Opinión personal
Leo pocos autores españoles de negra y criminal desde que el tipejo aquel me dijo «Acepto muy bien las críticas, pero si son fundadas. Si es de una persona que no ha entendido la novela, pues no se la voy a explicar. El resto de la gente que la ha leído la ha entendido perfectamente. Hay muchas líneas temporales, pero te aseguro que está todo calculado y estudiado con mis editores. Pero no voy a entrar en un debate». Aunque no porque eso me afectara, que ya quisiera él, sino porque estoy harta de estar harta de egos patrios. Pero cuando vi No mientas de Arturo del Burgo, con su tapa dura, su cubierta idéntica a su sobrecubierta y sus cantos negros (por no hablar del precio) no me pude resistir.
Y la verdad es que me alegro muchísimo de haberlo comprado. A pesar de no haberse llevado las 5 estrellas por unos fallos de los que luego hablaré y que a mí me desquician, va a ser una de mis mejores lecturas del año por su combinación de una trama intrincada, un ritmo diabólico, unos personajes bastante bien elaborados para este tipo de historia, la ambientación en una San Sebastián que se convierte en un personaje más y que proporciona el escenario perfecto para los oscuros acontecimientos que se desarrollan en la novela, y un giro narrativo final espectacular (para quitarse el sombrero y no volvérselo a poner).
La trama se inicia con el hallazgo del cuerpo sin vida de Daniela Fraile en una habitación de hotel de San Sebastián. Lo que en principio se percibe como un crimen pasional pronto se revela como el primer acto de una serie de homicidios meticulosamente planificados.
El asesino, en un giro perturbador, publica en una página web detalles precisos de cada crimen minutos antes de cometerlos, desafiando a las autoridades y sembrando el pánico en la ciudad.
La inspectora Adriana Collante, una profesional tenaz y perspicaz de la Ertzaintza, será la encargada de liderar la investigación, en una lucha contra el reloj para poder atrapar al asesino antes de que cometa su próximo crimen.
Vamos al lío, que es a lo que hemos venido:
¿Qué me ha gustado?
- Lo primero que quiero mencionar en lo puramente estético. Como ya he mencionado al principio de esta reseña, tiene un precio irresistible: menos de 13 euros un libro de tapa dura, con una cubierta idéntica a la sobrecubierta y sus tacos negros (sí, aquí también).
- Imagino que Newton Compton (Duomo) no está perdiendo dinero, lo que me lleva a una conclusión sencilla: las demás editoriales nos están timando poniendo sus libros al precio por el que podríamos comprar un kilo de una mezcla de polvo de cuerno de unicornio y de colmillos de dragona. Y no me vengáis con historias de que cobra mucha gente en la cadena, porque voy a ir más allá: nos están robando y se lo estamos consintiendo. Se ríen en nuestra puta cara y no hacemos nada; somos gilipollas en grado de profundidad.
- La novela se estructura en un prólogo, 7 partes tituladas (Desgarro, humillación, venganza, negación, ansiedad, redención, duelo y traición), subdivididas a su vez en capítulos numerados breves que alternan entre diferentes perspectivas. Esta estructura polifónica permite al lector adentrarse en la psique de cada personaje, comprendiendo sus motivaciones y conflictos internos. Además, la inclusión de extractos de las publicaciones del asesino y los capítulos de Infidelis, a los que se suman los fragmentos de interrogatorios policiales, aportan una sensación de inmediatez y realismo a la narrativa. Por otro lado, intercala una historia que transcurre a finales de los años 80 y es la que nos da algunas pistas de por dónde van los tiros.
- No mientas es una novela procedimental con muchos elementos de thriller psicológico y de la novela negra. La obra explora la mente criminal y las implicaciones éticas de la justicia, mientras mantiene el ritmo trepidante característico del thriller. La ambientación urbana y la crítica social presentes en la novela refuerzan su pertenencia al género negro.
- En cuanto a los temas principales que se tratan en la novela, hay varios a destacar:
- La verdad y la mentira: el título mismo sugiere una constante exploración de las fronteras entre la verdad y la falsedad. Los personajes se ven envueltos en una maraña de engaños, donde discernir la realidad se convierte en un desafío tanto para ellos como para el lector.
