Opinión personal
En esta ocasión no voy a escribir mi argumento sobre El invierno del mundo, porque creo que es imposible resumir un libro de casi mil páginas, con letra pequeña, en unas pocas líneas.
Como pone en la sinopsis oficial, es la historia de cinco familias, algunos de cuyos miembros ya conocimos en La caída de los gigantes, y de sus descendientes.
Pero es también la historia del mundo durante poco más de tres lustros y todo lo que sucedió en esos años: la ascensión de Hitler al poder, la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial, la expansión del comunismo, la reconstrucción de Europa, el Plan Marshall y los comienzos de la Guerra Fría.
Estaba deseando que llegara el 20 de septiembre para ir a comprarme este libro. Tenía que tenerlo en mi poder el día de su salida a la venta, igual que hice con el anterior, que lo compré el día de su lanzamiento mundial.
Pero unos días antes, recibí un correo de Plaza & Janés diciéndome que me ofrecían el libro para su lectura (sin ningún compromiso) y no me lo podía creer. Al final llegó a casa el día 18; me hubiera gustado terminarlo antes, pero me ha sido imposible.
Que me voy por las ramas como siempre y al final no os cuento lo que realmente os interesa. Follett, como siempre, tampoco defrauda en este libro. Lo mío son los novelones y este lo es, aunque sí que os adelanto que pienso que alguna paginilla se la podía haber ahorrado.
Antes de empezar voy a hacer una puntualización, que también hizo Follett el otro día en la televisión y de la que doy fe: no es necesario leer la trilogía en orden, puede hacerse perfectamente en el que nos apetezca. Si no has leído La caída de los gigantes, puedes empezar tranquilamente por El invierno del mundo; pero luego querrás saber que pasó previamente. Follett no «revienta» sus novelas anteriores cuando escribe sagas, como hacen, erróneamente bajo mi punto de vista, otros autores.
La he catalogado como novela histórica, que lo es, pero es más un libro de historia novelado. Creo que se ha pasado un poco en algunos episodios, como la Guerra Civil española, la campaña del frente oriental, la del Pacífico o la construcción de la bomba atómica. Pero vamos, que es solo mi impresión. Posiblemente porque la contemporánea no es lo mío (soy más de medieval) y porque me interesaba más la historia de los protagonistas de ficción que los hechos históricos.
Eso sí, me quito el sombrero ante la ingente labor documental para escribir esta trilogía. El domingo pasado estuve viendo una entrevista en la 2 del autor y hablaba que durante la investigación le habían sorprendido muchas cosas que desconocía, porque no se estudian en los libros al uso.
Precisamente las mismas que me iban sorprendiendo a mí conforme iba leyendo, aunque algunas de ellas ya las conocía, como lo importante que fue el movimiento fascista en Inglaterra, porque lo había leído en Cuando el lago se hiela, o el programa Aktion 4, del que tenía conocimiento a través del libro de Félix Jaime El hombre de Grafeneck.
Los libros de Follett yo los leo porque sí, es uno de mis autores favoritos y, posiblemente, junto con Forsyth uno de los primeros a los que empecé a serle fiel (vamos, hablando en plata, que soy adicta a su obra, aunque reconozco que no todas sus novelas son Los pilares de la tierra o El tercer gemelo). Me gusta más «historiando» que cuando escribía obras sobre espías, pero para mí es uno de los más grandes. Ser un autor de éxito no es sinónimo de mala calidad en el caso que nos ocupa.
Independientemente de que lea a Follett por llamarse Ken, el título llama la atención. Para mí tiene dos posibles lecturas: el invierno en el que entró el mundo durante la Segunda Guerra Mundial o el invierno ruso y lo importante que fue que los nazis no conquistaran Moscú, porque ese fue el principio de su fin.
Ambientada en varias ciudades de Estados Unidos y de Gran Bretaña, en Berlín y en Moscú fundamentalmente (aunque tenemos escenas en el Pacífico, en España y en otros puntos del mundo), El invierno del mundo abarca un período comprendido entre 1933 y 1949, dieciséis años muy importantes en la historia mundial.
Contada en tercera persona, con un narrador omnisciente, está estructurada en tres partes (tituladas La otra mejilla, Los años sangrientos y La paz fría), divididas en 25 capítulos numerados, subdivididos a su vez en escenas con sus números romanos, siguiendo un orden cronológico lineal.
Con un estilo directo, el ritmo es constante, aunque al autor no le tiembla el pulso cuando tiene que dar giros imprevistos (sobre todo muertes que nos encogen el corazón, porque nos hemos encariñado con los personajes y nos hace conocer en primera persona los horrores de la guerra).
