su desafío es mantenerse persona cuando todos quieren convertirla en herramienta.
- Hart utiliza un lenguaje descriptivo y directo. La narración en primera persona permite una conexión inmediata con Saeris, cuya voz narrativa es sarcástica, feroz y vulnerable a partes iguales.
- Las descripciones del desierto abrasador de Zilvaren contrastan con los paisajes gélidos y ceremoniales de Yvelia.
- Hart construye atmósferas potentes sin necesidad de largas exposiciones.
- El worldbuilding se revela a través de la acción y las relaciones, sin necesidad de infodumping.
- El mercurio, por ejemplo, no se explica tanto como se experimenta: sus efectos, riesgos y simbolismo emergen a lo largo de la narración.
- Los diálogos son ingeniosos, ágiles y muy afilados. Tienen carácter, ritmo y función. Reflejan las diferencias culturales entre personajes y ayudan a perfilar sus personalidades sin necesidad de exposición forzada: revelan tensiones, desvelan lealtades, y ayudan a sostener el tono emocional de la novela.
- Las escenas de acción están bien dosificadas y descritas con claridad, sin caos ni simplificaciones, pero sin perder la carga emocional de lo que está en juego.
- En lo relativo al romance no es accesorio (obvio, es fantasía romántica) ni idealizado. Se construye desde el respeto, el conflicto y la necesidad compartida de supervivencia. Una historia de amor que se cuece a fuego lento y que deja el corazón muy calentito. Estuve a puntito de llorar es más de una ocasión y el nudo en la garganta por no haberlo hecho todavía no se me ha deshecho dos días después.
- El punto fuerte de Quicksilver reside sin duda en sus personajes, tanto principales como secundarios. Callie Hart construye un elenco rico, complejo y coherente con los traumas que cada uno arrastra.
- Saeris Fane: protagonista indiscutible, Saeris es una joven de veinticuatro años marcada por la pérdida, el miedo y la lucha constante. Vive en las calles de Zilvaren, sobrevive robando y ocultando un poder que no comprende. Su amor por su hermano menor, Hayden, es el núcleo emocional que guía todas sus decisiones. A lo largo de la novela, Saeris evoluciona de forma natural: de una ladrona desesperada a una figura clave en un conflicto entre reinos, capaz de comprender y dominar una habilidad que muchos temen. Su carácter no se suaviza con el poder, sino que se afila. Su conflicto principal no es con el enemigo exterior, sino con su propia identidad y su deseo de no ser usada por nadie.
- Kingfisher. guerrero Fae con un pasado oscuro y una reputación temible, Kingfisher es el otro gran eje de la historia. Representa la figura del protector forzado, pero su relación con Saeris se distancia de los clichés románticos: se basa en el respeto, la confrontación y una atracción que no se permite ser simple. Kingfisher lucha consigo mismo tanto como con el mundo que lo rodea. Su evolución es sutil pero profunda. El vínculo con Saeris no lo «cura», pero sí lo obliga a redefinirse, a mirar su propia historia desde otro ángulo.
- Pasé de considerarlo un gilipollas integral a pedir que os olvidarais de eso, para terminar convirtiéndose, con un único libro, en uno de mis amores platónicos literarios, muy cerca de Umbra Mortis (mi favorito entre todos, el hombre entre los hombres), adelantando a Rowan (Trono de cristal), a Cassian (ACOTAR) y a Kieran (De sangre y cenizas).
- El friso de personajes secundarios es muy variopinto, y entre ellos tengo que destacar a:
- Carrion Swift: contrabandista con un pasado misterioso. Es carismático, peligroso, y su relación con Saeris oscila entre la atracción y la amenaza. Al principio me pareció un imbécil superlativo, pero termina teniendo uno de los mejores arcos.
- Ren: general estratega y amigo íntimo de Kingfisher. Sereno, prudente, leal.
- Lorreth: miembro de los Lupo Proelia, igual que Ren, los lobos de Fisher, que conecta con Saeris a través del respeto mutuo en combate.
- Everlayne: miembro de la corte Fae, leal y empática. Sirve como guía y amiga de Saeris en Yvelia, y aporta una visión menos bélica del conflicto.
- Reina Madra: gobernante inmortal de Zilvaren, es la figura del poder absoluto. Fría, despiadada y con un plan personal para Saeris, simboliza la opresión institucional y el uso del miedo como control. Te deseo mil muertes y en que todas sufras hasta que me duela a mí.
- Rey Belikon de Barra: rey de Yvelia, calculador y pragmático. Ve a Saeris como una herramienta clave para reabrir los caminos entre los reinos, y no duda en manipularla con fines políticos. Para ti mil muertes me parecen pocas, así que con un millón a lo mejor tengo suficiente. Ojalá Kingfisher te arranque el corazón con las manos después de hacerse un cinturón con tus pelotas, hijo de los recontrarremil cabrones.
- Malcolm: rey de los lores vampiros, unos monstruos que no conocen el significado de la palabra compasión.
- Hayden Fane: hermano menor de Saeris. Es su motivación y ancla emocional. Aunque aparece poco, su presencia marca cada una de las decisiones de la protagonista. Le ruego a los santos mártires que salga lo justito, porque le falta una patata para el kilo. ¡Qué tío más tonto!
- Elroy: maestro vidriero que acogió a Saeris en Zilvaren. Figura paternal, representa la humanidad que ella teme haber perdido.