- Justicia y moralidad: la novela plantea interrogantes sobre los límites de la justicia y la moralidad. La inspectora Collante y otros muchos personajes se enfrentan a dilemas éticos que cuestionan sus principios y decisiones profesionales.
- El impacto de las nuevas tecnologías: la utilización de una página web para anunciar los crímenes pone de relieve el poder y la influencia de las plataformas digitales en la sociedad contemporánea, así como el fenómeno del true crime y su fascinación pública.
- En No mientas aparecen algunos de los tropos más típicos del género:
- Asesino que desafía a las autoridades: la figura del criminal que juega al gato y al ratón con la policía, dejando pistas y desafiando su capacidad para detenerlo, es un tropo clásico del género que Del Burgo maneja con maestría.
- Investigadora con demonios personales: Adriana Collante no solo lucha contra el crimen, sino también contra sus propios conflictos internos, lo que añade profundidad y humanidad a su personaje.
- Periodista atrapado en el caso: la inclusión de Echeverría como receptor de las primeras comunicaciones del asesino introduce el tropo del periodista que se convierte en pieza clave de la investigación, explorando la relación entre medios y justicia.
- Narrada en tercera persona, la novela ofrece una visión cuasi omnisciente que permite al lector acceder a los pensamientos y emociones de diversos personajes. La alternancia de perspectivas y la inclusión de elementos como correos electrónicos y publicaciones web aportan dinamismo y profundidad a la narrativa.
- La trama sigue un desarrollo lineal, pero la anticipación de los crímenes a través de las publicaciones en línea introduce una sensación de urgencia y tensión. Este recurso nos mantiene en vilo, conscientes de que el tiempo es un factor crítico en la resolución del caso.
- Del Burgo emplea un estilo directo y preciso, con descripciones detalladas que nos sumergen con facilidad en la atmósfera de San Sebastián. Los diálogos son ágiles y realistas, reflejando la dinámica de los personajes sin caer en artificios. El autor evita las florituras innecesarias, optando por una prosa funcional que refuerza el ritmo de la historia. Cada frase cumple una función narrativa y psicológica. Las descripciones de las escenas del crimen son contenidas pero impactantes, además de muy visuales.
- La elección de capítulos breves imprime agilidad a la lectura (es un auténtico pasapáginas) y favorece la sensación de urgencia. Esta técnica recuerda al montaje rápido de las series policiacas actuales, lo que acerca la novela a un formato casi audiovisual sin perder su densidad literaria.
- Los personajes están bastante bien perfilados para lo que suelen acostumbrar las obras de este tipo. Protagonista y antagonista están perfectamente caracterizados.
- Adriana Collant: subinspectora de la Ertzaintza, es un personaje sólido y tridimensional. Su dedicación al trabajo roza la obsesión, pero no está construida desde el estereotipo del poli duro. Es analítica, compleja y muy empática, lo que la convierte en una figura humana, real y cercana. Sus contradicciones la enriquecen: puede ser firme y vulnerable, metódica y visceral. Es, sin duda, uno de los mayores aciertos de la novela.
- El asesino: el antagonista no se presenta como una figura monstruosa sin motivación, sino como una mente meticulosa, con un discurso coherente (aunque moralmente distorsionado). Esto lo convierte en un personaje inquietante no tanto por lo que hace, sino por cómo piensa y se justifica. Su forma de comunicarse a través de la web potencia el terror realista de su presencia. Es un sociópata de manual.
- La novela cuenta con un abanico de secundarios bastante bien delineados, entre los que destacan los compañeros de Adriana (Igor, Sara, Xavier, Bruno…), Mario (su marido), los familiares de las víctimas, el periodista Iban Echeverría y figuras del entorno laboral. Aunque no todos tienen la misma profundidad, cumplen con su papel narrativo y ayudan a construir el ecosistema emocional y profesional de la protagonista.
- Respecto a la ambientación, San Sebastián no solo actúa como decorado, sino que se integra activamente en la historia. Los escenarios están retratados con precisión y sensibilidad. La ciudad cobra vida y sentimos que podemos recorrerla junto a los personajes, reconociendo en sus calles una ciudad con identidad narrativa propia.
