Opinión personal

 

 

 

Hoy es el turno de la reseña de La quinta estación, la primera entrega de la trilogía La tierra fragmentada escrita por N.K. Jemisin. La leí por primera vez en enero de 2021 y no sé por qué extraña razón me paré ahí si la novela me había rechiflado.

 

 

Este verano, como ya sabéis todos los que me seguís por aquí, he decidido leerme todas las trilogías que tengo pendientes, y para poder hacerlo, en algunos casos he tenido que volver a releer el primer libro de la serie. 

 

 

Aunque me acordaba de lo esencial, algunos datos concretos no los tenía frescos. Y la verdad es que la he disfrutado muchísimo más que la primera vez. Ahora es cuando he percibido que Jemisin está a otro nivel y por qué se llevó tres premios Hugo consecutivos, uno por cada libro de esta trilogía y he entendido por qué se ha convertido en una de las voces más importantes de la literatura de la ciencia ficción y la fantasía contemporáneas.

 

 

 

La historia está ambientada en un continente llamado la Quietud, que se caracteriza por estar constantemente sacudido por cataclismos geológicos. La humanidad ha aprendido a adaptarse a estas duras condiciones mediante la creación de comunidades que pueden resistir terremotos y otras calamidades. Sin embargo, la aparición de la Quinta Estación marca un desastre sin precedentes que amenaza con destruir todo lo que queda.

 

 

 

La trama trata sobre la lucha de Essun por encontrar a su hija desaparecida mientras el mundo se desmorona a su alrededor. Sin embargo, hay numerosas subtramas que exploran la opresión de los orogenes, la intriga política, la supervivencia en un mundo hostil y los secretos del pasado.

 

 

 

Essun, después de descubrir la muerte de su hijo y la desaparición de su hija, se embarca en un viaje peligroso a través de un continente que se desmorona. 

 

 

 

Paralelamente, la historia de Damaya, una niña que es llevada a una academia para orogenes, revela los horrores y la brutalidad del entrenamiento de los orogenes en el Fulcro, mientras que la trama de Sienita explora su misión con el orogén Alabastro y los oscuros secretos que descubren juntos.

 

 

 

A través de estas tres perspectivas, Jemisin nos guía a través de un viaje emocional y físico que explora temas como la opresión, la supervivencia y la resistencia. Cada personaje enfrenta sus propios desafíos y descubre secretos sobre su mundo y sobre sí mismos, mientras el continente entero se enfrenta a su posible destrucción.

 

 

 

 

Vamos al lío, que es a lo que hemos venido:

 

 

¿Qué me ha gustado?

 

 

• Lo primero, la traducción impecable de David Tejera. Este traductor es sinónimo de calidad.

 

 

• Lo segundo, aunque yo me diese cuenta al final (como siempre, porque soy tontísima), el glosario con los términos más importantes del mundo creado por Jemisin. Lo descubrí cuando ya me había aprendido todo, pero, a pesar de eso, me sirvió para comprobar que iba bien encaminada.

 

 

 

• La quinta estación está estructurada en capítulos que alternan entre las perspectivas de Essun, Damaya y Sienita. Cada capítulo añade nuevas capas de información y desarrolla la trama de manera gradual. Esta estructura no solo mantiene el interés del lector, sino que también refleja la fragmentación y el caos del mundo que Jemisin ha creado. La narrativa fragmentada se une hábilmente en los momentos culminantes, revelando la interconexión de los personajes y los acontecimientos.

 

 

 

• En La quinta estación Jemisin utiliza una orden cronológico roto o fragmentado que refleja la naturaleza fracturada del mundo en el que viven sus personajes. Tres hilos narrativos, cada uno con su propia línea temporal, aparentemente inconexos, pero que cuando convergen revelan las relaciones entre los personajes y los sucesos. Este tipo de narrativa, que en principio me ha parecido bastante confusa, me ha encantado, sobre todo cuando vi por dónde iban los tiros (algo bastante fácil de adivinar y hablo de mi primera vez, no de esta relectura). Esta técnica narrativa añade complejidad a la historia y desafía al lector a ensamblar las piezas del rompecabezas narrativo, proporcionando una experiencia de lectura que exige más del lector que un hilo cronológico lineal.

