David Orell

David Orell, Mallorca, cosecha del 82. Se ignora cuando comenzó a escribir relatos, pero a los diez años logró elaborar una pésima edición de «Los cuatro puntos de oro». A los quince lo encontraron vendiendo ejemplares de «El asesinato de Clara Güelfa» entre los alumnos de su instituto. Y a los diecinueve el desamor lo llevó a experimentar con la poesía, por suerte, desistió y comenzó a leer a Kerouac, Luca de Tena, Capote, Murakami, entre otros.

En 2011, abrió un blog para publicar sus historias personales y otros cuentos de forma mensual, hasta que en 2014, gracias a las plataformas digitales, publicaba «Ya lo dijo Thomas», su primer libro de relatos, obteniendo favorables reseñas.

Actualmente compagina su vida en Madrid con la escritura de nuevos proyectos literarios.

El admirador de Kerouac

Para Verónica las relaciones son de usar y tirar. Salvo por ese detalle, Sebas, un escritor a punto de sacar su primera novela, cree que es su mujer ideal, y cada noche, mientras ella duerme, él escribe una versión diferente de su historia juntos.

Años después, y tras muchas páginas escritas, es incapaz de avanzar una sola línea más, por lo que decide llamar a Germán Vega, el hermano de Verónica, quien a esas alturas es el escritor de moda por haber escrito «El admirador de Kerouac». Necesita que le ayude a cerrar esa novela.

Ambos, llevaban tiempo echándose de menos, y acaban reuniéndose un fin de semana con la intención de recuperar la complicidad que tanto les unía en el pasado. Pero la aparición repentina de una Verónica mucho más madura y sensata en aquel escenario, complicará la situación despertando el odio que permanecía dormido.

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