Petra Delicado
Alicia Giménez BartlettRitos de muerte
La inspectora de policía Petra Delicado trabaja en el Servicio de Documentación de una comisaría de Barcelona.
Un día, el inspector jefe la llama, la presenta al que será su subordinado, Fermín Garzón –un subinspector recién llegado de Salamanca-, y encomienda a ambos un caso de violación.
Nada parece indicar que vaya a ser un caso complicado, aunque la única pista de que disponen es una marca que el violador ha impreso en el brazo de la víctima con algo así como una pequeña corona de pinchos, que produce una herida cuya forma recuerda a una flor.
Días de perros
A la inspectora Petra Delicado y al subinspector Fermín Garzón les cae un caso aparentemente poco brillante: se ha encontrado malherido, a consecuencia de una paliza, a un individuo a todas luces marginal.
El único ser que le conoce es un perro con tan poco pedigrí como su amo. El hombre muere sin recobrar la conciencia.
Para la pareja de detectives comienza una búsqueda en la que la única pista es el perro.
Con un capital tan menguado los dos policías se adentran en un mundo sórdido y cruel, un torrente subterráneo de sangre que sólo fluye para satisfacer las pasiones más inicuas.
Día de perros es la segunda entrega de los casos de la inspectora Petra Delicado -uno de los hallazgos más felices de la novela española de intriga- tras el éxito de la primera, Ritos de muerte.
Mensajeros de la oscuridad
Alguien envía por correo a la inspectora Petra Delicado una serie de paquetes con un contenido muy peculiar: penes amputados.
La consiguiente investigación no arroja resultados positivos, pero a medida que la inspectora y el subinspector Fermín Garzón se van adentrando en el laberinto de minúsculas pistas de que disponen, una realidad monstruosa va cobrando forma.
Los lúgubres envíos no son producto de una mente perturbada ni de un enajenado sexual, sino de algo de proporciones mucho más inquietantes…
Mensajeros de la oscuridad, tercera entrega de la apasionante serie de la inspectora Petra Delicado,
Muertos de papel
Un periodista del corazón especialista en divulgar las noticias más escandalosas es asesinado en su propia casa.
La inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón se encargan del caso. La lista de sospechosos se extiende a todos los personajes del gran mundo y la farándula que se habían visto perjudicados por las publicaciones de sus distintos chavaneos.
No es un ambiente que guste demasiado a los dos policías. Además, su caso se verá complicado con el asesinato de una joven azafata de congresos con el que parece guardar relación.
Todo se convierte en una complicada maraña de la que nadie saldrá limpio al final.
Serpientes en el paraíso
En una urbanización residencial aparece flotando en la piscina el cuerpo de un joven, socio de un prestigioso bufete de abogados.
El suceso conmociona a su esposa y a otras dos parejas de amigos que lo compartían casi todo en ese entorno privilegiado.
Pero en cuanto Petra Delicado y su ayudante Fermín Garzón meten la nariz en el caso, empiezan a preguntarse sobre las frágiles fronteras que separan la amistad y la traición, la sinceridad y el engaño, la apariencia y la verdad.
Con Serpientes en el paraíso, Alicia Giménez Bartlett vuelve a hacernos cómplices de una historia de intriga que no se resuelve hasta la última página.
Un barco cargado de arroz
El cadáver de un mendigo aparece una mañana en el banco de un parque. En apariencia, es uno más de los crímenes cometidos por las bandas de cabezas rapadas.
Pero ni Petra Delicado ni su ayudante Fermín Garzón se conforman con esta versión de los hechos, y empiezan a tirar de los hilos de una sorprendente trama con implicaciones imprevisibles.
Partiendo de los que viven al margen de la sociedad -soñando tan solo en ilusorios barcos cargados de arroz- y apuntando a insospechadas instancias sociales, Giménez Bartlett nos vuelve a sumergir en un caso trepidante, a cuya resolución no es ajena ni la agitada vida sentimental de Petra ni las contradicciones familiares de Garzón.
Nido vacío
La inspectora Petra Delicado se ve obligada a visitar un centro comercial; los policías también comen. En un descuido alguien le roba el bolso.
Alza la vista y descubre a una niña huyendo a toda prisa. La persigue, pero antes de darle alcance, la pequeña tira el bolso y escapa definitivamente.
Ansiosa, Petra rebusca entre sus pertenencias: todo está en su sitio: el dinero, la documentación… solo ha desaparecido su pistola.
El pánico se apodera de la insepctora. ¿Para qué quiere una arma aquella niña de apenas diez años?
Se inicia una investigación contando con una única testigo del robo: otra menor.
La resolución de este caso aparentemente absurdo cambiará incluso la vida personal de Petra Delicado.