 

 

• La novela aborda una variedad de temas profundos y complejos. Entre ellos se encuentran:
  • Opresión y discriminación: a través de la persecución de los orogenes, Jemisin explora cómo la sociedad puede oprimir y marginar a aquellos que son diferentes.
  • Supervivencia: los personajes se enfrentan a un mundo hostil y deben encontrar formas de sobrevivir tanto a las amenazas externas como a las internas. La novela no solo narra una lucha física por la supervivencia, sino también una lucha emocional y psicológica para mantener la esperanza y la humanidad en circunstancias extremas.
  • Resiliencia: la capacidad de los personajes para adaptarse y resistir ante la adversidad es un tema central.
  • Familia y pérdida: la búsqueda de Essun para encontrar a su hija desaparecida y lidiar con la muerte de su hijo es un motor emocional de la trama.
  • Identidad y autodescubrimiento: cada uno de los personajes principales emprende un viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal.

 

 

 

• En cuanto al género, La quinta estación es una novela que se sitúa en la intersección de varios géneros literarios:
  • Fantasía: la creación de un mundo imaginario con sus propias reglas y realidades, como la existencia de la orogenia y las Estaciones, sitúa claramente la novela en el ámbito de la fantasía. La estructura social, las instituciones y la historia de la Quietud contribuyen a un mundo ricamente detallado y completamente ficticio.
  • Ciencia ficción: los elementos de ciencia ficción son evidentes en la exploración de la tecnología avanzada de las civilizaciones pasadas y el enfoque en las consecuencias de la manipulación de la energía sísmica. Además, el trasfondo distópico y posapocalíptico de la novela resuena con temas comunes de la ciencia ficción como la lucha por la supervivencia y las implicaciones éticas de los avances tecnológicos.

 

 

 

• Jemisin emplea varios tipos de narradores en la novela, pero el más distintivo es el uso de la segunda persona en la historia de Essun. Este estilo narrativo es poco común en la ficción y crea una experiencia de lectura inmersiva y personal, haciendo que el lector se sienta directamente involucrado en la historia de la protagonista. Las historias de Damaya y Sienita están narradas en tercera persona, lo que proporciona una perspectiva más tradicional pero igualmente eficaz.

 

 

 

• El ritmo de la novela es variado y está controlado al milímetro por Jemisin. Hay momentos de acción intensa y tensión que se alternan con pausas más reflexivas y emotivas. Esta variación en el ritmo mantiene al lector enganchado y permite un desarrollo profundo de los personajes y la trama. La construcción del mundo y la exposición se dosifican de manera que nunca resultan abrumadoras, lo que permite al lector absorber la complejidad de La Quietud sin sentirse perdido.

 

 

 

• Los personajes, tanto los principales como los secundarios, son profundamente humanos y multifacéticos, con arcos de desarrollo muy sólidos:
  • Las protagonistas:
    • Essun: una mujer fuerte y resiliente que busca desesperadamente a su hija desaparecida. Su vida ha estado marcada por la necesidad de ocultar su verdadera identidad en una sociedad que teme y oprime a los orogenes. Su viaje personal es el eje central de la novela.
    • Damaya: una niña que es llevada a la Fulcro para entrenarse como orogén. Su historia revela la crueldad y la opresión a las que se enfrentan los orogenes. A medida que crece en el Fulcro, Damaya debe adaptarse y aprender a controlar sus poderes, enfrentándose a un sistema que la ve más como una herramienta que como una persona.
    • Sienita: una joven orogén fuerte y decidida, cuya historia refleja una lucha interna por la identidad y la libertad. Su relación con Alabastro y sus descubrimientos sobre el mundo son fundamentales para la trama.
  • Los secundarios:
    • Alabastro: un poderoso orogén que desafía el sistema y revela secretos cruciales a Sienita.
    • Jija: el esposo de Essun, cuya traición inicial impulsa la búsqueda desesperada de la protagonista.
    • Hoa: un niño misterioso que acompaña a Essun en su viaje y cuyo verdadero origen se revela gradualmente.
    • Schaffa: el guardián de Damaya, cuyo papel en su vida es complejo y a menudo brutal.

 

 

 

• En cuanto a la ambientación, la Quietud es un supercontinente devastado por cataclismos geológicos constantes. La vida en este mundo es dura y brutal, con comunidades aisladas que luchan por sobrevivir. Jemisin describe con detalle vívido las ciudades subterráneas, las ruinas de civilizaciones pasadas y los paisajes desolados con aire casi irrespirable, creando una atmósfera de constante tensión y peligro. La ambientación no solo es un telón de fondo, sino que juega un papel crucial en la trama y en el desarrollo de los personajes. Jemisin mezcla elementos de ciencia ficción y fantasía de manera única, creando un entorno geológico dinámico y complejo que es tan fascinante como aterrador.