- El desenlace de No mientas es sobrecogedor (os confieso que a mí me ha emocionado) e impactante. Cuando pensábamos que ya lo sabíamos todo, un giro narrativo alucinante me ha dejado ojiplática. Pero porque soy tontísima, como os he dicho en muchas ocasiones. Esa fue mi primera opción, pero la descarté por demasiado obvia. Después me metí tanto en la novela que me olvidé, hasta que me explotó en la cara. No es un final efectista ni tramposo, sino uno construido con inteligencia, poniendo muchísimo cuidado en que cada pieza encaje. También tiene un pero, no os vayáis a pensar que es perfecto.
¿Qué «me» ha fallado?
- El desenlace me ha parecido demasiado abrupto, esperaba un poco más, aunque no sé el qué. Aunque lo ponga en este apartado, no le ha restado ni media décima a la nota de la novela. Y aunque no puedo decir nada, ya sabéis todos que este tipo de finales son mi favoritos del mundo mundial.
- Y vamos con lo que sí me ha molestado (bueno, en mi caso es un desquicie total y absoluto, aunque en esta ocasión no me haya sacado de la trama). La historia comienza el 23 de noviembre de 2022 (lo del 23 de noviembre lo pone en un correo y se dice que es miércoles, así que es fácil llegar a la conclusión del año). Pues bien. El tiempo va pasando en la novela, pero ni autor ni editor han caído en la cuenta de que se han metido en Navidad (o por lo menos en los momentos previos) y no hay ninguna mención al ambiente festivo o prenavideño. ¿Afecta en algo a la trama? No. Pero a mí sí. Porque igual que llueve, hace frío o nos dicen que los policías están trabajando en sábado o domingo, esto debería haberse mencionado. Hay que tener un poquito más de cuidado. En la novela hay más bailes de fechas, de tiempos y de edades, pero a mí no me pagan por darles los fallos mascaditos a los editores.
Resumiendo, que dice el Maestro: No mientas de Arturo del Burgo es una novela con una trama sólida, sin cabos sueltos, unos personajes principales complejos, una narración muy ágil gracias a sus capítulos cortos y su estructura muy visual, una ambientación muy lograda y un final para ponerse aplaudir hasta que nos sangren las manos.
No mientas confirma que Arturo del Burgo ha llegado para quedarse (por mi parte, le voy a hackear el ordenador en cuanto suba esta reseña para ver en qué está trabajando y os mantendré, como siempre, puntualmente informadas).
Su debut en el género es sólido y adictivo, porque Del Burgo es muy consciente del tipo de historia que nos quiere contar. Y lo hace realmente bien basándose en una estructura eficaz, una voz narrativa clara y un dominio del suspense sobresaliente, y de este modo construye una novela que me ha atrapado desde la primera página y no me ha decepcionado en ningún momento.
La combinación de personajes bien perfilados, una ambientación cuidada y una trama tensa y bien articulada convierten a esta novela en una lectura imprescindible para los que, como yo, sois amantes del género negrocriminal.
Antonio del Burgo no solo promete; promete y cumple lo que nos ha prometido. Una novela que no solo juega con la mentira, sino que la convierte en su mejor arma. Y yo, como lectora, he caído encantada en su red. Porque sí: Arturo del Burgo «miente», pero miente muy bien.
Sin ninguna duda, un imperdible, una historia que no podéis dejar pasar. Por primera vez en la historia de Escaparate Literario (y apostaría todos mis libros a que no va a volver a suceder), un novela que no tiene 5 estrellas aparecerá en la pestaña de recomendaciones. Así que hacedme caso, insensatas, y corred a por él.
Autor
Arturo del Burgo nació en Pamplona en 1979.
Es abogado, socio de un despacho internacional y especialista en derecho de empresa.
Director de diversas publicaciones jurídicas, combina su profesión con su otra gran pasión: la escritura.
No mientas es su primer noir, un thriller trepidante que ya ha conquistado a lectores y prescriptores y cuyos derechos audiovisuales están reservados por Filmax.
Datos del libro
Título | No mientas |
Autor | Arturo del Burgo |
Editorial | Newton Compton |
Publicación | 13 enero 2025 |
Traducción | |
Serie |

Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.