La trama, compuesta por multitud de historias que se desarrollan en escenarios separados entre sí por miles de kilómetros, está perfectamente hilvanada, con todas esas historias muy bien enlazadas, no dejando ningún cabo suelto.
Los personajes están magníficamente perfilados y caracterizados, con una gran evolución a lo largo de la novela. Aunque los que llevan el peso de la acción son los masculinos, me han gustado más los femeninos, porque como se dice en la obra, las mujeres fueron las que al final de la guerra tuvieron que arreglar lo que habían destrozado los hombres (sin ánimo de ofender a ninguno de vosotros, ¿eh?).
Los escenarios y ambientes muy bien conseguidos. algunos de una crudeza descarnada, como las descripciones del Aktion 4, el frío de la campaña oriental, las torturas de la Gestapo, los fusilamientos en Rusia o las violaciones que sufrieron las mujeres alemanas una vez terminada la guerra a manos de los soviéticos.
Quiero destacar también la importancia de algunos de los temas tratados en la obra, como la homosexualidad o la discriminación racial.
Además, nos demuestra que Hitler fue un genocida, un loco y un visionario, pero Stalin no le iba a la zaga. La propaganda del horror trascendía a todo lo que había visto hasta entonces. «Si no has matado a al menos un alemán al día, has malgastado ese día —leyó—. Si estás esperando a entrar en combate, mata a un alemán antes de que este comience. Si matas a un alemán, mata a otro; no hay nada que nos divierta más que un montón de cadáveres de alemanes. Mata a los alemanes, esta es la oración de tu anciana madre. Mata a los alemanes, esto es lo que tus hijos te suplican que hagas. Mata a los alemanes, este es el grito de tu tierra soviética. No dudes. No flaquees. Mátalos».
Pero, sin duda, una de las cosas que más me ha impresionado ha sido una frase de Lenin: Quien controle Berlín controlará Alemania, y quien controle Alemania controlará Europa. Esta frase de Lenin es tan válida en estos momentos como cuando él la pronunció; lo que los alemanes no consiguieron con las armas en dos guerras mundiales, lo están consiguiendo en la actualidad con el dinero: hacerse los amos de Europa.
El desenlace es el esperado en un libro del que sabemos de antemano que habrá una tercera parte, en la que terminaremos de conocer la vida de estas cinco familias a través de varias generaciones y sus relaciones entre ellas.
Autor
Ken Follett nació en Cardiff (Gales), pero cuando tenía diez años su familia se trasladó a Londres. Se licenció en filosofía en la Universidad de Londres y posteriormente trabajó como reportero del South Wales Echo, el periódico de su ciudad natal. Más tarde consiguió trabajo en el Evening News de la capital inglesa y durante esta época publicó, sin mucho éxito, su primera novela.
Dejó el periodismo para incorporarse a una editorial pequeña, Everest Books, y mientras tanto continuó escribiendo. Sin embargo, hasta 1978 no se convirtió en escritor de éxito, con la publicación de El ojo de la aguja.
Ken Follett es uno de los autores más queridos y admirados por los lectores en el mundo entero y la venta total de sus libros supera los cien millones de ejemplares. Está casado con Barbara Follett, activista política que fue representante parlamentaria del Partido Laborista durante trece años. Viven en Stevenage, al norte de Londres.
Para relajarse, asiste al teatro y toca la guitarra con una banda llamada Damn Right I Got the Blues.
En 2010 fue galardonado con el Premio Qué Leer de los lectores por La caída de los gigantes.
Entre sus novelas destacan: La isla de las tormentas, Triple, La clave está en Rebeca, El hombre de San Petersburgo, Las alas del águila, El valle de los leones, Los pilares de la tierra, Noche sobre las aguas, Papel moneda, Una fortuna peligrosa, Un lugar llamado Libertad, El tercer gemelo, En la boca del dragón, Doble juego, Alto riesgo, Vuelo final, El escándalo Modigliani, En el blanco, Un mundo sin fin y La caída de los gigantes, primera parte de la trilogía The Century.
Datos del libro
Título | El invierno del mundo |
Autor | Ken Follett |
Editorial | Plaza & Janés |
Primera edición | 20 septiembre 2012 |
Esta reseña se publicó originalmente el 29 septiembre de 2012 en el blog Con el alma prendida a los libros (ya cerrado). Como no quiero perder las entradas ni las sensaciones que me dejaron las novelas reseñadas allí, la recupero en esta web sin moverle ni una coma.
Letraherida.
Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros.
Que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena.