Crónicas de la ladrona del penique rojo

Margaret Owen

Muerte y Fortuna

Vanja Schmidt sabe que nada es gratuito, ni siquiera el amor de una madre, y ella ha contraído una deuda infernal. Como ahijada adoptada de Muerte y Fortuna, Vanja fue la entregada sirvienta de la Princesa Gisele hasta hace un año. Pero entonces sus madres celestiales le exigieron el precio por sus cuidados y Vanja decidió recuperar su futuro… usurpando la vida de Gisele.

Con la ayuda de un collar de perlas encantado, Vanja se transformó en su antigua señora y ocupó su lugar, dejando a la auténtica Gisele arruinada y en la sombra. Ahora lleva una doble vida, solitaria pero lucrativa, como princesa y ladrona de joyas, encandilando a la nobleza para luego vaciar sus arcas con el objetivo de financiar su gran huida. Pero cuando está a un solo robo de conseguir la libertad, Vanja contraria a la diosa equivocada… y es condenada a un terrible final: se convertirá en joyas, piedra a piedra, como castigo por su avaricia.

Con una semidiosa salvaje como guardiana, el siniestro prometido de Gisele y un detective novato y entusiasta pisándole los talones, Vanja solo dispondrá de dos semanas para realizar su mayor estafa si no quiere arriesgarse a perder algo más que su libertad: su propia vida.

En este retelling irreverente y maravilloso de La pastora de ocas, Margaret Owen crea un cuento cautivador sobre vidas robadas, verdades peliagudas y las chicas malas que acaban envueltas en ellas.

Sangre y espina

 

Una antigua criada y avezada ladrona de joyas debe burlar a una diosa, a la justicia y a su propio pasado en la secuela de Muerte y Fortuna, de Margaret Owen.

Dejemos una cosa clara: Vanja Schmidt no pretendía iniciar una secta.

Después de derrotar a un margrave corrupto, romper una maldición letal y encontrar el amor en Emeric Conrad, un prefecto júnior de lo más escrupuloso, a Vanja le queda un único misterio por resolver: encontrar a su familia biológica. y descubrir si aceptarían a una ladrona.

Pero mientras busca un trabajo honesto, sufre un percance y, para escaquearse, inventa una diosa, la Doncella Escarlata. Sin embargo, la mentira se le va de las manos cuando Emeric llega a investigar y la Doncella Escarlata lo reclama como virgen para su sacrificio.

Para poder convertirse en prefecto, Emeric deberá determinar si Vanja es culpable de cometer fraude o si la Doncella Escarlata es una diosa real. Mientras tanto, Vanja busca un sacrificio alternativo que pueda servirles como escapatoria.

La búsqueda la lleva hasta monstruos y dioses, pero también a los lazos de su pasado.

Y pese a que la solución más sencilla pende sobre sus cabezas, Emeric y Vanja deberán enfrentarse a una pregunta todavía más peligrosa: ¿la relación entre una ladrona y un prefecto tiene futuro? Y si es así, ¿qué precio deberán pagar?

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