 

 

 

• El desenlace de La quinta estación es un cliffhanger brutal y como tal deja muchas preguntas sin respuesta, preparando el terreno para las siguientes entregas de la trilogía. Jemisin cierra algunas tramas mientras abre otras, manteniendo el interés del lector y dejando un fuerte deseo de saber más sobre el destino de los personajes y el futuro de La Quietud.

 

 

 

Resumiendo, que dice el Maestro: La quinta estación de N.K. Jemisin es una obra maestra de la ciencia ficción y la fantasía que desafía las convenciones del género y nos ofrece un mundo complejo, lleno de personajes profundamente humanos y conflictos relevantes, utilizando la ficción especulativa para explorar temas de gran importancia. La novela es una reflexión sobre la resiliencia humana frente a la adversidad y una crítica incisiva a las estructuras de poder que definen y limitan nuestras vidas.

 

 

Jemisin no solo ha creado una novela magistral con La quinta estación, sino que también ha establecido nuevos estándares para la literatura de ciencia ficción y fantasía. Su capacidad para innovar en términos de narrativa, construcción de mundos y exploración de temas sociales la coloca como una de las autoras más importantes y revolucionarias de nuestra época. Entre todo esto destaco:

• • Narración en segunda persona: la decisión de usar la segunda persona para contar la historia de Essun es una elección audaz que desafía las normas tradicionales de la narrativa. Este enfoque no solo distingue su estilo, sino que también crea una experiencia de lectura única que hace que el lector se sienta profundamente conectado con el personaje.
• • Construcción del mundo: la creación de la Quietud, un continente constantemente al borde de la destrucción, es un logro impresionante en la construcción de mundos. Jemisin mezcla elementos de ciencia ficción y fantasía de manera única, creando un entorno geológico dinámico y complejo que es tanto fascinante como aterrador.
• • Exploración de temas sociales: Jemisin aborda temas de opresión, racismo y resistencia con una profundidad y una sensibilidad que rara vez se ven en la literatura de género. A través de los orogenes y sus experiencias, Jemisin refleja las realidades de la marginación y la lucha por la justicia en el mundo real. 
• • Personajes complejos: los personajes de Jemisin son multidimensionales y profundamente humanos, lo que permite una conexión emocional fuerte con los lectores. Sus arcos de desarrollo están llenos de luchas personales y crecimiento, lo que añade una capa de realismo y profundidad a la narrativa.
• • Narrativa fragmentada: la estructura no lineal y fragmentada de la novela es innovadora y refleja la naturaleza caótica del mundo que ha creado. Esta técnica narrativa añade complejidad a la historia y desafía al lector a ensamblar las piezas del rompecabezas narrativo, proporcionando una experiencia de lectura rica y gratificante.
• • Diversidad e inclusión: Jemisin es una defensora incansable de la diversidad y la inclusión en la literatura de ciencia ficción y fantasía. Sus personajes son diversos en términos de raza, género y orientación sexual, lo que ofrece una representación más amplia y realista de la humanidad.

 

 

 

 

Autor

 

 

N. K. Jemisin (Iowa, 1972) ha hecho historia al ganar tres premios Hugo consecutivos a la mejor novela por los tres volúmenes de la Trilogía de la Tierra Fragmentada, convirtiéndose en la autora más premiada en la historia de dicho galardón: Premio Hugo 2016 por La quinta estación, que también fue Notable Book de 2015 según el New York Times, Premio Hugo 2017 por El portal de los obeliscos y Premio Hugo 2018 por la conclusión de la serie, El cielo de piedra, que además logró el Premio Nebula 2018 a la mejor novela y el Premio Locus 2018 a la mejor novela de fantasía. Además, el presente libro ha sido galardonado con el Premio Locus 2019 a mejor colección de relatos.

 

La obra de Jemisin, una especialista en creación de mundos, puede encuadrarse tanto en la fantasía como en la ciencia ficción. Con ella, su autora se ha convertido en una de las voces más interesantes del panorama internacional, y la Trilogía de la Tierra Fragmentada, en una de las próximas series de TV de la productora estadounidense TNT.

 

 

Jemisin ejercía como psicóloga y escribía críticas de libros de ciencia ficción y fantasía en el New York Times antes de dedicarse a tiempo completo a su carrera como autora. 

 

 

 

 

Datos del libro

 

 

Título	La quinta estación
Autor	N. K. Jemisin
Editorial	Nova
Publicación24	24 mayo 2017
Traducción	David Tejera Expósito
Serie	La tierra fragmentada