Serie Elizabethtown

Varias autoras

Un revólver y siete rosas

1870. Han transcurrido cinco años desde que finalizó la guerra, una guerra que le arrebató a Eleanor Montgomery todo cuanto poseía. Con la muerte de su madre se ha roto el último lazo que la unía a su pasado y ha llegado el momento de viajar al Oeste para reunirse con su esposo, que fue en busca de fortuna.

Pero al llegar a Elizabethtown, un pequeño pueblo de Kansas, su marido acaba de fallecer y ella se ha convertido en la heredera de un saloon en el que trabajan varias prostitutas que ahora dependen de ella.

Gabriel Sinclair luchó en la Guerra de Secesión, donde conoció a los hombres que se iban a convertir en sus hermanos de sangre.

Ahora, cinco años después, vive en Elizabethtown y trabaja en el otro saloon del pueblo, propiedad de su hermano mayor, Arthur Sinclair. Y Arthur está empeñado en quedarse con el local que acaba de heredar Eleanor Montgomery. A cualquier precio.

Gabriel se verá atrapado entre la lealtad hacia su hermano y los sentimientos que la joven viuda comienza a despertar en él.

Dos extraños y un destino

 

Ambos creían tener la vida que habían elegido. El destino les tenía preparado algo muy distinto.

Movida por un profundo sentido del honor, Caroline Queen viaja desde su Inglaterra natal a América donde espera rescatar a la persona que puede salvar a su familia. No puede imaginar que una cadena de infortunios la aguarda allí y que solo logrará superarlos si confía su seguridad al apuesto ranchero que provoca en ella sensaciones desconocidas y parece descifrar hasta sus más secretos anhelos.

Russell Norton lo tiene todo bajo control. Una vida sencilla, el rancho de sus sueños y, algún día, una esposa serena y humilde que alivie el peso de sus hombros. Caroline Queen no encaja en absoluto con ese molde, pero el exsoldado no puede evitar el deseo y la dulzura que ella le despierta.

Mientras atraviesan en tren el inhóspito, salvaje y hermoso continente, la intimidad se volverá tan poderosa que ninguno de ellos podrá escapar de ella.

Tres centavos y una dama

 

Cuando el amor de un hombre es más fuerte que la amenaza y el miedo.

Mitchell Chapman es un caballero de ciudad recién llegado al oeste, pero la guerra y sus consecuencias han hecho de él un hombre que sabe lo que quiere y que no duda en luchar por ello.

Por eso, enamorarse de la hermosa y educada Ruth Farrington supone un duro golpe cuando ella lo rechaza una y otra vez. Esa dama del oeste, que aparenta vivir una vida encantadora, parece no sentir nada por él, pero hay momentos en los que sus ojos y sus labios contradicen esa actitud.

Ruth Farrington anhela ser una mujer libre para poder responder con libertad al interés del apuesto e interesante recién llegado, pero su padre la obliga a aceptar las atenciones de un ranchero poderoso que la quiere para él. Y como sabe todo el dolor que le acarreará si le presta atención, intenta ahuyentarlo, en balde.

Ninguno de los dos puede resistirse al otro y unterrible enemigo acecha en la sombra.

Con fuerzas poderosas tirando de ambos en sentidos opuestos, ¿podrán amarse con total libertad?

Cuatro balas y un beso

 

No hay persecución sin peligros. No hay amor sin riesgos.

Cada día de su vida, Zerelda Carey tiene que demostrar su valía como una de las escasas agentes femeninas de la Agencia de Detectives Pinkerton. Algo difícil en un mundo de hombres, sobre todo, en uno tan brutal como el Salvaje Oeste.

Su nueva misión, con la que espera conseguir más respeto de sus compañeros y casos más importantes de sus superiores, es dar caza a un embaucador de mujeres, cuya pista la conduce hasta Elizabethtown, un fascinante pueblo en territorio de Kansas. Allí conocerá al insufrible Brett McFarlane, el hombre a quien debe capturar. ¿O quizá las cosas no son como parecen?

Brett lleva años luchando por superar los demonios de la guerra y encontrar un lugar al que pertenecer. Su sonrisa fácil esconde un carácter duro y no duda en vender su habilidad con el revólver a todo aquel que solicite protección. Como el adinerado dueño de un hotel de lujo en Elizabethtown, quien lo contrata para que cuide de su encantadora hija.

Este nuevo trabajo y las ventajas que conlleva hacen pensar a Brett que, por fin, todo en su vida encaja… hasta que la implacable Zerelda Carey se cruza en su camino, dispuesta a sacudir su existencia desde los cimientos.

Las chispas saltan, las pasiones se avivan, y Zerelda y Brett están listos para enfrentarse el uno al otro. Pero hay disparos que no pueden esquivarse porque, aunque sean invisibles, van directos al corazón.

Cinco palabras y una impostora

 

¿Puede el amor verdadero enlazar dos corazones acostumbrados a la mentira?

Elizabeth Windsor-York, la joven inglesa que ejerce de maestra en la escuela de Elizabethtown, está llena de secretos. No se llama así, no es maestra y, desde luego, no es inglesa. Es una impostora que se dirigió a aquel lugar esperando cazar a su nuevo banquero, pero aquel maldito se enamoró de otra.

Eso no la ha desalentado, ni mucho menos. La señorita Windsor-York se ha limitado a mirar en otra dirección, buscando una nueva víctima para sus planes. Jamás se permitirá enamorarse: confiar en los hombres, en cualquiera, le parece una locura, pero está dispuesta a pasar por una boda para convertirse en una mujer muy rica.

Incluso aunque tenga que hacerlo con el director del periódico de la ciudad, ese irritante individuo de perturbadores ojos color humo, capaces de acelerar su sangre con una sola mirada.

David Cassane llegó a Elizabethtown bajo un nombre falso, y con una fortuna arrancada de las manos de un cadáver, para reclamar a sus amigos una vieja traición. Tras todo lo vivido, no esperaba descubrir que en realidad no deseaba ninguna venganza, ni sorprenderse pensando una y otra vez en esa bella impostora que ocupaba el puesto de maestra, con su acento inglés, tan perfecto como fingido.

¿Se puede confiar en alguien que vive conspirando en un entramado de mentiras, moviéndose con la soltura de una araña en su tela? ¿Y es posible amar a alguien en quien no confías lo más mínimo? A medida que esa mujer se le cuela en la sangre como un mal veneno, Cassane, periodista acostumbrado a plantear la vida en preguntas, no logra encontrar respuesta para estas.

Claro que, teniendo en cuenta que una amenaza se cierne sobre él, como una de las densas tormentas de polvo de Kansas, quizá ni viva lo suficiente como para ver resueltos esos enigmas.

Y es que, los cadáveres, raramente entregan gratis sus fortunas.

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