Opinión personal Encender el ordenador un sábado por la mañana cuando tengo los libros de Oates, Kristoff y Whitaker esperando en papel, además de El grito en digital en N, me da una pereza infinita. Pero tengo un cabreo superlativo...
Nicolas Feuz
Opinión personal Encender el ordenador un sábado por la mañana cuando tengo los libros de Oates, Kristoff y Whitaker esperando en papel, además de El grito en digital en N, me da una pereza infinita. Pero tengo un cabreo superlativo...