- El mundo de Quicksilver está construido con detalle, coherencia interna y riqueza simbólica. No se trata solo de lugares exóticos, sino de sistemas de poder, estructuras sociales y tensiones mágicas que se entrecruzan con la evolución de los personajes.
- Zilvaren: una ciudad desértica y opresiva, gobernada por la reina Madra. La magia está prohibida, el agua es un recurso controlado, y el miedo rige la vida cotidiana. Es un espacio de represión y violencia estructural, que obliga a la clandestinidad y a la traición. La atmósfera es opresiva, casi distópica.
- Yvelia: reino de los Fae, en contraste absoluto con Zilvaren. Está cubierto de nieve, marcado por una belleza cruel y una estructura social rígida. El poder se organiza por clanes, casas y linajes. La política en Yvelia es compleja, ceremonial y profundamente pragmática. También es un lugar donde la magia es natural, pero peligrosa. Está sumido en una guerra eterna con los vampiros.
- Gillethrye: reino vampírico destruido, cuya sombra sigue proyectándose sobre el mundo. Aunque no se explora directamente, su historia y su destrucción forman parte del conflicto latente. Sus ruinas emocionales y simbólicas marcan el tono de amenaza futura.
- El mercurio: elemento mágico central en la historia. Es una sustancia inestable que permite abrir portales entre mundos, fabricar armas y alterar la materia misma. Saeris es la única capaz de manipularlo sin volverse loca. Su relación con él no es solo mágica, sino emocional: lo teme, lo desea, lo sufre. Es una metáfora poderosa del poder como carga, como herencia, como herida.
- Criaturas de todas las especies. Creo que, excepto en la saga Ciudad Medialuna, nunca he visto tantos seres sobrenaturales juntos: faes, vampiros (tanto devoradores carentes de mente como los lores de Malcolm, que son otra cosa), hadas, duendecillos de fuego, sátiros, goblins, selkies…
- El desenlace de Quicksilver no es conclusivo, pero tampoco tramposo. Se resuelven ciertos arcos narrativos y emocionales y se abren otros, preparando el terreno para las próximas entregas. Hay giros argumentales bien planteados y un crescendo que deja con ganas de más (POR. LOS. DIOSES. LOS. MÁRTIRES. Y. LOS. PUTOS. PECADORES. NO. PUEDO. ESPERAR. TANTO. TIEMPO. PARA. LEER. EL. SIGUIENTE. LIBRO).
- Es decir, Hart deja varios hilos argumentales abiertos, preparando con solidez el terreno para las continuaciones de la serie. Las revelaciones finales aportan giros inesperados, reorganizan lealtades y abren nuevas preguntas que enriquecen la promesa de futuro.
- Aunque hay un cliffhanger, Callie Hart opta por un cierre contenido pero inquietante, que respeta la integridad de este primer volumen como historia independiente, sin renunciar al horizonte expansivo de la saga.
Resumiendo, que dice el Maestro: Quicksilver de Callie Hart es una novela que combina de manera efectiva elementos de fantasía, romance, política mágica y desarrollo emocional. Si bien se apoya en tropos reconocibles, los trata con profundidad y autenticidad. Hart no ofrece una fantasía de consumo rápido, sino una historia que se cuece a fuego lento, que construye sus reglas desde dentro y que respeta al lector en cada decisión narrativa.
Lo que diferencia a Quicksilver no es su premisa —el enfrentamiento entre mundos, el descubrimiento del poder, el romance tenso—, sino cómo se ejecuta. Con inteligencia, con carácter, y con una protagonista inolvidable que no necesita ser perfecta para ser poderosa.
En esta primera entrega, Hart sienta las bases de una saga con un enorme potencial. Si mantiene este nivel, Alquimia y Fae no será solo otra saga de Fae más. Será de las que se quedan en la memoria.
Callie Hart se ha metido de lleno en el romantasy con una protagonista brutal, un Shadow Daddy de los que dejan huella y un universo que, sin explicártelo todo, funciona. Quicksilver no es para quien busque azúcar ni hechizos bonitos: aquí hay guerra, rabia, política, sangre y una chica que aprende a usar el poder como un cuchillo, no como una corona.
No hay instalove, ni reinos felices, ni secundarios de cartón. Hay tensión, hay química, hay ambientación, y hay un desarrollo que respeta al lector. El romance se cuece a fuego lento, sin prisas ni excusas, y la magia no es decorado: es peligrosa, agotadora y tiene consecuencias. Todo en esta historia tiene un precio, y cada personaje lo sabe.
La protagonista, Saeris, no quiere salvar a nadie. Solo quiere seguir viva, lo que la convierte en una auténtica rareza. Kingfisher no intenta curarla ni ella a él. Se enfrentan, se miden, se hieren. Pero también se encuentran. Y ese equilibrio tenso es uno de los puntos fuertes de la novela.
Quicksilver no es una novela complaciente ni ligera. Es una historia de poder, trauma, redención y deseo contada con inteligencia y emoción. Una historia que se construye desde el dolor, que avanza sin traicionar sus propias reglas y que deja ganas de más porque sabe lo que tiene entre manos.
«Por los dioses y los putos pecadores», leedla ya, que vais años luz tarde. UN IMPERDIBLE.
Autor
Datos del libro
Título | Quicksilver |
Autor | Callie Hart |
Editorial | Faeris |
Publicación | 1 abril 2025 |
Traducción | Jesús Cañadas |
Serie | Alquimia y fae |

Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.