El lector descubrirá en estas páginas que tanto la ciudad de Barcelona como la detective protagonista se muestran tan frías y funcionales como frágiles y vulnerables
El silencio de los claustros
Un fraile del monasterio de Poblet, experto en arte, es asesinado mientras trabaja en la restauración de un cuerpo incorrupto exhibido en la capilla de un convento de monjas barcelonés. Lo más sorprendente es que dicho cuerpo ha desaparecido.
La inspectora de policía Petra Delicado y su ayudante Fermín Garzón, tras el desconcierto inicial, y lo que parece obra de un fanático religioso, se documentan en terrenos históricos que les son bastante ajenos.
La investigación discurre entonces bajo dos focos inciertos: los oscuros ecos de la Semana Trágica de 1909, con la ira desatada contra los intereses de la Iglesia; y la trayectoria de la poderosa familia benefactora del convento.
De sorpresa en sorpresa hasta la impactante resolución del caso, esta incursión de Petra Delicado en los dominios del silencio nos empuja a pensar en lo que sucede cerca de nosotros sin que podamos sospecharlo.
Con ella, Alicia Giménez Bartlett pone a prueba como nunca su habilidad para las tramas inesperadas y la exploración de los fondos turbios del alma humana.
Nadie quiere saber
La inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón han heredado un muerto que había permanecido cinco años mudo: Alfonso Siguán, un empresario textil barcelonés de 70 años, liquidado en circunstancias sexuales escabrosas.
Su cadáver se halló en su apartamento, adonde había acudido en compañía de una joven prostituta. Las culpas recayeron sobre el chulo de esta; pero fue encontrado muerto a su vez en Marbella, tres días después. Las pesquisas se cerraron en falso.
Ahora Petra y Fermín se enfrentan al silencio temeroso de la única testigo, la prostituta, y al rompecabezas de la vida profesional y familiar del empresario.
La investigación se traslada a Roma, donde Petra vive situaciones de riesgo y desafío que son nuevas para ella y que confirman la habilidad de Alicia Giménez Bartlett para hacer de Petra Delicado uno de los personajes más atractivos de la novela española actual.
Mi querido asesino en serie
El nuevo caso de la inspectora Petra Delicado empieza cuando encuentran el cuerpo de una mujer de unos cincuenta años asesinada de modo brutal en su propia casa.
Sobre el cadáver hay una carta de amor anónima que reivindica el asesinato, justificándolo con el abandono del presunto asesino por parte de la víctima.
El caso lo llevan Petra, Garzón y un inspector del cuerpo de los Mossos d’Esquadra a quien sorprendentemente, pues es más joven que Petra, le encomiendan el mando.
Todos sabemos del carácter de Petra, y en este caso, el tesón para descubrir la intriga se verá entrelazado con su rebelión interna frente a una situación que le resulta inaceptable: ¿cómo puede ser que este joven mosso sea quien dé las órdenes?
Mientras tanto, siguen apareciendo cadáveres, y todo apunta a que nos hallamos ante un asesino en serie. El misterio está servido.
Sin muertos
«Haber nacido en mi generación te imponía unos preceptos que asumías sin rebeldía. A caballo entre el pasado franquista y la modernidad, te tocaba apechugar con la moral católica, para la que la pérdida de tiempo y de talentos era el peor pecado que se puede cometer».
La inspectora de policía decide poner distancia con su día a día para recordar su pasado a fin de tomar las riendas del presente.
Con su particular mirada, repasará su vida, desde la niña aplicada a la que expulsan de un colegio de monjas, pasando por la joven universitaria antifranquista que al casarse cambia de rumbo, hasta que decide romper con todo y ser una de las primeras mujeres en ingresar en el cuerpo de Policía.
Petra Delicado convierte su propia vida en un caso irresistible donde el descubrimiento y la peripecia corren paralelas a una visión inclemente de la familia, las costumbres, la autoridad, el sexo y el amor.
La mujer fugitiva
Una mañana, el propietario de una furgoneta gastronómica ambulante aparece apuñalado en su interior. El vehículo está aparcado en una céntrica plaza, junto a otros de las mismas características. Todos participan en unas jornadas festivas que organiza el Ayuntamiento de Barcelona. Ningún testigo ha oído o visto nada durante la noche.
Tras las primeras pesquisas, los encargados del caso, la inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón, sólo cuentan con una pista: los vecinos de las furgonetas cercanas a la del crimen aseguran que, la tarde anterior, una mujer hizo una gran compra en el negocio de la víctima.
Poco después descubren quién es esa clienta, y tan importante es el descubrimiento que encontrarla se convierte desde ese momento en una prioridad.
Sin embargo, parece que una mano misteriosa sigue a los detectives amenazando con violencia a cualquier persona a la que interroguen. Petra y Garzón se enfrentan a un criminal que intentará por todos los medios que el enigma no se resuelva.