De carne y fuego
Jennifer L. Armentrout
Una sombra en las brasas
Jennifer L. Armentrout regresa con el volumen uno de la nueva y apasionante saga De carne y fuego, ambientada en el amado universo de De sangre y cenizas.
Nacida envuelta en el velo de los Primigenios, una Doncella como prometieron los Hados, el futuro de Seraphena Mierel nunca ha sido suyo. Elegida antes de nacer para cumplir el trato desesperado que aceptó su antepasado para salvar a su gente, Sera debe dejar atrás su vida y ofrecerse al Primigenio de la Muerte como su consorte.
Sin embargo, el verdadero destino de Sera es el secreto mejor guardado de todo Lasania. No es la Doncella bien protegida que todos creen, sino una asesina con una misión, un objetivo: hacer que el Primigenio de la Muerte se enamore, convertirse en su debilidad, y después.terminar con él. Si fracasa, condena a su reino a una muerte lenta a manos de la Podredumbre.
Sera siempre ha sabido lo que es. Elegida. Consorte. Asesina. Arma. Un espectro nunca del todo formado pero aun así empapado de sangre. Un monstruo. Hasta él. Hasta que las palabras y acciones inesperadas del Primigenio de la Muerte ahuyentan la oscuridad que se iba acumulando en su interior. Y sus caricias seductoras prenden una pasión que Sera jamás se había permitido sentir y que no puede sentir por él. Pero Sera nunca ha tenido elección. Sea como sea, su vida está perdida, siempre lo ha estado, pues ha sido tocada para siempre por la Vida y la Muerte.

Una luz en la llama
Ahora la única persona que puede salvar a Sera es la misma a quien lleva toda la vida intentando matar.
La verdad sobre el plan de Sera ha salido a la luz, y ha hecho pedazos la frágil confianza que se había forjado entre ella y Nyktos.
Rodeada de personas que no confían en ella, solo le queda cumplir con su deber. Hará lo que sea necesario para acabar con Kolis, el falso Rey de Dioses, y su gobierno tiránico en el Iliseeum, y así detener la amenaza que supone para el mundo mortal.
No obstante, Nyktos tiene un plan, y mientras trabajan juntos lo último que necesitan es la innegable y abrasadora pasión que continúa ardiendo entre ellos.
Sera no puede permitirse enamorarse del torturado Primigenio, especialmente ahora que la posibilidad de obtener una vida alejada de un destino que nunca quiso está más cerca que nunca.
Y cuando Sera comienza a darse cuenta de que quiere ser más que Consorte solo en el nombre, el peligro que los acecha se intensifica. Los ataques en las Tierras Umbrías se multiplican y cuando Kolis los convoca a la Corte, un nuevo riesgo se hace evidente.
El poder Primigenio de la Vida crece en su interior y, sin el amor de Nyktos (una emoción que él es incapaz de sentir), no sobrevivirá. Eso si consigue alcanzar su Ascensión y Kolis no la atrapa primero.
El tiempo se les acaba. A ella y a los reinos.