Opinión personal

 

A la edad de nueve años, Verónica descubre por casualidad la fotografía de una niña que no conoce. Desde entonces se obsesiona con ese misterioso personaje, del que únicamente conoce su nombre, Laura.

Ocho años después, ha conseguido averiguar algo sobre esa niña, pero lo que desconoce es que se ha metido en una aventura llena de secretos y mentiras.

Laura es una niña dos años mayor que Verónica, de familia bien, con una abuela controladora y con una madre que no se ha preocupado nunca de ella.

Un día, los caminos de ambas se cruzan y ese encuentro cambiará la vida de ambas y la de todas las personas que las rodean para siempre.

Pido perdón porque hoy no voy a poder hacer una reseña objetiva, aunque me gustaría, porque eso significaría que esta novela es ficción, que es producto de la imaginación de la autora pero, desgraciadamente, no es así. Obviamente, no es una historia real, pero los personajes de esta novela representan a todas y cada una de esas familias que en este momento están pasando por algo tan doloroso como es esto. El tema de los «niños robados» es uno de los más espeluznantes del que he tenido conocimiento en toda mi vida, por lo que esta reseña la escribirá mi corazón, no mi cabeza. 

El título y la portada, una vez leemos la sinopsis, lo dicen todo, pero hay que adentrarse en el libro para llegar a comprender su verdadero alcance, y lo que puede significar para una persona conocer que lo que ha sido su vida es una gran mentira.

El tema de la obra, además del amor (el de una madre por encontrar a su hija, y el de una hija por seguir los pasos de su madre y demostrar que tenía razón y que lo que pensaba no era una obsesión), es la ambición y la codicia, la de una serie de personas sin escrúpulos para destrozar la vida de cuántas familias se pusieron a su alcance.

Estructurada en tres partes tituladas (Pérdida en algún lugar, Un bosque de sombras y flores y Entra en mi vida, que podrían corresponderse con planteamiento, nudo y desenlace), divididas a su vez en 60 capítulos también titulados, la trama, las dos historias paralelas de las protagonistas, está muy bien hilvanada, con un trasfondo de intriga y misterio que nos mantiene enganchados desde el preciso instante en que Verónica encuentra la fotografía de Laura. 

Escrita en primera persona, con dos narradores-personaje (Verónica y Laura), siguiendo un orden cronológico lineal, roto por algunos breves flashbacks, de la mano de las dos vamos conociendo como ha sido su vida a lo largo de un período de ocho años y como se desarrolló su infancia y su adolescencia, y la vida de las personas que las rodean, todo ello con una prosa muy cuidada y un estilo sencillo (no podemos olvidar que quienes  narran son, primero dos niñas y, después, dos adolescentes).

El ritmo ágil gracias a una intriga psicológica que nos va envolviendo poco a poco, hasta que nos absorbe completamente y solo queremos continuar leyendo para averiguar, junto con las dos protagonistas, toda la verdad sobre sus vidas.

Los personajes están muy bien caracterizados y perfilados, algunos redondos, como el de Verónica o el de Lilí, y los espacios y ambientes muy bien conseguidos.

El desenlace es, sencillamente, perfecto, a la altura de toda la novela.

La autora rinde homenaje con Entra en mi vida a todos esos niños robados, así como a sus madres. Para ella es una secuela de una dictadura muy larga, en la que se enquistaron muchas aberraciones, y un reflejo de la sociedad actual, donde hay agujeros que hacen que los codiciosos se salgan con la suya.

Yo espero que Clara Sánchez se equivoque y deseo que todas las familias que están viviendo esta tragedia, consigan pronto encontrar lo que en su día les arrebataron, que no abandonen su lucha, porque aunque llegarán tarde a la vida de esos hijos que les robaron, unos y otros se merecen saber la verdad. 

Porque ambos son las víctimas de una trama maquiavélica formada por compradores, vendedores e intermediarios, que traficaban con bebés: unos, por la necesidad de tener un hijo; los otros, solamente por dinero. Incluso algunos de ellos, los intermediarios, decidieron, como si de dioses se tratara, que la vida de esos niños sería mejor en una familia que no era la suya biológica. 

Si en este país existe la justicia, algo que dudo muchísimo, espero que todas las denuncias y demandas sean admitidas a trámite, que la fiscalía actúe de oficio, que consigan desarticular estas redes y que todos y cada uno de los que participaron en ellas sean juzgados y condenados.

Hay una expresión en la novela, que jamás había oído y que la autora repite infinidad de veces (tanto que llegué a cansarme de leerla), pero que va a ser el final de esta reseña: si lees Entra en mi vida, estés o no sensibilizado con el tema que trata, tendrás durante toda la lectura UN HUESO DE MELOCOTÓN EN LA GARGANTA.

 

 

Autor

 

Según su página web, Clara Sánchez nació en Guadalajara, pasó su infancia en Valencia y acabó estableciéndose en Madrid, donde reside en la actualidad y donde estudió Filología Hispánica en la Universidad Complutense. 

Tras desempeñar otros trabajos, enseñó en la universidad durante varios años, en los que además participó regularmente en el programa de TVE Qué grande es el cine y colaboró en distintos medios. 

En 1989 publicó la novela Piedras preciosas, a la que siguieron No es distinta la noche (1990), El palacio varado (1993), Desde el mirador (1996), El misterio de todos los días (1999), Últimas noticias del paraíso, por la que recibió el Premio Alfaguara de Novela 2000, Un millón de luces (2004) Presentimientos (2008) y Lo que esconde tu nombre, que obtuvo en 2010 el Premio Nadal de Novela y la ha consolidado entre los lectores tanto en España como en Italia, con cerca de 500 000 ejemplares vendidos en ambos países. 

Ha sido galardonada con el premio Germán Sánchez Ruipérez al mejor artículo sobre Lectura publicado en 2006, y su obra está en proceso de traducción en 15 países.

 

 

Datos del libro

 

 

Título	Entra en mi vida
Autor	Clara Sánchez
Editorial	Destino
Primera edición	20 marzo 2012

 

 

 

Esta reseña se publicó originalmente el 30 de abril de 2012 en el blog Con el alma prendida a los libros (ya cerrado). Como no quiero perder las entradas ni las sensaciones que me dejaron las novelas reseñadas allí, la recupero en esta web sin moverle ni una coma.