Opinión personal

 

El libro nos cuenta la historia de Theresa, una aprendiz de escriba de veintitrés años, que se ve obligada a huir de su pueblo natal por una falsa acusación, y de Gorgias, su padre, que está traduciendo un documento por orden de Carlomagno.

 

En Fulda conoce a Alcuino de York, que la embarca en la resolución de una serie de asesinatos, primero en  la mencionada ciudad y después en su aldea de procedencia.

 

Me encanta la novela histórica, y dentro de ella el medieval es el período que más me seduce. Si a eso le sumamos abadías, monjes, venganzas, complots, asesinatos, códices, pergaminos…, ya tenemos el cóctel completo para que yo no deje escapar la oportunidad de leer ese libro.

 

Había leído algunas reseñas que lo comparaban con El nombre de la rosa y, aunque para mi gusto el libro de Eco es mejor, el personaje de Alcuino de York nos recuerda al Guillermo de Baskerville del escritor italiano.

 

En cuanto a lo que es una novela histórica, Antonio Garrido la define perfectamente en el epílogo del libro: Una novela histórica debe ser, antes que historia, una novela. La documentación no es sino el decorado, el barniz que abrillanta y enluce a los personajes, el envoltorio que los legitima y los hace verosímiles. Pero al igual que ocurre con un barniz espeso, si la documentación crece hasta opacar el lienzo, sin duda estropeará el cuadro. Porque lo verdaderamente esencial es la novela en sí; su argumento rápido y preciso, sus giros inesperados, sus desenlaces terribles. En una novela histórica, los personajes, pese a la distancia temporal, han de resultar tan creíbles y cercanos como el vecino que cada mañana rezonga en el ascensor, o el desgraciado que nos implora limosna en una acera.

 

Y esta novela cumple con todas las características: los personajes son creíbles y están muy bien caracterizados (tanto los históricos como los de ficción, los protagonistas como los secundarios), la trama es rápida, tiene giros insospechados y desenlaces inesperados.

 

La erudición es la justa para ambientar la novela, sin perderse en áridas explicaciones que harían de la historia algo farragoso y difícil de entender.

 

En el libro nos encontramos con varias tramas diferentes, que están muy bien enlazadas entre sí. Todo tiene un porqué, igual que ninguno de los múltiples asesinatos que se suceden en el libro es gratutito: todo está ahí por algún motivo, aunque no los descubramos hasta el final de la novela.

 

Pero lo fundamental del libro es que nada es lo que parece. No sabemos en ningún momento quienes son los buenos ni quienes son los malos, porque cada uno actúa de diferente manera según las circunstancias e, igual que a Theresa, nos hacen dudar de todo y no tener ninguna certeza absoluta de lo próximo que va a ocurrir.

 

 

Autor

 

Antonio Garrido es profesor en la Universidad Politécnica de Valencia, donde dirige un posgrado en Diseño Automotriz.

Tras dedicarse a la ingeniería industrial durante varios años, descubrió su pasión por la investigación histórica y la escritura de novelas, las cuales dota de un ágil ritmo y una profunda consistencia. 

La escriba fue su primera novela. Después ha publicado El lector de cadáveres, ambientada en la China medieval.

 

 

 

Datos del libro

 

Título	La escriba
Autor	Antonio Garrido
Editorial	B de Books
Primera edición	6 abril 2011

 

 

 

 

Esta reseña se publicó originalmente el 19 de enero de 2012 en el blog Con el alma prendida a los libros (ya cerrado). Como no quiero perder las entradas ni las sensaciones que me dejaron las novelas reseñadas allí, la recupero en esta web sin moverle ni una coma.